HDCP: qué es, para qué sirve y cómo funciona

HDCP: qué es, para qué sirve y cómo funciona
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Vamos a explicarte qué es y para qué sirve el HDCP, un protocolo de protección de contenido que puedes encontrarte en televisores y reproductores externos. Normalmente, muchos de los dispositivos conectados con cables como los HDMI van a utilizar este tipo de protección, y tanto los dispositivos donde se reproduce el contenido como los televisores tendrán que ser compatibles.

Vamos a empezar explicándote qué es y para qué sirve este protocolo de la manera más clara que podamos. Y después, pasaremos a intentar explicarte también su funcionamiento. Como verás, no es un artículo muy extenso, por lo que enseguida saldrás de dudas por ser algo fácil de entender.

Qué es el HDCP y para qué sirve

HDCP son las siglas de High-bandwidth Digital Content Protection, lo que en español significa Protección de contenido digital de alto ancho de banda. Se trata de un protocolo de seguridad para contenido digital desarrollado por Intel, cuyo fin es evitar la copia de contenidos a través de interfaces como DVI o HDMI, entre otras.

Esto lo hace cifrando la información que viaja de un dispositivo a otro. Los dispositivos certificados con HDCP tienen una clave maestra que sirve para cifrar y desencriptar los contenidos, una clave que sólo se le proporciona a los fabricantes autorizados, y que se obtiene a través de una clave maestra.

De esta manera, el protocolo actúa como un DRM, que limita el acceso no controlado al contenido para poder proteger el copyright. Con ello, tanto las películas que compras en Bluray o DVD, como los contenidos de televisión por cable o algunos servicios de streaming se aseguran de que sea más difícil poder copiar su contenido. Aunque claro, todos sabemos que hoy en día esto es algo que no se puede detener, aunque sí lo hace más difícil.

Cómo funciona el HDCP

Como Funciona

Normalmente, para reproducir vídeo o audio necesitamos dos cosas: un lector (nuestro lector de Bluray, por ejemplo) y un visor (nuestra televisión). Cuando el vídeo o audio a reproducir lo requiera, el lector y el visor se identificarán con esa clave HDCP y cifrarán los datos enviados.

Con esto sólo podrán recibir contenidos los dispositivos autorizados que, por serlo, no permitirán copiarlos. Podríamos decir que la clave HDCP es la identificación para entrar en un club en el que nadie copia contenidos, y que es el único lugar para ver nuestra película. Si no cumplimos el requisito de no copiar, no entramos en el club y nos quedamos sin ver la peli.

La mayoría de reproductores DVD, Blu-Ray y en general casi cualquier aparato con una salida HDMI tienen implementado este protocolo, por lo que no nos dejan, por ejemplo, conectar el Bluray y el ordenador y empezar a copiar.

El usuario es el menos beneficiado por este sistema anticopia. De hecho, es perjudicado al hacer más difícil poder digitalizar los contenidos digitales que compra en formato físico, limitando su flexibilidad a la hora de consumirlos. El protocolo HDCP se va actualizando a lo largo del tiempo para reforzar su seguridad y que no quede desfasado.

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