Kingston Wi-Drive, análisis

Kingston Wi-Drive, análisis
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Recientemente, Kingston ha lanzado al mercado un disco duro de bolsillo llamado Kingston Wi-Drive. Disponible en dos tamaños de 16 y 32GB, este pequeño dispositivo es más bien una memoria flash con una particularidad: es capaz de crear su propia red WiFi.

Kingston ha concebido el dispositivo como un accesorio con el que poder almacenar y reproducir contenidos multimedia en un iPod, iPhone o iPad mediante la correspondiente aplicación descargable desde la App Store. En el laboratorio de Xataka hemos tenido la oportunidad de probar el Wi-Drive a fondo y la realidad es que es un dispositivo mucho más útil, versátil y, sobre todo, compatible más allá de los productos Apple.

Diseño exterior

Comencemos haciendo un repaso muy rápido al físico del Wi-Drive. Con el tamaño aproximado de un smartphone (121.5 × 61.8 × 9.8 milímetros) y un peso inferior a los 100 gramos, el Wi-Drive es extremádamente cómodo de llevar gracias a su carcasa de bordes redondeados.

Kingston Wi-Drive

Técnicamente. Toda la configuración del dispositivo se hace de forma remota. Sus controles físicos se reducen a un botón de encendido en el lateral, un pequeño agujero para resetear la unidad insertando un clip o similar, y dos LED de estado. La autonomía de su batería ronda las cuatro horas emitiendo.

Kingston Wi-Drive

Para llenar el Wi-Drive de contenidos basta con conectarlo a cualquier equipo (PC o Mac) mediante un cable MiniUSB del que también obtiene la carga. Al conectarse, el Wi-Drive se comporta como cualquier otra unidad externa. Puestos a sacar pegas, la conexión podría haber sido MicroUSB, que es un estándar mucho más universal y permitiría alimentar el dispositivo con los cargadores de cualquier smartphone del mercado.

Configuración remota

Si tenemos un iPhone, iPod Touch o iPad, basta con descargar la aplicación Wi-Drive de la App Store. Nada más arrancarla, el software nos preguntará si queremos que el Wi-Drive cree su propia red o que se conecte a una zona WiFi ya establecida. En el primer caso, conviene saber que la red que el Wi-Drive crea por defecto está abierta, así que lo primero que habrá que hacer en la configuración será encriptarla y protegerla de ojos ajenos con una contraseña.

La última versión del software Wi-Drive no sólo permite reproducir, subir o descargar archivos, también permite transferir ficheros de hasta 10MB a la dirección del dispositivo enviándolos por correo electrónico.

Kingston Wi-Drive

Huelga decir que, para reproducir los archivos, el dispositivo que usemos como cliente (iPad, iPhone o, como veremos en breve, lo que sea) debe contar con el software apropiado de reproducción. El Wi-Drive es sólo un sistema de almacenamiento inalámbrico. Nada más.

¿Sólo para Apple?

Por algún motivo que no acertamos a entender, en Kingston han decidido vender el Wi-Drive como un accesorio para dispositivos Apple. La realidad, sin embargo, es que la aplicación Wi-Drive no es más que un interfaz que da acceso a una dirección IP gestionada mediante el correspondiente servidor HTTP tipo Apache. En otras palabras, que basta introducir la dirección en un navegador web (la IP por defecto es 192.168.200.254) para acceder a la estructura de directorios y a los archivos de configuración.

Kingston Wi-Drive

En nuestras pruebas hemos accedido sin problemas al Wi-Drive desde un Mac, desde un portátil PC y desde un tablet Android. La experiencia de navegación no es, eso sí, tan agradable como en la aplicación nativa y depende bastante del navegador que utilicemos. La contraseña que hayamos introducido al principio también salta, así que no hay problemas de seguridad. De esta forma podemos bajar archivos, subirlos o reproducirlos.

Kingston Wi-Drive. La opinión de Xataka

Al Wi-Drive sólo le vemos dos inconvenientes: que su capacidad y su autonomía son bastante limitadas. Con todo, como concepto nos parece sencillamente fabuloso. Ojalá todos los discos duros del mercado brindarán la posibilidad de que varios usuarios se conectaran a ellos simultáneamente y sin cables.

Disponible en capacidades de 16 y 32GB a un precio de 99 y 129 euros respectivamente, el Wi-Drive es un poco caro para lo que ofrece. Esperamos que Kingston lo venda bien y saque más versiones porque la idea es muy, muy útil para trabajo y ocio.

Más información | Kingston

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