Compressive sensing. Esas dos palabras aglutinan el secreto de una tecnología que Bell Labs está aprovechando para tratar de desarrollar una cámara totalmente distinta a las tradicionales, y que no dispondrá del objetivo, elemento clave en la fotografía tradicional.
En la cámara creada por este legendario laboratorio de investigación --de allí salieron los transitores o Unix-- se hace uso de una serie de aperturas transparentes que capturan la imagen sin cristal alguno que dirija la luz. El resultado tiene una ventaja importante: siempre está enfocado.
La cámara captura solo lo que necesita, en lugar del procedimiento tradicional (cuando no se toman fotos en RAW) en el que se captura una imagen completa y luego se comprime a ficheros como JPG. Por el momento la tecnología compressive sensing tiene ciertas limitaciones, y por ejemplo se tarda mucho en efectuar cada captura, lo que no permite utilizar estas cámaras con objetos en movimiento.
Sin embargo, la tecnología es prometedora por otro factor. En Bell Labs afirman que la cámara está fabricada con "componentes de bajo coste y disponibles comercialmente" como un panel LCD semitransparente, un sensor de un megapíxel y un ordenador al que conectarlo todo.
Por el momento las imágenes --como la que tenéis aquí encima-- no parecen nada destacables, pero se capturaron solo usando una cuarta parte de la capacidad de captura de la imagen (en el caso de los libros) y una octava parte (en el del balón).
Vía | MIT Technology Review Más información | Lensless Imaging by Compressive Sensing (PDF)
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