Los equipos fotolitográficos que fabrican chips necesitan sus propios chips. Y hay malas noticias: también escasean

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El déficit de semiconductores va para largo. Pat Gelsinger, el director general de Intel, vaticinó el año pasado por estas fechas que durante 2023 posiblemente empezaríamos a otear en el horizonte el final de la crisis de los circuitos integrados, pero parece que esta situación va a durar más de lo que los expertos esperaban.

Y es que Peter Wennink, el presidente ejecutivo de ASML, prevé que la producción de chips va a continuar siendo inferior a la demanda durante al menos los dos próximos años debido a los desafíos a los que se enfrentan los fabricantes, que apenas tienen margen para incrementar su rendimiento más.

Esta compañía de Países Bajos participada por Philips diseña y fabrica los equipos fotolitográficos utilizados por la mayor parte de los fabricantes de semiconductores, entre los que se encuentran TSMC, Intel, Samsung o GlobalFoundries. Su rol en la industria es muy relevante, por lo que el vaticinio de Wennink suena más a una premonición que a un pronóstico.

También hay una lista de espera para conseguir las máquinas que fabrican chips

Según Ignacio Mártil de la Plaza, catedrático de Electrónica en la Universidad Complutense de Madrid y un consumado experto en semiconductores y energía solar fotovoltaica, «una fábrica de chips de vanguardia tarda no menos de cuatro años en estar plenamente operativa». Este es el plazo de tiempo que transcurre entre el momento en el que comienza su construcción y el instante en el que se encuentra preparada para iniciar la fabricación de circuitos integrados.

Sin embargo, para que el proyecto finalice en este plazo no solo es necesario que las obras prosperen a buen ritmo; también es imprescindible que los equipos fotolitográficos que intervienen en la producción de los chips estén listos para ser utilizados a tiempo. La demanda actual de estas máquinas es altísima, y es comprensible que lo sea en una coyuntura en la que todos los fabricantes de chips están esforzándose para incrementar su producción.

TSMC, Intel, Samsung, GlobalFoundries, SMIC… Estas cinco compañías acaparan más del 85% de la producción mundial de chips, y todas ellas están construyendo nuevas fábricas con el propósito de dar una respuesta sólida a la creciente demanda de semiconductores. Como es lógico, todas necesitan las máquinas que producen ASML y otras empresas especializadas en la puesta a punto de equipos fotolitográficos para equipar sus nuevas fábricas.

TSMC, Intel, Samsung, GlobalFoundries y SMIC acaparan más del 85% de la producción mundial de chips

Además, buena parte de ellas también necesita renovar algunos de los equipos de las fábricas que ya están produciendo chips, lo que está provocando que los plazos de entrega que manejan los fabricantes de las máquinas de fotolitografía se incrementen de una forma dramática. De hecho, según The Wall Street Journal, antes de la pandemia el plazo de entrega de estos equipos era de unos pocos meses, y actualmente la lista de espera requerida para hacerse con algunas de estas máquinas se extiende hasta los tres años.

De acuerdo con este diario los fabricantes de equipos fotolitográficos son incapaces de responder a la demanda porque ellos también tienen dificultades para conseguir los componentes que necesitan, especialmente los chips que incorporan estas máquinas. De hecho, algunas de ellas aglutinan varias decenas de circuitos integrados, y la mayor parte de ellos son chips de alta integración, que son los más complejos y costosos.

Dadas las circunstancias es evidente que la industria de los semiconductores se enfrenta a un problema estructural del que no le va a resultar fácil escapar. De hecho, esta es la razón por la que los ejecutivos que lideran las empresas que fabrican chips mantienen una postura conservadora que ante todo defiende extremar la prudencia.

Pat Gelsinger ha reconocido recientemente que la demanda y la oferta de circuitos integrados se equilibrará en 2024, un año más tarde de lo que había previsto inicialmente. Y mientras tanto probablemente los usuarios seguiremos teniendo dificultades para acceder a algunos dispositivos electrónicos, como tarjetas gráficas o consolas de videojuegos. Qué le vamos a hacer. Crucemos los dedos para que en dos años este problema realmente se esfume.

Imagen de portada: TSMC

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