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Nueve cosas que no te imaginas poder hacer con el móvil y 41 que ya haces

Nueve cosas que no te imaginas poder hacer con el móvil y 41 que ya haces
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El móvil se ha convertido en la herramienta tecnológica por antonomasia. Según estudios de eMarketer, en 2016 había 4.300 millones de teléfonos móviles. No todos ellos son smartphones, con porcentajes de terminales inteligentes de entre casi el 79% para Estados Unidos, alrededor del 72% en Europa Occidental y del 50% en América Latina.

La clave del éxito del smartphone (una de ellas) radica en su capacidad para asumir tareas que antes solo se podían realizar con dispositivos diseñados a medida para ello. El caso más evidente es el de la fotografía, pero hay muchos más, algunos asociados a las miles de aplicaciones que buscan hacernos la vida más fácil, como ocurre con las conexiones sencillas de Lowi.

Las mil y un caras de un móvil

Reloj, calculadora, cronómetro, espejo, pero también nos encontramos con el smartphone como medio de pago, asumiendo el papel de tarjeta de crédito; como cuaderno de notas o como reproductor multimedia. Si lo acompañamos de un dispositivo como un Chromecast o una Smart TV conectada, es también un centro de ocio para ver series y películas a partir de servicios de streaming. Gracias a sus sensores de posición y movimiento, es un GPS para el coche o un monitor de actividad capaz de contar pasos, medir distancias y ofrecer estadísticas sobre nuestras actividades al aire libre.

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También es un acompañante perfecto para correr o salir en bicicleta, y medir los parámetros deportivos de esas actividades. En otro orden de cosas, hace las veces de sexto sentido, con habilidades tales como el reconocimiento de una canción que está sonando, o haciéndonos saber qué tiendas, servicios o puntos de interés hay a nuestro alrededor.

En viajes, es capaz de ser nuestra tarjeta de embarque o nuestro billete de tren o autobús. Lo usamos como grabadora de voz, como “llave” para entrar en lugares con acceso mediante autenticación electrónica, para leer el periódico o una revista o un libro electrónico. Por supuesto, nos comunicamos gracias a él de muchas formas diferentes, tanto mediante mensajes de texto como de voz o vídeo.

Paralelamente, el smartphone se usa para trabajar con aplicaciones como Office, PowerPoint o Excel, asumiendo el papel de un ordenador o una tableta. La edición de fotos y vídeos también se puede hacer cómodamente desde el móvil con aplicaciones diseñadas especialmente para este hardware.

Lo usamos de linterna, como sistema de geolocalización de personas, para gestionar redes sociales e incluso administrar un blog. Un móvil permite que gestionemos nuestras finanzas, tanto para llevar cuenta de los movimientos bancarios como para acceder a la administración electrónica. También es una estupenda agenda, con avisos y recordatorios de citas, eventos o reuniones.

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Dentro de usos profesionales, como en los cines, el smartphone se emplea para programar las proyecciones en las diferentes cabinas. Sustituye a las tarjetas de visita en favor de plataformas como LinkedIn. Hasta podemos utilizarlo como TPV para cobrar a los clientes usando sus tarjetas de crédito.

Los smartphones más avanzados, con punteros electrónicos, también facilitan a los diseñadores y creativos bocetar o trabajar con proyectos dentro del área del diseño gráfico. Asimismo, son una ventana abierta para ver las emisiones de cámaras de vigilancia locales o remotas. Tenemos acceso a los recibos de la luz, el agua o el gas. Por supuesto, navegamos por Internet y también lo usamos para escanear cupones de descuento para restaurantes y otros establecimientos.

general

Con los accesorios adecuados y la oferta personalizada de Lowi, podemos usar los smartphones más potentes como si fueran ordenadores conectados a una pantalla, un ratón y un teclado; y también como control remoto para la tele o la cadena de sonido. Los hay que tienen radio FM para escuchar las emisoras de toda la vida. También se asocian con aplicaciones en sectores como los seguros, siendo una forma sencilla y rápida de aportar pruebas documentales sobre un incidente en un momento dado.

Conectado a un servicio de domótica, permite gestionar la temperatura de la casa remotamente, o las luces. Podemos pedir un coche o un taxi. Incluso será posible hablar con el teléfono y hacerle preguntas sobre qué tiempo habrá, cómo ir a un punto dado o dónde encontrar una tienda determinada. El móvil también es un escáner con reconocimiento óptico de caracteres capaz de convertir en PDF un documento que fotografiemos con la cámara.

Como traductor también funciona muy bien, al mismo tiempo que paralelamente ha ocupado el lugar de las consolas de videojuegos, ya sea para jugar al solitario o para conducir coches deportivos o de carreras. También hay juegos de rol, arcades, e incluso emuladores para jugar con títulos de hace años.

consola

Con un smartphone podemos conocer la calidad del aire, así como la temperatura y otros datos meteorológicos. También es posible convertirlo en un planetario o como **asesor de moda, indicándonos si una prenda nos queda bien o mal.

Lo que podremos hacer en el futuro

Los usos del smartphone se cuentan por decenas en todas las áreas de nuestra vida. Pero con todo, las predicciones y proyecciones de futuro son aún más espectaculares en campos que ahora se tocan de un modo tangencial, debido a sus implicaciones para la salud o la privacidad.

El progreso en los usos y aplicaciones de los móviles va de la mano de los avances en inteligencia artificial, biometría o en la electrónica, convirtiendo al smartphone en un intermediario más que en un dispositivo.

El médico en el móvil

Los avances en el desarrollo de sensores, así como el progreso en el diseño de sistemas expertos (familiarmente lo que se conoce como inteligencia artificial), permitirán que usemos el smartphone como médico. A través de muestras tales como el aliento o la saliva, recogidas mediante sensores conectados a nuestro móvil y analizadas remotamente por sistemas médicos automatizados, podremos conocer si padecemos o estamos predispuestos a padecer enfermedades.

medico

El análisis del genoma es otra de las aplicaciones futuras de los smartphones a través de accesorios y apps instalables por los propios usuarios.

Adiós al dinero, bienvenidos a las fintech

A día de hoy ya se puede pagar con el móvil, pero se trata de iniciativas aisladas, que no siempre funcionan en todos los establecimientos o regiones geográficas. De hecho, en el futuro, será el dinero físico el que dejará de existir.

Es más, habrá monedas “digitales” gestionadas por entidades o marcas del estilo a las que ya se usan en entornos tales como los festivales de música. La gestión del dinero se hará directamente desde el móvil, sin intervención de oficinas. El móvil será la oficina a partir de los avances de las empresas fintech, sean estas gestionadas por bancos clásicos o por otras entidades financieras.

dinero

Aspectos como la gestión de impuestos, se podrán procesar en tiempo real, de modo que siempre estemos al día con nuestras obligaciones fiscales sin necesidad de los controles trimestrales o anuales de ahora.

El asesor en el smartphone

Los sistemas expertos no solo tienen implicaciones en la salud. El derecho es otro campo que se beneficiará de estos avances, convirtiendo a nuestro smartphone en un bufete virtual. Si tenemos alguna duda legal, enviando los documentos que sean menester a través del smartphone a un abogado virtual, podremos conseguir asesoramiento y realizar los procedimientos legales que sean menester sin necesidad de acudir a un bufete.

Asesor

Lo mismo sucederá con otras asesorías, como las financieras, en escenarios donde el móvil será el intermediario entre nosotros y la nube, estemos conectados mediante a través de la red móvil de nuestra operadora o vía WiFi.

Pantallas de 100’’ en el móvil

La proyección es otra de las habilidades que tendrán los móviles del futuro. Los avances en la potencia lumínica de los LED, así como los progresos en baterías y en gestión de energía de la electrónica, permitirán integrar proyectores de alta calidad en los terminales.

No es nuevo, pero de momento solo encontramos la proyección en algunas tabletas, debido sobre todo a las limitaciones de los LED que se pueden usar hoy en día. En un futuro cercano podremos tener pantallas de decenas de pulgadas con un brillo y contrastes “usables”.

proyector

El sexto sentido, casi literal

Los smartphones del futuro tendrán la capacidad de aumentar nuestras capacidades sensoriales, convirtiéndose en sí mismos en un sentido más. Aplicaciones como Shazam en la actualidad ya cumplen con este papel, pero, en unos años, los smartphones, a través de accesorios tales como los “pinganillos” inalámbricos, podrán monitorizar lo que oímos o lo que hay a nuestro alrededor para estar “atentos” a lo que decimos, nos dicen o a lo que hay a nuestro alrededor, ofreciendo datos e información contextual en tiempo real.

Imaginad que estamos hablando de cine y no recordamos el nombre de un actor. Con estos sistemas de realidad aumentada, podremos tener esos datos en nuestro oído o pantalla de un modo automático, al estar nuestros asistentes personales atentos a nuestras dudas y lagunas de conocimiento.

Wireless Large

Otro tanto pasará con las cámaras, cuyas imágenes podrán procesarse en tiempo real para ofrecer información sobre lo que hay a nuestro alrededor.

Con el móvil al fin del mundo

En un futuro donde la movilidad dependerá sobre todo de transportes compartidos y multi modales, el smartphone será nuestra guía para llegar a cualquier destino del modo más eficiente y rápido.

Podremos usar servicios diversos como el transporte público, taxis, bicicletas compartidas, trenes o incluso aviones o coches particulares compartidos para movernos, usando el smartphone como sistema de acceso a esos transportes y gestor de las transacciones que intervengan en estos desplazamientos.

bici

De este modo, se racionalizará el uso de los transportes y se eliminará la necesidad de tener vehículo en propiedad. Además, las capacidades de traducción simultánea de los móviles harán que sea mucho más sencillo comunicarnos en nuestros viajes. Oiremos y hablaremos en idiomas desconocidos a través de los sistemas de traducción en la nube y tecnologías de comunicaciones de muy baja latencia, como la futura 5G.

El móvil como superordenador

Los avances en la computación en la nube permitirán que usemos el smartphone como ordenador de alto rendimiento. Con periféricos adecuados y conexiones de acceso remoto a los servidores de Google, Amazon o Microsoft, podremos disfrutar de servicios y aplicaciones de todo tipo que se estarán ejecutando sobre ordenadores con miles de procesadores, centenares de Gigas de RAM y discos ultra rápidos.

Lo que se pueda hacer en el smartphone se hará en él, pero las tareas más exigentes se ejecutarán en la nube. Y ni nos enteraremos de que la edición del vídeo que hemos grabado con el móvil se está llevando a cabo en la nube en vez de en el terminal. 5G tiene, entre otras mejoras, la reducción de la latencia como una de sus cualidades más notorias.

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La voz en vez del teclado

Apple, con sus AirPod, ha puesto el énfasis en el uso de la voz como interfaz para el smartphone. Ha llegado antes de tiempo, pero la tendencia es la de sustituir el teclado físico por la interacción vocal con nuestros dispositivos.

En el futuro no será extraño que apenas sí tengamos que usar el móvil físicamente, dependiendo de la voz y las respuestas habladas para interactuar con los servicios y aplicaciones. En este sentido, el móvil podría reducirse prácticamente a un pinganillo. Como sucedía en la película “Her”, por ejemplo.

El smartphone conectado a nuestro cerebro

Una de las “promesas” de futuro que se antojan como más “visionarias” es la de Elon Musk y su empresa Neuralink, centrada en el diseño de interfaces entre máquinas y el cerebro a nivel orgánico. Con todo lo que ello tiene de atractivo, los plazos que maneja Musk parecen demasiado optimistas a la vista de la cantidad de controles, certificaciones y ensayos clínicos que se necesitan antes de validar una aplicación como la que propone Neuralink.

apps

En cualquier caso, su promesa está ahí, y aunque haya que manejarla con cuidado, si consigue sus propósitos, será una revolución en el uso de la tecnología. Eso está claro.

Los usos futuros del smartphone están condicionados sobre todo por los avances en la nube y en la conectividad, donde 5G jugará un papel muy relevante de cara a hacer realidad muchas de estas aplicaciones planteadas en este artículo. Todos esos usos comparten objetivo con Lowi: simplificar nuestro día a día gracias a la tecnología.

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