De todos los avances tecnológicos de los últimos años, hay uno que generalmente pasa desapercibido en una primera aproximación pero supone, al mismo tiempo, una auténtica revolución en la forma en la que nos relacionamos con la tecnología.
Ese avance es “la nube”, capaz de operar cambios sustanciales en nuestros hábitos, usos y costumbres sin que nos demos cuenta de ello. Pero un buen día, en vez de usar la música almacenada en nuestro ordenador o nuestro móvil, empezamos a usar Spotify. Otro día, vemos películas en Amazon o Netflix, Sky o HBO. En vez de ir al banco, usamos la app de banca online y en vez de imprimir el billete de avión, lo tenemos en nuestro móvil.