Las sanciones contra el petróleo ruso están funcionando sobre el papel, pero sólo sobre el papel

Zelensky y Von Der Leyen
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El pasado 2 de febrero, Ursula Von der Leyen viajó a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. En la rueda de prensa celebrada con motivo de la reunión, la presidenta de la Comisión Europea afirmó que “Rusia está pagando un alto precio, mientras nuestras sanciones erosionan su economía, retrasándola una generación”. Además, comunicó que Bruselas y los países del G7 establecerán un tope adicional al petróleo ruso, y anunció que para el 24 de febrero -día en el que comenzó la invasión rusa en 2022- la UE quiere tener listo un décimo paquete de sanciones contra el Kremlin.

Por su parte, Estados Unidos y Gran Bretaña también están aplicando sanciones a Rusia con el objetivo de minar lo máximo posible su economía sin que ello tenga consecuencias en los bolsillos de sus propios ciudadanos. En este sentido, Reuters informó recientemente de que las sanciones occidentales están cumpliendo su objetivo principal.

Cae la recaudación. Además, según la agencia de noticias, el ministerio de finanzas de Rusia informó de que los ingresos fiscales del petróleo y el gas en enero cayeron a su nivel más bajo desde agosto de 2020. El medio señala que esta reducción  es consecuencia de las sanciones occidentales.

Reducción del precio del crudo de los Urales. Por otro lado, Reuters indicó  que los ingresos mensuales obtenidos por los impuestos y aranceles de las ventas energéticas de Rusia disminuyeron un 46% en 2022. Una de las razones de esta caída es el hecho de que el precio del petróleo Brent apenas ha tenido fluctuaciones de importancia en el último año, mientras que el del crudo de los Urales, que sirve como referencia en Rusia, ha disminuido un 42%, según datos del Ministerio de Finanzas del país.

La causa última se encuentra en el tope al precio del petróleo impuesto por los países occidentales, que ha llevado a compradores asiáticos a exigir una disminución en el precio del petróleo de los Urales, según indicó S&P Global en diciembre de 2022.

Otra perspectiva. Esta caída del precio del petróleo de los Urales ha provocado que, a pesar del aumento de las exportaciones de crudo y los ingresos totales del petróleo en un 7% y un 28% respectivamente en 2022, según comunicó Alexander Novak, viceprimer ministro de Rusia, los ingresos de los impuestos sobre el petróleo hayan disminuido, tal y como señalaron Reuters y Euronews, citando fuentes del Ministerio de Finanzas ruso.

Algo falla. Sin embargo, The New York Times señaló en un artículo publicado esta semana que, según sus cálculos a partir de datos del Ministerio de Comercio e Industria indio, los importadores de crudo ruso de los Urales están pagando casi el mismo precio que por el Brent. Por lo que la explicación, según Sergey Vakulenko, investigador energético de la organización Carnegie Endowment for International Peace, podría estar en que parte del descuento del precio del crudo de los Urales es aportado por compañías exportadoras e intermediarias rusas, que después aplican un precio algo mayor a los compradores en países como India.

Una caja negra de fondos. De esta forma, las arcas rusas no recibirían directamente los ingresos del impuesto al petróleo, según informó Tatiana Mitrova, investigadora en el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, en conversaciones con The New York Times. Sin embargo, como los exportadores probablemente tienen lazos con el Kremlin, parte del dinero puede ser depositado para financiar la invasión de Ucrania. En palabras de Mitrova, se trata de una “caja negra de fondos”.

China será clave. Por último, Vakulenko señaló que Rusia continúa siendo una “fuerza formidable en el mercado energético global”, por lo que construir una oposición total contra semejante actor no es sencillo. En este sentido, China, cuya economía está emergiendo tras su política de Covid Zero, jugará un papel clave, pues la demanda energética del gigante asiático beneficia al Kremlin.

Imagen: GTRES

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