La industria relojera clásica, principalmente afincada en Suiza, está moviendo piezas para que el fenómeno smartwatch no les pille con el pie cambiado. Son muchos los que piensan que son mercados diferentes, pero hay otros que deberían alistarse a alguna plataforma o fabricante que ya controle la tecnología necesaria.
Lo que vamos viendo es que Swatch va por libre, y otras empresa ilustres simplemente deciden que sus relojes no se tocan en forma y diseño, pero que pueden hacer un esfuerzo y meter dentro monitores de actividad. Es el caso de la iniciativa Motion X, en la que están enrolados nombres como Alpina, Mondaine y Frederique Constant.
Añadiendo inteligencia en la correa
Tenemos a otros que están interesados en conseguir que nuestra pulsera sea inteligente añadiendo módulos, me explico mejor: colocando el cerebro en la correa de un reloj clásico, tradicional. Los primeros que nos enseñaron la idea son los relojes de Montblanc.
Pues en un movimiento parecido tenemos a otro ilustre como IWC Schaffhausen, que quiere dotar de mayores posibilidades a cualquiera de sus relojes, añadiendo un pequeño dispositivo en la correa. Del tamaño de un botón, será conocido como IWC Connect:
Tenemos que esperar a conocer más sobre IWC Connect, pero parece que no habrá relación real entre él y el reloj
El producto parece ser más sencillo de lo que podríamos pensar. No hay pantalla, no hay notificaciones que mostrar, por lo que la cosa queda más en un accesorio oficial para relojes suizos, que un producto con mayores aspiraciones, como puede ser el de Montblanc, en el que hay pantalla OLED, controles y notificaciones.
Tag Heuer va con Google
En un nivel diferente tenemos a aquellos que sí han decidido ir con una plataforma importante. Hablamos de Tag Heur, que se decide por Google y su Android Wear, que además llevarán hardware firmado por Intel. Demasiados peces gordos en un mismo sitio, parece la propuesta más golosa para el que busque un reloj que ofrezca imagen y tecnología. En octubre sabremos más.
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