Los Tesla ya disponen de piloto automático, y los primeros vídeos muestran que no estamos preparados

Los Tesla ya disponen de piloto automático, y los primeros vídeos muestran que no estamos preparados

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Los Tesla ya disponen de piloto automático, y los primeros vídeos muestran que no estamos preparados

El lanzamiento de una nueva versión del software interno de los Tesla Model S ha proporcionado a los usuarios una de las características que suponen un antes y un después en el segmento del automóvil: ahora estos coches pueden conducir solos con el modo de piloto automático, sin intervención del conductor. Pero ojo: no son coches autónomos como tales.

La característica ha sido recibida con entusiasmo por los propietarios de estos coches, que no solo están usándola y colgando todo tipo de vídeos en YouTube, sino también abusando de ella con situaciones más peligrosas de lo que desearíamos. La regulación es insuficiente y aunque Tesla avisa de que la responsabilidad es del conductor, hay una amenaza creciente en el uso de esta opción.

Piloto automático, que no conducción autónoma

Nuestros compañeros de MotorPasión Futuro ya explicaron hace tiempo cómo en Tesla no conciben los coches autónomos como lo hace Google, por ejemplo. Mientras que esos coches son capaces de realizar todo el trayecto de origen a destino sin intervención del usuario, el modo de piloto automático que ha debutado en los Tesla es algo así como una extensión del control de velocidad de crucero.

La diferencia es que en este modo es el conductor el que activa y desactiva esa capacidad, pero el conductor debe seguir manteniendo una atención total a la carretera. El sistema de Tesla es más sencillo a nivel tecnológico, y no hace uso de los sensores y cámaras que son más propios de los coches autónomos de Google, pero los usuarios no parecen entender la diferencia.

Elon Musk explicaba en el lanzamiento de esta característica cómo el nuevo servicio de piloto automático aprende y mejora constantemente gracias a los algoritmos de aprendizaje automático y a los datos que se recolectan durante el uso de esta característica por parte de los conductores que lo usan.

Para Musk la ventaja de su sistema frente al de otros servicios de conducción asistida era clara: "la flota entera de Tesla opera como una red. Cuando un coche aprende algo, todos lo aprenden. Eso está más allá de lo que el resto de fabricantes de coches están haciendo".

Todos los coches de Tesla fabricados el año pasado cuentan con 12 sensores en la parte inferior del vehículo, una cámara que graba lo que ocurre delante de nosotros en el espejo retrovisor, y un sistema de radar bajo el parachoques. Esa recolección de datos es constante y se envían todos a través de la conexión inalámbrica integrada en el coche, lo que hace que todos esos datos se analicen. El debate sobre la privacidad sería de nuevo patente en este tipo de recolección de datos, pero ese aprendizaje máquina es un argumento válido para todos los que quieren sacar provecho de esta interesante característica que ya es posible utilizar en estos coches. La pregunta es si debemos hacerlo.

El Tesla no es un juguete

En Wired contaban cómo cuatro días después de que Tesla lanzara esta actualización un equipo de conductores ya veteranos en diversos ámbitos tuvieron la singular idea de cruzar Estados Unidos de costa a costa (Los Angeles - Nueva York) con el piloto automático activado casi todo el tiempo en un Tesla Model S P85D.

Lo lograron en un tiempo de 58 horas y 48 minutos en el que se incluía las paradas para recargar y en el que según los conductores el 96% del tiempo la conducción fue llevada a cabo con esa característica de piloto automático. La velocidad media fue de 83,36 km/h, pero en muchos tramos llegaron a usar el modo autónomo a 140 km/h, algo que de hecho no es recomendable.

A esas velocidades un conductor humano busca el ápice (apex) de la curva, pero el algoritmo de Tesla se limitaba a seguir las líneas de carril: "Si no hubiera tenido mis manos en el volante, preparado para tomar el control", admitía uno de los conductores, "el coche se habría salido de la carretera y nos hubiéramos matado", concluía, aunque señalando eso sí que "fue culpa mía por establecer una velocidad más alta de la que el sistema es capaz de compensar".

Responsabilidades y regulación

Lo cierto es que por mucho que el logro de estos tres conductores llame la atención, la responsabilidad en un accidente no sería de Tesla, sino del conductor. La regulación es ahora difusa en este apartado y como explicaba un experto en leyes mientras no pase nada las compañías pueden evitar problemas, pero si hay un accidente grave las cosas podrían cambiar, y mucho.

Algunos conductores no parecen darse cuenta de las limitaciones del sistema de Tesla, que ni siquiera está tan preparado para esa conducción autónoma como lo hacen los coches de Google o Audi. La National Highway Transportation Safety Administration de los Estados Unidos tiene una escala para calificar a coches autónomos, y está en el segundo nivel de autonomía de los cuatro disponibles para estos vehículos.

O los conductores de los Tesla no han entendido el mensaje, o el fabricante no ha sabido darle la importancia necesaria, porque lo cierto es que un buen número de conductores están colgando vídeos en YouTube en los que se aprecia cómo el coche está a punto de perder el control en situaciones como curvas o conducción bajo la lluvia.

Señores conductores de Tesla: el modo de piloto automático no es un juguete,: es una beta que no debería ser evaluada alegremente en carreteras en las que hay peligros no solo para el propio conductor, sino para el resto de los coches que siguen circulando. La cuestión ya no es si podemos acceder a coches autónomos: está claro que sí. La cuestión es si debemos usarlos, cómo, y cuándo.

Vía | Wired
En Xataka | ¿Está preparado el mundo para el coche autónomo? Debate y situación legal por países

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