Para volver a jugar, los dos mejores lanzadores de cricket deben examinarse ante detectores de movimiento

Para volver a jugar, los dos mejores lanzadores de cricket deben examinarse ante detectores de movimiento

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Para volver a jugar, los dos mejores lanzadores de cricket deben examinarse ante detectores de movimiento

Si en el fútbol pensamos que la labor del árbitro a la hora de decidir sobre un penalti es compleja y vemos año tras año cómo pese a ello la tecnología está más bien vetada, hay un regla en el criquet que necesita de avanzados sensores y sistemas de captura del movimiento. Y no temen usarlos. De hecho los necesitan.

Cuando un jugador de criquet lanza una bola al bateador, la principal regla que debe cumplir indica que ha de soltar la bola justo cuando su brazo ha pasado la línea de su hombro. De no hacerlo así, el lanzamiento se parecería más al de beisbol, lanzando la bola en vez de soltándola, y eso no está permitido. Esta regla es tan estricta que en el próximo Mundial de Cricket no podrán participar los dos mejores lanzadores del mundo porque necesitan que un sistema de captura de movimiento confirme técnicamente que no hacen trampa.

La tecnología de un smartphone para detectar a tramposos

En el reglamento del cricket, inicialmente el brazo debía estar completamente estirado y recto a la hora de soltar la bola, pero precisamente con estudios biométricos posteriores se comprobó que era imposible realizar un lanzamiento así. Todos los jugadores, incluso los de más calidad, doblaban algo el brazo antes de soltar la bola. Una primera modificación permitía un ángulo de hasta 5 grados antes de soltar la bola desde que el brazo alcanza la vertical del hombro, pero fue insuficiente. Esa permisividad ahora es de 15 grados para el lanzador.

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Y ahí reside la polémica más habitual y contundente en el juego: ¿cómo puede un árbitro interpretar correctamente el ángulo con el que lanza un jugador? Hace un par de años se propuso un sistema basado en dos sensores colocados en el brazo del jugador, los cuales enviaban información a un receptor que hacía saltar una alarma en caso de infracción. Por ahora no cuenta con la aprobación del ICC (Internacional Cricket Council), pero hay jugadores que lo usan en sus entrenamientos para mejorar la posición y fiabilidad de sus lanzamientos.

Otro sistema que se está probando a nivel interno en la ICC usa acelerómetros y giroscopios como los que lleva un smartphone. Colocados en una codera permitirían conocer en tiempo real la inclinación del codo y hombro y determinar si la regla de los 15 grados se cumple o no. Pero por ahora no cuenta con la aprobación oficial ya que un simple desplazamiento del equipamiento falsearía los datos.

Cámaras, radares y detectores de movimiento para analizar los lanzamientos

La ICC realizó el pasado año 2014 la mayor cantidad de suspensiones de jugadores internacionales por engaños con sus lanzamientos. Fueron 6, pero nunca habían sido tantos. Los más sonados han sido los de los dos mejores lanzadores. Uno de ellos, el pakistaní Saeed Ajmal, ha pasado los últimos cuatro meses perfeccionando su técnica para conseguir la aprobación de la ICC y volver a competir. Ya la tiene, pero no llegó a tiempo para entrar en la convocatoria de su selección para el mundial.

El caso del otro jugador es todavía más llamativo. El no acudir al Mundial ha sido decisión suya, con el objetivo de evitar penalizar a su selección y a sí mismo tras ser acusado en un amistoso de un lanzamiento ilegal. Sunil Narine, de la selección india, sufriría una sanción importante si es pillado en competición oficial, así que ha preferido asegurar su técnica con ayuda de equipos de análisis de sus movimientos.

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La comprobación de que un jugador lanza como dicta el reglamento tras una sospecha se realiza en uno de los cuatro centros que la ICC tiene en Australia, India, Inglaterra y Gales. Y el proceso se alarga durante 3 semanas, tiempo que desde la ICC prometen mejorar.

En esos centros se colocan marcadores en los puntos críticos como son hombro, muñeca y codo, de manera que el reflejo que realizan al proyectarles luz, ayuda a las cámaras detectoras de movimiento, radares y sensores de infrarrojos a trazar el recorrido del brazo en tres dimensiones. Con esas imágenes y recreaciones, los jueces ya pueden tomar una decisión sobre si vuelve a la competición o no.

En el futuro, el sistema que más posibilidades tiene de ser implementado para conocer infracciones durante el juego se basa en la grabación de imágenes por cámaras y el tratamiento en tiempo real. El problema actual es que la tecnología usada no es suficientemente precisa en cuanto a los movimientos.

Imagen | FoxSports.

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