A finales del pasado mes de julio Intel reconoció algo que algunos de sus usuarios llevaban mucho tiempo experimentando en sus PC: en determinadas circunstancias los procesadores de las familias Core de 13ª y 14ª generación provocan bloqueos ocasionales e inestabilidad. La raíz del problema reside en el microcódigo de estos chips debido a que en algunas ocasiones la CPU demanda niveles de voltaje capaces de exceder el límite máximo. Por encima de este valor el procesador deja de funcionar correctamente y pueden aparecer los errores que he mencionado previamente.
Desde el momento en el que identificó y reconoció este problema Intel ha publicado en su página web varios artículos en los que ha ido detallando su origen y qué procesadores están afectados. Curiosamente los SoC de las familias Core de 13ª y 14ª generación para ordenadores portátiles, así como sus sucesores, no están afectados por este error. Pero la mayor parte de los chips para equipos de sobremesa de estas mismas familias sí se han visto involucrados en este contratiempo. La buena noticia es que los ingenieros de Intel ya han identificado en qué escenarios se producen los errores y han explicado cómo los están resolviendo.
Cuatro escenarios problemáticos
Según Intel los bloqueos espontáneos y la inestabilidad que experimentan los ordenadores de sobremesa que incorporan un procesador de las familias Core de 13ª o 14ª generación se producen en cuatro escenarios diferentes. El primero de ellos se desencadena cuando los ajustes de potencia de la placa base exceden los niveles recomendados por Intel. En este caso lo ideal es habilitar los ajustes de potencia predeterminados desde la BIOS.
Los ingenieros de Intel ya han identificado en qué escenarios se producen los errores y han explicado cómo los están resolviendo
El segundo escenario problemático tiene lugar cuando los procesadores Intel Core i9 de las dos familias afectadas mantienen una frecuencia de reloj muy elevada para la mayor parte de sus núcleos incluso a temperaturas elevadas. Afortunadamente Intel corrigió este problema en la actualización del microcódigo 0x125 que publicó en junio. El tercer escenario aparece cuando el microcódigo SVID solicita un voltaje muy elevado durante un periodo de tiempo prolongado. En estas circunstancias el equipo suele comportarse de forma inestable. Intel arregló este problema en la actualización del microcódigo 0x129 que publicó en agosto.
Y el cuarto y último escenario problemático aparece cuando tanto el microcódigo como la BIOS solicitan voltajes altos durante la inactividad o una carga muy ligera. La actualización del microcódigo 0x12B lo resuelve, y, además, incorpora todas las actualizaciones anteriores. Según Intel esta última actualización no penaliza el rendimiento del PC, y ya está trabajando con los fabricantes de placas base para distribuirla a través de actualizaciones de la BIOS que estarán disponibles durante las próximas semanas.
Lo ideal es que los usuarios afectados recurran al fabricante de la placa base de su PC para comprobar si está disponible ya una actualización de la BIOS que incorpore el microcódigo 0x12B. De ser así en estas circunstancias merece la pena actualizar este componente. Suerte a todos los afectados.
Más información | Intel
Ver 18 comentarios