En una ofician de Numazu, una ciudad costera de Japón cerca del monte Fuji, hay un ordenador que ya tiene 61 años de vida. Pesa tres toneladas y si bien podría ser sólo una pieza de museo, este también funciona como el primer día. Es ruidoso, hace sonidos de traqueteo cada vez que tiene que calcular algo porque abre y cierra interruptores utilizando electroimanes mecánicos. A pesar de todo sigue funcionando, en parte gracias a un apasionado de la computación y la tecnología en general, que quiere mantenerlo con vida para siempre. ¿Obsolescencia programada? No para este ordenador.
Tadao Hamada es un empleado de Fujitsu Tokki Systems Ltd., una subsidiaria de Fujitsu Ltd. Entre sus actividades dentro de la empresa también se encuentra la de preservar este viejo ordenador creado en 1959. Como indican en Ashai, Tadao Hamada se graduó en una escuela técnica porque le gustaba trabajar con ordenadores desde que era pequeño. Llega a describir el cuidado de esta máquina como su verdadera vocación.
En 2006 Fujitsu puso en marcha un proyecto para preservar y transmitir la cultura de su tecnología e historia. Tadao Hamada fue el escogido para liderar este proyecto, donde junto a otros técnicos se encarga no solamente de cuidar la máquina, sino también de hacer que siga funcionando y operando.
Fujitsu FACOM128B, el ordenador que no se jubila
Para entender por qué es importante para Fujitsu preservar este ordenador debemos entender de qué ordenador se trata. Estamos ante el modelo Fujitsu FACOM128B (FACOM son las siglas de Fujitsu Automatic COMputer), un ordenador desarrollado en 1959 que buscaba competir de tú a tú con los ordenadores estadounidenses de IBM, desde Japón.
El FACOM128B en realidad fue un modelo posterior (de ahí la B) del FACOM128 lanzado en 1956. El FACOM128 marco un hito porque fue el primer ordenador comercial basado relés fabricado en Japón. El hecho de que funcionase con relés y no con tubos de vacío como comenzó a evolucionar la industria de la informática es algo importante. Y es que a pesar de que los tubos de vacío eran más rápidos, los relés seguían siendo más estables y fiables. A mediados de la década de los 50 comenzó la transición hacia los tubos de vacío, pero Fujitsu apostó por seguir con los relés para el FACOM128.
La decisión de usar relés consiguió que tuviese un buen rendimiento y fiabilidad, con el tiempo pasó a utilizarse para fabricar lentes de cámaras y hasta el YS-11, el primer avión de pasajeros japonés producido después de la Segunda Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial en Japón experimentaron el que posiblemente sea el mayor crecimiento económico y social de su historia, Fujitsu FACOM128B contribuyó a ello.
En agosto de 2018 el Museo nacional de Naturaleza y Ciencia de Japón decidió registrar al Fujitsu FACOM128B como “materiales históricos esenciales para la ciencia y la tecnología”. El objetivo de esta categoría es preservar historia científica y tecnológica del país, siendo el Fujitsu FACOM128B un ordenador clave en esta historia. Es en cierto modo el antecesor de Fugaku, el actual superordenador más potente del mundo.
Tadao Hamada es el encargado de hacer que no se pierda el legado del FACOM128B. Comenta que al principio no sabía cómo funcionaba el ordenador, pues no funciona con chips semiconductores como los ordenadores actuales. Poco a poco fue investigando y aprendiendo con los manuales de diseño y construcción del ordenador. Actualmente visita una vez a la semana la oficina donde se encuentra en FACOM128B para verificar que todo sigue funcionando correctamente en este ordenador con seis décadas a sus espaldas.
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