Arquitectura Zoom: cómo el teletrabajo está cambiando la forma en la que diseñamos las viviendas

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Desde que las restricciones para combatir el COVID-19 comenzaron a suavizarse, muchas empresas, que habían adoptado el teletrabajo para continuar su actividad durante lo más duro de la pandemia, han decidido retornar al tradicional presencialismo. Grandes compañías como Snap o Twitter  modificaron su política de trabajo a distancia, y recientemente Kastle Systems, una compañía de seguridad, comunicó que más de la mitad de los trabajadores registrados en su sistema estaba acudiendo a la oficina, una cifra que no se veía desde que comenzó la pandemia.

Sin embargo, el teletrabajo no parece que vaya a desaparecer. Algunas empresas están potenciando su política de trabajo a distancia, como Atlassian, multinacional australiana especializada en el desarrollo software, o como Rent a Recruiter, pyme irlandesa que, además, adoptó la semana laboral de cuatro días para mejorar su competitividad. En este sentido, el teletrabajo plantea una serie de retos en determinados ámbitos, como el inmobiliario.

Vivienda para teletrabajar. En un artículo publicado por Talk Business & Politics el pasado 5 de febrero, Jessica Hester, CEO y arquitecta principal de Verdant Studio, reconoció que la compañía estaba diseñando viviendas multifamiliares en la ciudad de Rogers, ubicada en el estado estadounidense de Arkansas, para ser ocupadas por trabajadores en régimen de teletrabajo completo o híbrido.

Arquitectura en función de ‘Zoom’. Hester afirmó que están diseñando espacios de trabajo en las viviendas de una forma que no se planteaban antes de la pandemia. Además, señaló que este tipo de profesionales busca espacio para ordenadores, archivos y documentos. También otorgan importancia a lo que se pueda ver en caso de tener reuniones telemáticas: “Hace tres años no habríamos pensado como queda lo que se ve en una llamada de Zoom”, afirmó.

En este sentido, Hester subraya la importancia de ofrecer viviendas con escritorios amplios y bien iluminados, elementos que se han convertido en una prioridad para los trabajadores a distancia.

Adaptar el espacio. Se trata, en definitiva, de una forma diferente de concebir la vivienda, pues los teletrabajadores pasan más horas en casa: “El tiempo que la gente emplea para utilizar estos espacios ha pasado de cinco de la tarde a diez de la noche, a seis de la mañana  a diez de la noche”, afirmó. Por ello, hay que optimizar los espacios, así como diseñar y seleccionar correctamente los interiores y los muebles. La arquitecta señaló, que este tipo de planteamientos son necesarios en la arquitectura ya que el teletrabajo ha venido para quedarse.

Hay una tendencia. Es una reflexión compartida por Bo Diamond, arquitecto, cofundador y uno de los mánagers de la compañía inversora Caisson Capital Partners. En conversación con Talk Business & Politics, Diamond señaló que va a ser necesario invertir en viviendas diseñadas para satisfacer las necesidades de los teletrabajadores: “Incluso si vemos un debilitamiento de la economía y una recesión en 2023, la pandemia sirvió de punto de inflexión en ese sentido”, afirmó. En su opinión, en cinco años este tipo de viviendas serán “casi necesarias”.

Las implicaciones de no ir a la oficina. Por otro lado, la consultora McKinsey & Company publicó un informe sobre el teletrabajo en junio de 2: “El tiempo que la gente emplea para utilizar estos espacios ha pasado de cinco de la tarde a diez de la noche, a seis de la mañana  a diez de la noche”, afirmó. Por ello, hay que optimizar los espacios, así como diseñar y seleccionar correctamente los interiores y los muebles. La arquitecta señaló, que este tipo de planteamientos son necesarios en la arquitectura ya que el teletrabajo ha venido para quedarse.

Otra consecuencia: el efecto dónut. Una de esas implicaciones en el mercado inmobiliario, por ejemplo, es lo que un informe del Departamento de Investigación Económica estadounidense denominó como efecto dónut. Es el fenómeno por el cual la demanda de determinados bienes y servicios se desplaza de los centros de las grandes ciudades hacia zonas con menor densidad demográfica, ubicadas en la periferia de esas mismas grandes ciudades.

Nomadismo digital y aumento de precios. Por otro lado, los teletrabajadores también pueden contribuir a un aumento del precio de la vivienda, como ha ocurrido en Lisboa, uno de los destinos favoritos de los nómadas digitales, tal y como reconoció el Presidente de Portugal en noviembre de 2022.

No todos teletrabajan. Ello se debe a que, tal y como señaló un estudio publicado por London School of Economics and Political Sciences en diciembre de 2022, el teletrabajo está más vinculado, generalmente, a una “élite metropolitana” que trabaja para grandes empresas ubicadas en centros urbanos importantes y que, por lo tanto, tiene un nivel socioeconómico más alto que otros asalariados.

Imagen: Unsplash / Kristin Wilson

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