Tras la victoria de Joe Biden, los Estados Unidos han vuelto oficialmente hoy al Acuerdo de París sobre el cambio climático. Tras la firma del presidente a finales de enero y tres años después de que Donald Trump abandonara el acuerdo, los Estados Unidos vuelven a apoyar el histórico acuerdo.
El Acuerdo de París es un "marco sin precedentes", explica la administración Biden, para "ayudarnos a evitar un calentamiento planetario catastrófico". Pero como también apuntan, no es tan importante su reincorporación como lo que se haga durante los próximos meses y años. Estas son las implicaciones de que los Estados Unidos vuelven a apoyar el Acuerdo de París.
El cambio climático vuelve a estar en la agenda de los EE.UU
El primer cambio apreciable, es que los Estados Unidos volverán a tener un rol activo en los eventos y proyectos sobre el cambio climático. En un primer lugar, el próximo 22 de abril tendrá lugar una Cumbre del Clima con los líderes mundiales, organizado por Biden.
Seguidamente, el gobierno de los EE.UU anuncia que colaborará con el Reino Unido para que el desarrollo de la próxima COP26 de las Naciones Unidas, de principios de noviembre de 2021, sea un éxito.
Today, President Biden rejoined the Paris Agreement on Climate Change. pic.twitter.com/V4fVV2i2jZ
— The White House (@WhiteHouse) January 21, 2021
El Secretario de Estado Antony Blinken ha explicado que "no se puede perder tiempo en involucrar a nuestros socios de todo el mundo". "Ningún país puede librar esta lucha por sí solo", explicaba John Kerry, enviado especial para el clima de la Administración estadounidense. Mientras, Patricia Espinosa, Secretaria de las Naciones Unidas por el Cambio Climático, ha dado la bienvenida a los EE.UU y apunta a la necesidad de un "progreso real en torno a los objetivos de París".
Welcome back to the #ParisAgreement 🇺🇸
— Patricia Espinosa C. (@PEspinosaC) February 19, 2021
I look forward to working together to make #COP26 a success and demonstrate increased ambition and real progress towards achieving the goals of Paris.
Precisamente este trabajo posterior es lo más relevante, pues en el fondo la participación en el Acuerdo es voluntaria. Según las prioridades de la Administración Biden: "el presidente tomará medidas rápidas para abordar la emergencia climática. La Administración Biden se asegurará de que cumplamos con las demandas de la ciencia, al tiempo que empodera a los trabajadores y empresas estadounidenses para liderar una revolución de energía limpia".
Según el programa del nuevo presidente, durante los próximos 10 años se invertirán hasta 2.000 millones de dólares en un nuevo plan medioambiental con el objetivo de que en 2050, los EE.UU se conviertan en un país de cero emisiones.
El Acuerdo de París busca evitar el incremento de 2ªC con respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, solo unos pocos países están cumpliendo con lo exigido.
Today, the United States 🇺🇸 re-joined the #ParisAgreement - the international response to the climate crisis.
— UN Climate Change (@UNFCCC) February 19, 2021
But what exactly is the Paris Agreement? And how does it work? pic.twitter.com/JOnm9s7iRf
De fondo se encuentra la potente industria automovilística de los EE.UU, donde empresas como Ford o General Motors tienen pendiente una transición eléctrica que domina Tesla, otra de sus empresas.
Con esta renovada apuesta por el cambio climático, los EE.UU tienen de nuevo un argumento con el que presionar al resto de superpotencias, especialmente China. Durante el mandato de Trump, China pudo aligerar su responsabilidad sobre la reducción de emisiones al ver que su rival no movía ficha. Ahora, la lucha contra el cambio climático se pone de nuevo sobre la mesa para ver qué potencia aporta más al escenario global.
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