LG ha aprovechado el marco de IFA para dejarnos probar una de sus televisiones (que hace a su vez las funciones de monitor, como han destacado en la feria) más especiales. Se trata del LG OLED Flex (LX3), modelo que cuenta con la particularidad de ser la primera pantalla flexible en el mundo con una diagonal de 42 pulgadas.
Esta idea no es algo completamente nuevo, y es que ya en 2021 presentaron una propuesta similar. En este caso, un panel OLED de 48 pulgadas flexible. Rivales como Corsair tienen propuestas de 45 pulgadas, pero es en el tamaño más ajustado donde LG quiere brillar con su nueva propuesta.
Hemos podido probar este panel en el marco de la feria, disfrutando de unas intensas partidas a Forza Horizon 5. Vamos a compartir contigo la experiencia de juego con este LG OLED Flex de 42 pulgadas, y a contarte cómo funciona su curvatura, ya que esta puede adaptarse completamente a las necesidades del usuario.
Plana o curva, tú decides
El LG OLED Flex es una televisión inteligente de 42 pulgadas, con resolución 4K, tasa de refresco a 120 Hz y tecnología OLED. El panel llega recubierto de un recubrimiento antirreflectante bastante eficaz, compatibilidad con las tecnologías G-Sync de NVIDIA y Freesync de AMD, y una curva 900R (puede curvarse hasta 900mm). Cuenta con dos altavoces frontales con una potencia de 40W y compatibilidad con la tecnología Dolby Atmos.
Si bien es una televisión, LG nos ha dejado probar este dispositivo haciendo las funciones de monitor. Estaba conectado a una Xbox One Series X y preparada para demostrar sus capacidades gaming. 42 pulgadas son más que suficientes si vamos a usar este dispositivo como monitor, y en un primer vistazo con su pantalla en modo curvo nos deja claro que es lo suficientemente envolvente como para crear una experiencia inmersiva en juegos.
¿Cómo cambiamos entre los modos plano y curvo? Desde el único botón que controla este monitor, y que se ubica justo debajo del mismo. Para liberar a este monitor de botones fisicos en el marco, el control completo del panel se realiza a través de este botón.
Este invoca los menús, y nos moveremos a través de ellos desplazando el botón hacia los lados y pulsándolo. En mi experiencia, es algo tedioso que absolutamente todo dependa de un solo botón, aunque la curva de aprendizaje es bastante sencilla. Una de las primeras funciones que aparece al pulsar el botón, es la de ajustar la curvatura del panel.
Desde el modo de ajuste de la curvatura, tenemos tres modos predeterminados: plana, curva al 50% o plana al 100%. Desde los ajustes de este monitor podemos crear distintos modos predeterminados, para que tengan los porcentajes que queramos. Del mismo modo, es posible ajustar el panel en porcentajes que suben de 5 en 5%, desde 0% (plano) a 100% (curvo al completo).
Cómo es jugar con este monitor de 42 pulgadas
Espectacular. La experiencia de juego con este dispositivo es excelente, y hay varias razones para ello. La primera es que, a una distancia tan relativamente corta, se disfruta especialmente la resolución 4K. Estamos ante un monitor muy nítido, pensado para correr las últimas entregas en la máxima resolución posible.
El tratamiento anti-reflejos es también digno de aplauso. Le hemos buscado las cosquillas a los ángulos de visión de esta pantalla tanto en su modo curvo como en su modo plano, y la visualización sigue siendo exquisita, por más que variemos el ángulo.
Destacar asimismo que las 42 pulgadas son bastante espectaculares para jugar, sin llegar a ser excesivas y provocar que tengamos que girar mucho la cabeza para visualizar todos los elementos de la pantalla. La recomendación aquí es jugar con el panel 100% curvo para disfrutar de la experiencia más inmersiva. La vista se mantendrá principalmente en la zona central del panel, pero tendremos esa información periférica desde los laterales curvos. Una gran experiencia.
La inteligencia artificial como principal aliado
La inteligencia artificial está (quizás demasiado) presente en este monitor de LG. Prácticamente todo quiere mejorarse bajo la misma. Una de las primeras cosas que he hecho para configurarlo ha sido cambiar el modo de color. Al eliminar las optimizaciones (la IA afecta al color, brillo, HDR, balance de blancos, etc., he descubierto la naturalidad que merecía este panel.
Balance de blancos tendiendo a neutro, aunque ligeramente balanceado hacia el cálido. Colores sin sobresaturación e iluminación controlada, especialmente en sombras. Si bien activar la IA proporciona un look más visual y espectacular, si lo que buscamos es la representación más fidedigna del contenido, conviene desactivar todas estas recomendaciones.
La IA, más allá de darle un importante boost a la calibración y sonido del monitor, tiene algunas funciones interesantes. Algunas de ellas son la optimización automática de memoria, que elimina aplicaciones y archivos temporales del televisor si llevamos tiempo sin usarlos. También es capaz de hacer un autodiagnósito del propio panel, y del estado de los altavoces. En definitiva, la IA al servicio del monitor, y siempre permitiendo al usuario que la active o no.
Este monitor es una apuesta fuerte de LG, y convence en un primer vistazo
La propuesta de LG es ambiciosa. Con sus 42 pulgadas, si bien el LG OLED Flex LX3 puede ser una perfecta televisión pequeña, cuando cobra más sentido es como monitor. Enamora en unos pocos minutos de juego, podemos usarlo para conectar nuestro PC y, mediante puertos USB-C y HDMI (LG no ha detallado aún el número de puertos), el resto de periféricos.
No hay información asimismo sobre el precio y disponibilidad de este monitor, que no se espera económico. LG tiene ya un gran competir en los paneles flexibles de no excesivo tamaño, una tendencia al alza que parece estar atrayendo cada vez más a los distintos fabricantes.
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