Vamos a explicarte qué es el lag, de forma que cuando escuches a alguien hablar de él sepas exactamente a qué se refiere. Este es uno de esos artículos en los que intentamos explicarte los conceptos más básicos de la informática, como cuando te explicamos qué es la memoria RAM, qué es la tarjeta gráfica, qué es el malware o qué es el Coil Whine.
El lag es un concepto genérico cuando hablamos de telecomunicaciones, y puedes encontrártelo en varios contextos. Para que lo entiendas bien, vamos a intentar explicarte de forma sencilla en qué consiste exactamente el Lag. Y después, también te diremos a qué puede deberse que aparezca lag
Qué es exactamente el lag
La palabra lag significa retardo, y en el mundo de la informática es un retardo excesivo desde que se envían datos hasta que se reciben en una telecomunicación. Cuando el lag se produce en un intercambio de datos que incluye vídeo o audio, puede llegar a producir pequeños saltos de imagen o cortes de sonido en estas comunicaciones.
Todas las comunicaciones inalámbricas o a distancia implican un pequeño retardo, ya que los datos siempre van a tener que navegar por la red hasta llegar a su destinatario. Sin embargo, nos referimos a que hay lag cuando este retardo es claramente excesivo al que podría esperarse, lo que dificulta la comunicación.
En definitiva, el lag puede aparecer cada vez que hay una conexión entre dos puntos. Ya sea una conexión instantánea o en tiempo real, cuando el tiempo que tardan los datos en pasar del primer punto al segundo es inesperadamente excesivo es cuando decimos que hay lag, refiriéndonos a él como un retardo en la comunicación.
Por ejemplo, el Lag puede aparecer cuando estás utilizando un periférico inalámbrico en tu ordenador. Si tienes un teclado por Bluetooth, se espera que lo que escribes aparezca de forma prácticamente instantánea en la pantalla. Pero puede haber momentos en los que el resultado aparezca una fracción de segundo o incluso algo más tarde, y eso es debido a que se ha generado lag en el intercambio de datos.
El lag también es común en las telecomunicaciones en tiempo real. Imagínate que estás utilizando algún tipo de chat con otra persona, y que de repente los mensajes tardan algo en llegar entre que se envían o los recibes, es lag.
En las videoconferencias también puede haber lag, algo que se nota enseguida porque puedes ver que lo que le dices a alguien, tarda unos segundos en llegarle. También puede pasar en las llamadas de voz a través de Internet, algo que provoca cortes en la comunicación, o en la visualización de vídeos.
Y por supuesto, también hay lag en el mundo del gaming, donde en tus partidas online puedes ver que hay un retardo en la respuesta desde que realizas una acción con el controlador hasta que esta acción se ve reflejada en la pantalla. Aquí, el lag podría venir por tu parte al enviar los datos o a la hora de recibirlos.
A qué puede deberse
El lag puede producirse por varias causas, y puede deberse por ejemplo a la existencia de una alta latencia en la red mediante la que te estás conectado. La latencia es el tiempo exacto que tarda en transmitirse un paquete dentro de la red, y mide la inmediatez de la conexión. Por lo tanto, si una red tiene una latencia excesiva, entonces es normal que se produzca lag en las comunicaciones.
También puede deberse a que el servidor que recibe los datos no tenga una suficiente potencia de procesamiento, o que los paquetes que se están enviando se interrumpan debido a fallos en el enrutamiento. También a que entre el emisor y el destinatario de los datos haya una cantidad excesivamente alta de routeres, o a que haya una sobrecarga debido a un ancho de banda insuficiente.
También puede ser cosa de tu ordenador, cuando este no tenga potencia para procesar los datos que recibe por no tener suficiente memoria RAM o virtual. También puede ser por tener una pobre conexión doméstica en cuanto a velocidad, o porque algunas descargas o programas P2P estén ocupando demasiado de este ancho de banda.
Y si todos estos aspectos anteriores pueden causar lag por sí solos, es evidente que este puede ser un problema serio en ámbitos en los que se combinan dos o más de estas causas. Por ejemplo en los juegos online, donde se pueden combinar la latencia de las comunicaciones como retrasos en el procesamiento local para generar un incómodo lag que será especialmente molesto cuando las partidas sean en tiempo real.
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