En los noventa el sonido de los faxes provocaba la misma sensación de novedad que la notificación de un nuevo correo electrónico o un WhatsApp en la actualidad, y eran la herramienta más rápida para enviar documentos a larga distancia. Después, internet expandió sus dominios y su protagonismo en el intercambio de textos decreció, pero nunca ha llegado a extinguirse. De hecho, en la actualidad su mercado sigue siendo amplio y saca novedades con funciones para la nube, pantallas táctiles e incluso existen servicios de fax completamente digitales.
La mayoría de los faxes que se venden en la actualidad se integran en dispositivos multifunción que son, al mismo tiempo, impresora, escáner y fax. Brother, uno de los principales fabricantes de estos equipos, asegura que en 2019 se vendieron 380.000 de ellos en España y más de 430.000 en 2020, según sus datos del sector.
También hay modelos que incorporan los sistemas de computación más actuales, como los faxes cloud del fabricante Lexmark, que en lugar de conectarse mediante el cable telefónico envían los documentos a través de la nube.
Tanto se siguen usando estas máquinas que Lexmark lanzó hace menos de un mes cinco nuevos equipos multifunción con faxes incorporados y conexión cloud, tres en color (Lexmark MC3224i, MC3326i y MC3426i) y dos en blanco y negro (Lexmark MB2236i y MB3442i). Y equipos multifunción de HP, Kyocera o Brother lanzados en los últimos años también los incorporan. Brother va incluso más allá y en su catálogo dispone de un dispositivo que sólo tiene la función de fax, el FAX-2845 láser monocromo.
“Los faxes siguen siendo un formato de comunicación recurrente para enviar y recibir notificaciones y darles oficialidad de manera legal. Sirven como prueba válida y crean documentos auténticos y originales. Su principal valor es que son un sello de tiempo, con el que queda evidencia del emisor, el receptor, cuándo lo ha recibido y qué contienen”, explican desde Brother.
Por lo tanto, las empresas y los organismos estatales los siguen utilizando para enviar documentos que necesiten respaldo legal, como contratos, licencias, herencias o requerimientos judiciales. También son una buena alternativa, según afirman los fabricantes, para acelerar el intercambio de albaranes, ya que al introducirlos en el fax se mandan directamente sin necesidad de digitalizarlos.
El fax virtual
Además de los dispositivos físicos, también existen plataformas de faxes virtuales que permiten enviar este tipo de comunicaciones con respaldo legal sin necesidad de disponer de máquinas, conexión telefónica o software adicional.
Una de esas webs es Fax virtual, que da la posibilidad de enviar documentos desde el correo electrónico con categoría de fax. Con esta empresa el usuario adjunta la comunicación que desea mandar en PDF y escribe en el asunto del correo su número de fax y una coletilla que la empresa le da cuando contrata sus servicios, que son de pago por suscripción. Ese email llega al servidor de la compañía y ésta se encarga de enviar el fax y mandar al remitente un acuse de recibo digital y válido a su email.
Correos es otra de las empresas que proporcionan servicios de esta naturaleza, en su caso de pago por uso. La compañía postal permite el envío de burofaxes desde su plataforma web con la opción de entregarlos físicamente en el domicilio del destinatario o en otra oficina de Correos.
No obstante, la pega de estos servicios es que el usuario tiene que digitalizar previamente el documento que desee enviar, ya que normalmente, al ser textos legales, suelen estar en formato físico para la rúbrica de firmas y sellos de los interesados.
“Con los equipos multifunción que incorporan fax no es necesario involucrar un ordenador para hacer el envío y, además, el acuse de recibo llega de manera directa y automática, algo crucial para para quienes trabajan a diario con pedidos, inventarios o albaranes”, explican desde Brother.
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