Google acaba de abrir la lista de espera para probar Bard. Se trata del chatbot conversacional integrado en el buscador de la compañía de Mountain View que pretende competir con el nuevo Bing de Microsoft y con ChatGPT de OpenAI.
En este despliegue inicial, los usuarios de Estados Unidos y Reino Unido pueden apuntarse en bard.google.com para probar la mencionada aplicación de inteligencia artificial hasta que se expanda a más países "con el paso del tiempo".
Bard, el chatbot de Google, aparece en escena
Desde que fue anunciado a principios de febrero, Bard ha estado disponible para unos pocos “testers de confianza”. Ahora, sin embargo, se acaba de dar un importante paso que sienta las bases para un futuro lanzamiento general.
Ya no es necesario ser un tester seleccionado para probar la versión inicial de Bard. Con la llegada de la lista de espera, solo basta con residir en alguno de los países que se irán anunciando, que en este momento son Estados Unidos y Reino Unido.
Al momento de recibir acceso, los usuarios se encontrarán con una interfaz de chat muy parecida a la que encontramos en el chat de Bing o ChatGPT a través de la cual podrán interactuar a través de mensajes escritos.
Según Google, la herramienta es ideal para “impulsar la productividad humana, la creatividad y la curiosidad”. Y, como decimos, se presenta como un complemento del buscador, por lo que puede recurrir a información actualizada de Internet (el conocimiento de ChatGPT llega hasta 2021).
De momento no hay calendario preciso sobre las siguiente etapas del proyecto. Sabemos que la lista de espera se irá expandiendo, pero no sabemos a qué ritmo. Tampoco hay certezas sobre el despliegue general de Bard.
Puede resultar un tanto extraño, pero específicamente en la implementación de esta tecnología es Google quien está detrás de Bing. Los de Redmond ya han habilitado el acceso masivo a chatbot conversacional desarrollado con GPT-4.
En las oficinas de Mountain View todavía prima la cautela. Siguen avanzando lentamente y defienden su estrategia al asegurar que su prioridad es la calidad y la seguridad. Ciertamente, otro paso en falso podría costarle muy caro.
Recordemos que la expectación en torno a Bard era enorme y el día de su presentación respondió mal una pregunta, lo que le costó millones de dólares a sus creadores. Aunque ningún modelo de IA está exento de cometer errores, aparentemente en Google no quieren volver a pasar por la misma situación.
Imágenes: Google
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