Wayve reclama que su coche autónomo ha sido el primero en completar un trayecto recurriendo tan sólo a la IA y un navegador GPS

Wayve reclama que su coche autónomo ha sido el primero en completar un trayecto recurriendo tan sólo a la IA y un navegador GPS
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Hasta ahora, para poder circular por carretera, los vehículos autónomos necesitaban contar con costosos sensores y radares, además de con una gran cantidad de datos: mapas de alta resolución de la zona a recorrer, información y reglas de codificación manual, algunas específicas para dicho trayecto, etc.

Ésta ha sido, al menos, la apuesta de empresas punteras como Google/Waymo o Uber. Una apuesta pero costosa y poco flexible (deja de ser útil en cuanto las condiciones dejan de estar controladas) y que, al fin y al cabo, muchos piensan que no ha permitido dar precisamente pasos de gigante a la hora de consolidar la presencia de los coches autónomos por las calles de las ciudades.

Wayve, el recién llegado que ha dado una lección a Waymo

Pero he aquí que en 2017 surgía en el Reino Unido una pequeña startup llamada Wayve con una propuesta rompedora: serían capaces de diseñar un coche capaz de transitar por lugares que antes no hubiera recorrido y de los que no contase con información específica.

Bastarían una plataforma de software equipada con machine learning, unas pocas cámaras y un navegador GPS de toda la vida para empezar a recorrer las carreteras de país. El problema de Wayve en 2017 era que no tenían ninguna prueba de que fueran capaces de lograr eso.

Ahora lo han logrado, haciendo circular su coche por calles de Cambridge (Reino Unido) desconocidas hasta ese momento para el vehículo... y lo han subido a Youtube:

Alex Kendall, co-fundador de Wayve, explica que sus coches "aprenden solos a conducir a partir de datos con aprendizaje automático. Cada vez que un conductor de seguridad interviene y se hace cargo, el automóvil aprende a conducir mejor".

Kendall afirma que no proponen decirle al coche cómo conducir: "el vehículo aprende a conducir por experiencia, ejemplo y feedback, como un ser humano", lo que en su opinión es "más seguro y escalable que cualquier otro enfoque actual".

"El modelo utilizado se basa en el aprendizaje automático de las reacciones que tienen el volante, freno y aceleración del vehículo.

De esta forma el cómputo de los datos proporcionados es muy eficiente, no requiere de un gran poder de cálculo y gasta mucha menos energía respecto a otras plataformas.

[Además] utiliza ordenadores y sensores que cuestan menos del 10% que los de sus competidores".

Los planes de Wayve pasan ahora por lanzar una primera oleada de vehículos en 100 ciudades distintas (con la que pretenden ir perfeccionando su tecnología), así como por iniciar una colaboración con Jaguar para introducir su plataforma autónoma en el Jaguar I-PACE.

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