En 2015, IBM anunció la puesta en marcha de un unidad de negocio llamada Watson Health, dedicada a prestar servicios "que mejorasen la efectividad de la atención sanitaria" recurriendo a la inteligencia artificial de su superordenador Watson (el mismo que alcanzó la fama en 2011 tras ganar a los humanos jugando al Jeopardy).
En ese tiempo, esta división de la compañía se ha apuntado algunos tantos muy publicitados, como cuando ayudó a los investigadores del Instituto Neurológico Barrow a clasificar 1500 genes de nuestro genoma y a predecir a continuación 10 genes vinculados a la aparición de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Las pruebas posteriores demostraron que 8 de ellos estaban efectivamente relacionados, y que la mitad nunca habían sido asociados con esa dolencia.
¿Más marketing qué resultados?
Este éxito reforzó la agresiva estrategia de marketing que IBM había puesto en marcha con Watson Health desde su mismo lanzamiento: presentarlo al mundo como una magnífica herramienta para el descubrimiento de nuevos tratamientos y fármacos; y no sólo eso, sino que han dado a entender que la aplicación de Watson al campo de la sanidad se traduciría en logros de primer nivel para sus clientes.
"En términos de reputación, creo que tienen problemas", afirma Robert Wachter , responsable del departamento de medicina de la Universidad de California y autor de libros sobre medicina y tecnología. "Llegaron con [un planteamiento de] primero marketing, después producto, y emocionaron a la gente".
Y es que IBM ha anunciado ahora el cierre de uno de los principales productos de esta división, Watson for Drug Discovery, tras no haber logrado suscitar el interés de una masa de clientes suficiente (los que sí se interesaron seguirán teniendo acceso a la plataforma por ahora, pero no aceptarán nuevos clientes).
La compañía lo ha presentado meramente como una forma de "concentrar los recursos" de Watson Health para otra tareas en las que resulten más rentables. Sin embargo, esa falta de clientes se debe, fundamentalmente, a que IBM no ha sido capaz de cumplir las promesas de su equipo de marketing. Más aún: se debe a que Watson Health ha cosechado algunos fracasos relevantes en los últimos tiempos que han minado su reputación.
Sin ir más lejos, poco después del éxito de su proyecto sobre el ELA, el Hospital Nacional de Dinamarca canceló un proyecto conjunto con IBM Watson después de que esta IA recomendara a los médicos aplicar a varios enfermos de cáncer un tratamiento que hubiera resultado mortal para ellos. "El tratamiento propuesto era descabellado [...] debido al riesgo mortal que implica".
No ha sido éste el único contratiempo de IBM Health: la jefa de este departamento de IBM, Denorah DiSanzo, renunció a su cargo el pasado mes de octubre. Y cinco meses antes habían despedido en torno al 70% de su plantilla.
Según ExtremeTech, el problema del sistema reside en su dificultad para identificar la información relevante para el objetivo buscado entre los datos que se le proporcionan:
"Debido a que los datos de los pacientes no siempre se formatean correctamente o incluso se ordenan cronológicamente, el software tenía problemas para entender sus historiales. Y el sistema era incapaz de comparar los nuevos pacientes de cáncer con bases de datos de pacientes anteriores para descubrir patrones ocultos de relacionados con el tratamiento.
[...] La mayoría de los médicos probablemente estarían encantados de tener un bibliotecario con IA a su entera disposición, y si eso hubiera sido lo que IBM prometió inicialmente, quizá hoy no estarían tan decepcionados".
Un informe elaborado por Spectrum cifra en 24 los proyectos iniciados desde 2011 por IBM Watson en el campo de la salud y en 5 los que han terminado generando algún tipo de resultado visible.
Eliot Siegel, vicepresidente de sistemas de información en la Universidad de Maryland, fue uno de los primeros entusiastas de Watson y colaboró en uno de sus proyectos.
Y, aunque sigue creyendo que las herramientas impulsadas por inteligencia artificial serán indispensables para los médicos dentro de una década, no está seguro de que sea IBM quien las construya: "No creo que estén a la vanguardia: lo más emocionantes están ocurriendo en Google, Apple y Amazon".
Vía | IEES Spectrum & ExtremeTech
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