Este es el típico experimento que encanta en los colegios y hace que la ciencia y la tecnología esté más cerca de los alumnos. Y al nuestro.
Si tienes tiempo libre este verano, un microondas y ganas de experimentar, nada mejor que añadir una loncha de queso o un golosina y ponerte a medir la velocidad de la luz en casa.
Yo todavía estoy con la boca abierta. Si os sale, contádnoslo.
Vía | barrapunto. Más información | Cuadernos de bitácora estelar.
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