La fotografía móvil ha cambiado todo este mundo. Aparenta ser tan fácil, gracias a la IA, que el usuario solo tiene que disparar y conseguir una imagen inolvidable. Pero si quieres resultados profesionales tienes que buscar otra forma de editar tus fotografías.
Ahora mismo es el momento en el que más gente tiene una cámara en su bolsillo. Y esto no ha supuesto que se hagan mejores fotografías. ¿Por qué? Porque aunque sea más fácil e inmediato, nosotros no hemos cambiado. Y seguimos siendo los más importantes en esta ecuación.
Es necesario dominar el revelado (o la edición, como gusta decir ahora) para conseguir que nuestros archivos mejoren desde el momento del disparo. Si no partimos de una buena fotografía, pocas cosas podremos hacer. Lo digo para que nadie se lleve a engaño.
Cómo revelar nuestras fotografías para conseguir el 'toque profesional'
El 'toque profesional' es sobre todo y ante todo conseguir el mejor resultado técnico posible. En esta ocasión vamos a centrarnos en Snapseed, uno de las mejores apps que podemos instalar en nuestro teléfono para revelar nuestras fotografías.
Vamos a destacar todo lo que podemos hacer para lograr ese punto que estamos buscando, con la seguridad de acertar siempre y dejar de equivocarse y dudar una y otra vez. Y por supuesto, para no confiar siempre en los filtros a ciegas.
Mirar la fotografía
Antes de empezar a tocar todos los parámetros sin pensar, debemos mirar la fotografía como un jugador de ajedrez. Saber qué movimientos tenemos que hacer para conseguir el jaque mate. Así tendremos más claro los pasos siguientes sin improvisar y sin dar un paso atrás.
Es uno de los problemas más graves que he observado cuando veo editar a mis nuevos alumnos. Actúan sin reflexionar, sin una idea preconcebida de lo que quieren conseguir y al final tocan tantas cosas que no recuerdan nunca cómo han llegado a semejante resultado.
Confiar en la bondad de los ajustes automáticos
La fotografía ha cambiado. Podemos hacerlo todo nosotros mismos, pero los ajustes automáticos que ofrece Snapseed consiguen un punto de partida perfecto para buscar el mejor aspecto posible de nuestro disparo. No hacerlo sería como pasar de la dirección asistida de nuestro coche porque perdemos las sensaciones de la mecánica.
Insisto en que es un punto de partida, no el resultado final. Debemos vigilar el histograma para estar seguros de no perder luces ni sombras. Y sobre todo que no se aleje de nuestra intención inicial.
Así que en Herramientas>Mejorar fotos encontramos el segundo paso que debemos dar en Snapseed. El cambio será, en la mayoría de los casos, muy llamativo.
Ajustar la temperatura de color
Es uno de los mayores errores que se cometen al principio. El balance de blancos marca el color dominante de la fotografía. Por defecto, los ajustes automáticos buscan la calidez porque es más agradable a la vista. Pero es una decisión personal acorde con lo que vivimos en el momento del disparo.
Tenemos que ir a Herramientas>Balance de blancos y ajustar el parámetro de Temperatura hasta dar con el resultado apetecido. No olvidemos que las sombras son más frías que las luces. No todo tiene que tener tonos anaranjados.
Perder el miedo a las Curvas
Las curvas es una herramienta fundamental dentro de la edición profesional. Si las sabemos usar no necesitaremos utilizar ninguna otra. El problema es que no son intuitivas. Pero por poner un ejemplo, con una sola curva podemos ajustar los blancos y los negros, el contraste y el color.
En Snapseed encontramos más de veinte curvas preestablecidas por si no nos atrevemos a crearla nosotros mismos. Este ajuste nos va a permitir dar más profundidad a la fotografía con un solo gesto.
En la mayoría de los casos bastará con subir la parte superior de la curva y bajar la inferior para generar una S. Así aumentamos el contraste de la imagen sin perder el negro y blancos absolutos.
Darle la luz necesaria
Una cosa que debemos tener clara es que el objeto principal debe tener más luz que lo que le rodea, o llamar la atención por su contraste. Si tenemos esto en cuenta, nuestros revelados serán más profesionales.
Así que es el momento de empezar a jugar con las máscaras de Snapseed. En Herramientas>Pincel>Exposición seleccionamos todo menos el objeto principal y le damos un poco menos de luz, apenas 0.3 o 0,5. Solo hay que oscurecer un poco.
Dar color
Esto es una de las cosas que menos me gustan de Snapseed, pero nos hemos comprometido a no salir de esta app. El color es una de las señales de un buen revelado, siempre que no abuses de él y seas comedido. Y solo lo subes allí donde quieres que miren.
Una de las herramientas más interesantes para mejorar el color (y el brillo y el contraste) es Selectivo. Tiene cuatro posibilidades. En esta ocasión utilizaré Saturación. Así que pincho en las hojas del suelo.
Esta herramienta hace una máscara a partir del punto que has seleccionado. Siempre marca, por defecto, la B de Brillo. Para cambiar a Saturación solo tienes que arrastrar con el dedo en la zona izquierda hasta que salga la S (Saturación). Y en la parte superior subes el valor no más de 25 para evitar un efecto exagerado.
Enfocar la imagen
Este es el último paso imprescindible. No hay que enfocar toda la imagen sin cabeza. La clave es la acutancia, que es el aumento de contraste en los tonos medios. Y solo deberíamos aplicarla en la zona que queramos destacar.
De nuevo vamos a la herramienta Selectivo. Esta vez marcamos la opción Estructura (E) y lo subimos a 50 o más, según como sea la fotografía. Así conseguiremos dirigir la mirada del espectador de una forma más sutil y sin que el espectador se dé cuenta de lo que está pasando.
Bonus: Olvídate de todo lo demás
A la hora de revelar nuestras fotografías podemos hacerlo como queramos, pero si buscamos un resultado profesional tenemos que escapar de las redes de los ajustes automáticos sin control, de los filtros y los efectos exagerados que pasarán de moda en menos tiempo del que pensáis.
Si queremos mejorar en el mundo de la fotografía tenemos que buscar algo original. La imagen del árbol le gustará a todo la gente, pero no se sabe si la he hecho yo o cualquiera de las miles de personas que pasan por ahí día tras día.
Si encima le ponemos los filtros de moda, solo conseguiremos seguir a la masa. No es algo necesariamente malo, pero si queremos un buen resultado y llamar la atención, no es el camino adecuado. De todas formas, lo importante es hacer un buen disparo, lo demás llega después de mucho trabajar.
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