CPD: qué es un centro de procesamiento de datos y cómo funciona

CPD: qué es un centro de procesamiento de datos y cómo funciona
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Prácticamente todas las empresas, públicas y privadas, tienen su centro de datos, bien propio o bien alojado en un tercero (cuando no ambos). Aunque tradicionalmente las empresas construían su propia instalación, en la actualidad, se pueden alquilar servidores en una empresa de colocación, usar servicios de centro de datos administrados por un tercero o usar servicios públicos basados en la nube.

Pero, ¿qué es exactamente un CPD?

El centro de todos los datos corporativos

Resumiéndolo, podemos decir que un centro de procesamiento de datos (o CPD) es la instalación que centraliza las operaciones y la infraestructura de TI de una organización, en la que se almacenan, procesan, tratan y difunden datos y aplicaciones.

Un centro de datos suele reunir muchos servidores, tanto de procesamiento como de almacenamiento y redes, y suele tener algunos de los activos más críticos e importantes de una organización. Estas grandes instalaciones consumen mucha energía y, al reunir tantos equipos en tan poco espacio, necesitan de unos buenos sistemas de ventilación y refrigeración para mantener unas óptimas condiciones de trabajo.

Los centros de datos pueden ser relativamente pequeños y ocupar una sala u oficina. Pero también pueden ser gigantescos espacios destinados, por ejemplo, a albergar la nube de los grandes jugadores como AWS o Microsoft Azure. En todos ellos, la seguridad (tanto física como lógica) y confiabilidad son dos de los aspectos más importantes y cruciales para su operación y mantenimiento.

Tipos de centros de datos

En 2005, el Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI) y la Asociación de la Industria de las Telecomunicaciones (TIA) publicaron una serie de estándares para los centros de datos. Estos documentos establecen cuatro niveles o tipos de CPD, cada uno de ellos con sus respectivas pautas de diseño e implementación.

Por hacernos una idea, un centro de datos de nivel uno es básicamente una sala de servidores modificada, mientras que un centro de datos de nivel cuatro tiene los niveles más altos de confiabilidad y seguridad del sistema.

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Componentes de un centro de datos

En cualquier caso, e independientemente de su tamaño o clasificación, los centros de datos suelen estar compuestos por una serie de elementos técnicos comunes, que se pueden dividir en cuatro grandes áreas:

  • Computación: la memoria y la potencia de procesamiento para ejecutar las aplicaciones, generalmente proporcionada por servidores de alta gama.
  • Almacenamiento: los datos importantes de la empresa se almacenan en diferentes soportes. desde cintas hasta unidades de estado sólido, con múltiples copias de seguridad.
  • Redes: interconexiones entre los componentes del centro de datos y el mundo exterior, incluidos enrutadores, conmutadores, controladores de entrega de aplicaciones y más
  • Seguridad: como veíamos antes, la seguridad de la propia instalación ante caídas de tensión, desastres naturales, incendios, robos o accesos no autorizados es una parte fundamental de los CPD, quienes también refuerzan la seguridad de todos los datos que gestionan y almacenan.

El papel del centro de datos

Los centros de datos son una parte fundamental de las empresas. Al igual que dos ordenadores conectados en una red local, los servidores de Internet envían información a diferentes dispositivos y equipos a través de conexiones de red. Los datos almacenados en un servidor se dividen en paquetes para su transmisión y se envían a través de los enrutadores, que determinan la mejor ruta para que viajen esos datos, a través de una serie de redes cableadas e inalámbricas, para llegar a un proveedor de servicios de Internet y, en última instancia, un ordenador.

Entre sus múltiples funciones están:

  • Almacenamiento, gestión, copia de seguridad y recuperación de datos
  • Aplicaciones de productividad, como correo electrónico
  • Transacciones de comercio electrónico de gran volumen
  • Big data, aprendizaje automático e inteligencia artificial

Dependiendo de su tamaño y de las funciones que vaya a asumir, un CPD puede variar mucho en extensión y composición. Es decir, no es lo mismo una instalación de este tipo para Amazon, que tiene que satisfacer las demandas en la nube de clientes de todo el mundo, que el CPD de la Seguridad Social o de una empresa de tamaño medio o pequeño.

En cualquier caso, dado que en ellos residen las aplicaciones y los datos críticos para el negocio, suelen contar, tanto las instalaciones como los equipos, con importantes medidas de protección, tanto físicas como contra intrusos y ataques cibernéticos.

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Cómo se construyen

Construir un CPD no es fácil, especialmente si este va a ser utilizado por varias empresas o va a suponer un centro de la nube de cualquiera de los jugadores que hay en el mercado.

La localización de este espacio debe cumplir una serie de requisitos técnicos y geográficos. Debe permitir que el CPD pueda “crecer” y expandirse en el futuro, en una zona región sísmicamente estable y alejada de zonas de inundación. El estándar TIA 942 (que contiene propuestas y recomendaciones para el diseño de centros de datos) habla de la capacidad de resistir incluso una inundación de 500 años.

Además, debe ser una ubicación con un acceso de alta calidad tanto a la energía eléctrica como a la conectividad a Internet, generalmente por fibra. Cabe recordar que los centros de datos son una de las instalaciones que consumen más energía. El diseño del CPD, por cierto, debe optimizar el espacio y el control ambiental para mantener el equipo dentro de rangos específicos de temperatura y humedad y, de paso, la factura eléctrica. De hecho, la refrigeración de los servidores sigue siendo uno de los terrenos en los que más innovan las empresas que tienen negocio en el terreno de los CPD.

Una vez construido, hay que dotarlo de lo que serán sus equipos principales, tanto de hardware como de software y networking: servidores, racks de almacenamiento; infraestructura de red, como conmutadores y enrutadores; y varios elementos de seguridad de la información, como firewalls…

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Además, los CPD deben tener otra infraestructura: la de soporte, la que garantiza que, ante cualquier eventual problema, los sistemas van a seguir funcionando. Algunos componentes para la infraestructura de soporte incluyen fuentes de energía ininterrumpida (UPS), generadores alternativos, acondicionadores de aire para salas de ordenadores, sistemas de seguridad física y todo el personal encargado de monitorizar las operaciones y mantener los equipos de infraestructura y TI las 24 horas. Un personal que incluso tiene que encerrarse y dormir allí cuando las condiciones climatológicas son especialmente adversas.

Un sector en crecimiento

Hasta hace no mucho, las empresas tendían a construir sus propios centros de datos o utilizar un proveedor de alojamiento o un socio de servicios administrados. Pero el auge de la infraestructura como servicio (IaaS) de proveedores en la nube como Amazon Web Services y Microsoft Azure ha hecho que cada vez más empresas decidan tener un centro de datos virtual en la nube con algunos de estos jugadores.

En 2019, por primera vez, las empresas gastaron más en servicios de infraestructura en la nube que en hardware de centros de datos físicos. Más de la mitad de los servidores vendidos se destinaron a los centros de datos de los proveedores de la nube.

La pandemia de la Covid 19 no ha hecho sino acelerar la importancia de los Centros de Datos. El año pasado en Europa su consumo energético estableció un nuevo record que se espera que se vuelva a romper en este 2021.

Sin embargo, esto no quiere decir que los centros de datos locales vayan a desaparecer. Siguen siendo un recurso fundamental para la infraestructura de las empresas, quienes siguen teniendo en la nube híbrida una parte importante de su apuesta tecnológica.

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