No es ningún secreto que Apple tiene cierta tendencia a controlarlo todo. La compañía estadounidense parece sentirse cómoda asumiendo cada vez más responsabilidad en su negocio. Uno de los ejemplos más notables de esta realidad podemos encontrarlo en el enorme esfuerzo de la marca de la manzana por diseñar sus propios procesadores.
Los iPhone que se comercializan en la actualidad están equipados con los potentes chips Apple Silicon. Sin embargo, esto no siempre fue así. Los primeros modelos tenían chips diseñados y fabricados por Samsung. Algo similar ocurría con los Mac. Durante generaciones, los ordenadores de Apple funcionaron con procesadores PowerPC de IBM e Intel.
La ambición por controlarlo todo no siempre sale bien
El despliegue de Apple Silicon por el catálogo de productos de Apple fue un gran acierto. La compañía no solo puso en el mercado una propuesta realmente competitiva, sino que además redujo la complejidad de su cadena de suministro al depender menos de actores externos. Y decimos menos porque los chips los fabrica TSMC, no directamente Apple.
Pero los resultados de esta filosofía de Apple no han sido homogéneos. Y, de hecho, acabamos de enterarnos de uno de sus más recientes planes fallidos. La firma de la manzana quería desarrollar sus propias pantallas para el Apple Watch. Pero después de siete años de esfuerzos ha decidido dejar de intentarlo, al menos según cuenta Mark Gurman.
El reputado analista de Bloomberg señala que la compañía estuvo trabajando en un proyecto cuyo nombre código era T159 para depender menos de actores externos como LG Display Co. y Samsung SDI Co., dos socios clave en materia de visualización para el Apple Watch. Pero no solo eso, también aspiraba a dar un importante salto tecnológico.
Relojes como el Apple Watch Series 9, Apple Watch SE 2 y Apple Watch Ultra equipan pantallas OLED. Un futuro wearable de Apple incorporaría un panel microLED, que llevaría la experiencia de visualización al siguiente nivel. Esta tecnología, recordemos, utiliza diodos inorgánicos capaces de entregar más brillo y resistir mejor la degradación.
Bajo este objetivo, la compañía incluso abrió una planta Santa Clara, California, donde trabajaban muchos de los empleados vinculados al proyecto. Un proyecto que, por cierto, no estuvo exento de inconvenientes. El proceso de fabricación resultó ser complicadísimo y, por consecuencia, poco apto para llevar a cabo la producción en masa.
Después de años de trabajo, como decimos, el proyecto ha dejado de existir. De acuerdo a Bloomberg, esto se traduce en una reducción de puestos de trabajo. Apple permitirá que algunos de los empleados del proyecto encuentren otros puestos dentro de su estructura, aunque algunos también acabarán fuera de la compañía y serán indemnizados.
La noticia llega poco después de que Apple también cancelara el ambicioso proyecto de desarrollar un coche eléctrico. El fin de Project Titan, que es como se le conocía a la iniciativa, salió a la luz el pasado mes de febrero. La compañía de Cupertino, no obstante, todavía tiene otros objetivos por cumplir, por ejemplo, desarrollar sus propios módems.
Imágenes | Apple
Ver 28 comentarios