'Wireless': la mejor serie de Quibi es un artilugio de suspense que deja claro las fortalezas y debilidades de la plataforma

'Wireless': la mejor serie de Quibi es un artilugio de suspense que deja claro las fortalezas y debilidades de la plataforma
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Quibi no está en su mejor momento. Las noticias que genera la plataforma que nació hace apenas unos meses, a principios de abril, no son nada halagüeñas. Lo último: el 'Wall Street Journal' habla de que la app fundada por Jeffrey Katzenberg, está explorando “opciones estratégicas”, incluida una posible venta. El bajísimo número de suscripciones tendría la posible culpa, y más en una época en la que todas las plataformas de streaming han experimentado espectaculares subidas de espectadores gracias a los distintos niveles de confinamiento en todo el mundo.

Posiblemente, 'Wireless' pase tan desapercibida como el resto de las series de la plataforma, pero no lo merece. Aunque tiene algún otro problema en el que ahora entraremos, es el perfecto embajador de las singulares propiedades de la plataforma, y quizás Quibi hubiera disfrutado de otra suerte si esta producción de Steven Soderbergh hubiera estado en su catálogo inicial. Por desgracia llega tarde y en un momento en el que ya no disfrutará del eco generado por el aterrizaje de la plataforma. Es más: dadas sus características no la verás en ningún otro lado, pero lo cierto es que merece algo de atención.

'Wireless' hace suya una propiedad de Quibi que parece mentira que la plataforma no haya explotado antes a fondo: encajar, a gusto del espectador, dos narrativas complementarias. El reproductor permite mostrar diversas perspectivas de la misma acción, según el smartphone o la tablet en la que se está viendo la serie (las producciones de Quibi solo se pueden ver en dispositivos móviles para explotar esta bifurcación de las imágenes, impracticable en una televisión u ordenador, lo que se apoya en la breve duración de los episodios -siempre menos de diez minutos-). Hasta ahora, aunque parezca mentira, no se había explorado a conciencia.

Es decir, hasta el momento las series simplemente permitían ver la imagen en horizontal o vertical, a gusto del espectador. Y en algún caso especial, como la divertida comedia 'Reno 911!', se introducían guiños al uso de redes sociales en momentos puntuales. Algo que funcionaba más como un gimmick propio de la plataforma que como un auténtico cambio de paradigma. Pero 'Wireless' quiere dar un vuelco a esa situación.

Wireless: redes sociales en directo

'Wireless' cuenta la historia de un joven (estupendo Tye Sheridan), que conduce a escondidas de su madre el coche de su padre, recientemente fallecido, a una fiesta que tiene lugar la víspera de Nochevieja. Por desgracia, una nevada y un fugaz encuentro con la policía en la carretera complican su viaje, y un accidente fortuito le hará encadenar una serie de mentiras para no ser descubierto, mentiras que pronto adquirirán una envergadura fuera de control.

En todo momento el espectador, girando la pantalla, puede ver lo que el chico consulta en su móvil, desde videollamadas y apps como Google Maps, pasando por su deambular por redes sociales conocidas por todos, como Instagram o Tinder. A veces es obvio cuándo chafardear la pantalla (cuando el protagonista está, sencillamente, mirando su móvil), y otras veces no tanto, y el espectador tendrá que convertirse en improvisado editor de la película -como sucedió en el arranque de 'Flipped', alternando a su gusto entre el plano horizontal que nos enseña al protagonista y el vertical de lo que está mirando.

wireless

La idea es tan evidente dadas las características de Quibi que es asombroso que nadie la haya aplicado con anterioridad en una ficción con tono de thriller. Lo cierto es que aquí funciona para mantener el interés del espectador: la trama se despliega con relativa agilidad y hay sorpresas constantes en cada episodios, especialmente en lo relativo al entramado de mentiras que va encadenando el protagonista. Solo algún pequeño fallo técnico ocasional, que resta agilidad a los cambios de perspectiva y que a estas alturas de vida de la plataforma debería estar resuelto, afea la experiencia.

'Wireless' no es perfecta. Algunos fallos en la credibilidad de la historia, peor atada que en la mayoría de los thrillers al uso (de la ridícula subtrama con Tinder a la falta de excusas para justificar que el protagonista se quede sin batería), hacen que, con o sin innovación visual, luzca algo menos que otras producciones similares. Es decir, lo interesante de la propuesta es la idea de que nos demos cuenta de hasta qué punto dependemos de las redes sociales, lo que sucederá cuando, como espectadores, empecemos a sentir dolor en las muñecas de tanto rotar la pantalla.

El saldo final es positivo, sobre todo porque el total de duración de la serie no va más allá de la hora y media. Además, 'Wireless' está rodada con una distinción técnica y una personalidad que va más allá de lo habitual en las producciones propias de las plataformas de streaming. El resultado vale la pena y abre la puerta a decenas de experimentos, incluso más arriesgados (¿qué tal una serie en la que el plano horizontal es el interior de la cabeza del protagonista, o sus pesadillas o alucinaciones?), y con los que Quibi debería jugar. Ahora solo falta ver si durará lo suficiente como para lograrlo.

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