Carreteras congestionadas y hospitales desbordados: el miedo ante una avalancha de visitantes durante el eclipse

Desde el centro de Texas hasta las cataratas del Niágara, la masificación causa más temor que las tormentas solares

Viendo Eclipse Gafas
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Los eclipses suelen dejar imágenes curiosas, desde quienes se juegan su salud ocular hasta quines se preparan para el fin del mundo. Aunque a veces la racionalidad no sea nuestro fuerte, al menos somos bastante predecibles, por eso, en algunos lugares han decidido llevar la precaución al extremo, y declarar estados de emergencia por lo que pueda pasar.

Porque estas declaraciones de emergencia tienen poco que ver con los riesgos asociados al evento astronómico en sí mismo. Riesgos como la posibilidad de que, al producirse el eclipse durante el pico de actividad solar del 25º ciclo solar, el evento pudiera exacerbar los efectos de una hipotética tormenta solar.

Un riesgo que ha hecho que algunas personas en Estados Unidos recurran al preparacionismo y al acopio de suministros.

No, lo que ha puesto en alerta a varios puntos situados a lo largo de la senda del eclipse, desde el centro de Texas a las cataratas del Niágara son los turistas.

Entre los primeros en ponerse alerta estuvieron varios condados del estado norteamericano de Texas. En los condados de Kaufman y Kerr, dos jueces firmaron a lo largo del mes de marzo sendas “declaraciones de desastre” en previsión por la afluencia masiva de visitantes con motivo del eclipse.

En el caso del condado de Kerr, las autoridades esperan que su población se multiplique por dos o por tres. Quizás más aún, señalaban en su anuncio. Entre las medidas impuestas por el juez se encuentran la prohibición de encender fuegos y la de realizar excavaciones.

“Esperamos que (...) cause congestión extrema del tráfico de nuestras carreteras, suponga un lastre enorme en nuestros servicios de emergencia y sistemas hospitalarios, drene nuestra oferta de alimento y combustible y lastre la infraestructura de nuestro condado, posiblemente por encima de sus posibilidades”, señalaba en auto.

El motivo es que este condado texano acogerá el Kerrville Eclipse Festival, un evento organizado por la propia NASA.

La semana pasada el condado de Kaufman siguió la senda de Kerr y otros, denclarando el “desastre” de forma anticipada, de nuevo por orden judicial. “el drástico incremento de la población, aún por un periodo breve, impactará en nuestras agencias de seguridad pública, limitando su capacidad de respuesta”, señalaba el juez esta ocasión.

La declaración sumó una llamada al gobernador de Texas, Greg Abbott, a declarar el estado de “desastre” a nivel estatal.

Otro de los “puntos calientes” de la masificación se prevé esté en la otra punta del recorrido continental de este eclipse norteamericano: en las cataratas del Niágara. La zona canadiense (las cataratas se encuentran en la frontera entre EE UU y Canadá) han decretado también en los últimos días el estado de emergencia.

La vecindad de la gran conurbación del noroeste americano y el entorno singular de las cataratas hacen de este lugar carne de cañón para la masificación turística. Las propias características de este espacio también afectan: los observatorios pueden dotar de una buena visibilidad del evento, a la vez que suponer el riesgo de desbordar las medidas de seguridad habilitadas en esta famosa atracción.

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Imagen | SimaGhaffarzadeh

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