¿Alguna vez te has preguntado cuánto pesa un barco? Puede que no, debido a que es un peso que no va a influir en nada en el día a día o que conocer que el Icon of the Seas pesa 250.800 toneladas sea un poco absurdo al ser una cantidad tan elevada que no tenemos un contexto para comparar. Sin embargo, es un dato que siempre se da cuando se presenta un barco, incluso antes del momento de su construcción. El motivo es que es de suma importancia para la viabilidad del propio buque.
Y lo cierto es que no es complicado saber cuánto pesa un barco.
Es necesario pesar un barco. Hay varios motivos por los que pesar un barco es imprescindible. El más importante es el de la seguridad, ya que conocer el tonelaje permite realizar ciertos cálculos para garantizar la estabilidad en la travesía y, por tanto, la seguridad. Tiene que estar bien equilibrado para resistir en situaciones climáticas adversas, pero además es fundamental para optimizar tanto la carga que puede soportar sin hundirse como el combustible necesario para realizar los trayectos. Da igual que sea un gran crucero o un barco contenedor: al final va a llevar una carga y se tiene que saber cuánto pesa el propio barco y cuánto resiste para garantizar esa seguridad.
Conocer esta cifra también permite que, en caso de una operación de mantenimiento, se elija la plataforma más adecuada y, en casos extremos, puede que un enorme barco-remolque como el BOKA Vanguard tenga que llevar el barco a un muelle. Poniendo este ejemplo, el Boka soporta una carga de 110.000 toneladas como máximo, por lo que es crucial que el barco que vaya a remolcar no supere esta cantidad.
Un primer acercamiento al peso. Teniendo esto en cuenta, hay varios momentos en los que se realiza el pesaje del barco, siendo uno de ellos sobre el plano. Cuando se encarga un barco, y basándose en barcos anteriores de características similares, se realizan una serie de cálculos para establecer un peso aproximado. Esto se denomina "peso muerto" y, como comentan en Exponav, consiste en la suma de la proyección de la caga útil, el combustible, la tripulación, el pasaje y elementos del propio barco, como el peso de los motores o electrónica. En un barco militar, además, habría que sumar el peso de los pertrechos (munición, armamento, etc).
Esto permite tener ese primer peso aproximado que sirva para establecer el punto de equilibrio del barco, pero también es posible ir pesando cada parte individualmente a medida que se construye el barco. No hay una báscula que te mida 300.000 toneladas, pero sabiendo que un crucero se construye por bloques, sí es más factible que grandes grúas puedan marcar el peso de los diferentes módulos. Esto también se puede hacer con barcos más pequeños.
Arquímedes, a jugar. La hora de la verdad llega cuando el barco está terminado y toca medir el desplazamiento del propio buque. Para esto se pesa únicamente el barco, sin carga, tripulación o combustible, y se emplea el principio de Arquímedes. Se trata de un principio físico que afirma que un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. Expresado de forma matemática, el peso del barco es el resultado del volumen por la densidad.
Aquí habría que tener en cuenta que el agua dulce tiene una densidad de 1.000 kilos por metro cúbico y el agua salada tiene una densidad de unos 1.025 kilos por metro cúbico, por lo que se mide el peso del barco en el agua en la que ya se encuentra. Entonces, como si fuera una bañera gigante, se calcula el volumen del agua que desplaza el barco por la densidad del agua y se obtiene el peso del buque.
Marcas en el barco. Esa es la manera más sencilla para conocer el peso del barco, pero… ¿qué pasa con los cálculos del peso que puede transportar? Existen una serie de tablas que relacionan el agua desplazada con la profundidad a la que se hundirá el barco, pero también se pueden utilizar al revés: sabiendo el calado, podemos calcular cuánto peso puede soportar de forma segura.
Es por eso que en el barco hay una serie de indicadores en diferentes partes del casco (proa, parte central y popa) que indican el calado del mismo. Empiezan en 0 en la parte más inferior y aumentan en centímetros o pies, dependiendo del país al que pertenezca el barco. Aunque para realizar esto el barco se divide en tres segmentos, cada uno de ellos tiene dos marcas, por lo que leyendo las seis se puede ver si está equilibrado y si se ha producido un abombamiento.
Puede haber desde 10 segmentos de este tipo para barcos pequeños hasta 40 o más segmentos para grandes buques. Dependiendo del calado del barco sin peso, se puede calcular la carga máxima a soportar. Así que, cuando se diga que el Disney Treasure pesa 144.000 toneladas, ya sabes cómo lo han calculado.
Imágenes | Cmglee, Boka Vanguard