Cuando pensamos en destellos luminosos en la atmósfera lo primero que se nos ocurre son los rayos provocados durante las tormentas. Estos son los que vemos en las partes más bajas de la atmósfera, sino embargo en las zonas altas se dan otros e interesantes efectos luminosos transitorios. Ahora, por primera vez, se han visto estos efectos también fuera de la Tierra, en Júpiter.
Algunos de los fenómenos eléctricos que se pueden dar en la estratosfera, en la mesosfera y en zonas aún más altas no los vemos desde la Tierra y a simple vista. Los 'duendes' por ejemplo crean óvalos de cientos de kilómetros de diámetro durante apenas unos milisegundos. Ocurren en la ionósfera y por encima de las tormentas, se producen cuando colisionan las moléculas de nitrógeno y tienen un color rojizo. Algo parecido ocurre con los 'espectros', que parecen gigantescos tentáculos de color rojizo, verdoso o azul. Estos sin embargo bajan un poco más su altitud pero aún por encima de la troposfera.
La agitada atmósfera de Júpiter
Si bien estos fenómenos los hemos podido vislumbrar en las últimas décadas en la Tierra gracias a satélites y otros vehículos, nunca antes se han visto en nuestros planetas vecinos. Hasta ahora, y es que la sonda Juno de la NASA ha observado lo que parecen ser las primeras descargas eléctricas de este tipo fuera de la Tierra, en Júpiter. Juno desde luego nos está dando muchas sorpresas sobre el quinto planeta del Sistema Solar.
Según un estudio reciente que se basa en los datos recopilados por Juno, estos efectos luminosos transitorios han sido observados en el planeta más grande del Sistema Solar, Júpiter. Júpiter tiene una de las atmósferas más caóticas, agitadas y preciosas de todo el Sistema Solar. Los astrónomos habían sospechado previamente que los eventos luminosos transitorios podrían darse también ahí, pero sin pruebas. Hasta ahora no se había descubierto ninguna evidencia directa que probara que el raro fenómeno estuviera ocurriendo en el gigante gaseoso.
El descubrimiento se dio mientras los científicos analizaban los datos recogidos por un espectrógrafo ultravioleta de Juno. Un espectrógrafo esencialmente separa los rayos de luz según la longitud de su onda, de este modo es más fácil comprender qué ocurre y no se ve a primera vista. Fue así como descubrieron un total de 11 ráfagas de luz ultravioleta extremadamente breves pero intensas sobre una región de Júpiter donde se sabe que existen tormentas eléctricas.
Como curiosidad, en la Tierra este tipo de fenómenos son normalmente rojizos o anaranjados por la interacción con el nitrógeno. En Júpiter en cambio la atmósfera superior se compone en su mayoría de hidrógeno, lo que hace que estos fenómenos luminosos sean azules y rosados. En la imagen superior del artículo se muestra una representación artística de cómo se estima que son estos efectos azulados en Júpiter.
Vía | JPL
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