Una imagen vale más que mil palabras. Y que mil cifras también, incluso cuando estas son tan rotundas que hablan por sí mismas. El último ejemplo de lo acertado que ese ese viejo refrán lo han dejado Grecia y la DANA Daniel, una tormenta que se desarrolló hace días sobre el Mar Jónico y ha dejado a su paso inundaciones que asolaron parte de los Balcanes. Sus lluvias torrenciales se dejaron sentir con fuerza en Bulgaria, Turquía y de forma especial las islas griegas, causando destrozos y un balance de víctimas que, al menos el jueves, sumaban 14 muertos.
Durante los últimos días hemos escuchado sus impresionantes registros de precipitaciones y visto fotos y vídeos de las inundaciones. Ahora podemos tomar perspectiva y ver su efecto con un enfoque más amplio: desde el espacio.
¿Qué ha pasado? Que Grecia parece despedirse del verano de la peor manera posible. Sin tiempo para recuperarse de los incendios de las últimas semanas, el país se ha encontrado con un desafío igual o incluso más preocupante: la borrasca Daniel, resultado en parte de una fenómeno conocido como "bloqueo en Omega" y que azotó con una fuerza sorprendente al centro y este del país.
A principios de semana el temporal avanzó sobre los Balcanes dejando tormentas, lluvias torrenciales y registros de precipitaciones históricas. Las intensas lluvias se extendieron con el paso de los días a Turquía y Bulgaria, con inundaciones que provocaron destrozos y dejaron al menos 14 muertos entre los tres países.
¿Cómo de fuerte llovió? Mucho. Muchísimo. "Es el evento meteorológico más extremo en términos de lluvia en 24 horas desde que tenemos registros en el país", reconocía Vassilis Kikilias, responsable del área de Protección Civil de Grecia. Su mensaje iba acompañado de una exhortación clara para que sus compatriotas no salieran de casa salvo que fuera esencial. La cascada de vídeos y fotos publicados en las redes con ríos desbordados y calles anegadas dan una idea de sus razones.
¿Tenemos datos? Sí. Y dan una idea contundente de lo ocurrido. Las lluvias descargaron con contundencia en Tesalia y la Grecia Central, con registros que, precisa Meteored, en algunos puntos ya superaban poco después del inicio de la borrasca los 500 l/m2 en menos de 24 horas. En Zagora (Tesalia) se recogieron cerca de 800 l/m2 en menos de 24 horas y el miércoles Meteored calculaba que acabaría pasando de los 1.000 l/m2 a lo largo de toda la tormenta.
Para hacernos una idea de qué supone eso, el récord de precipitación diaria en España se mueve en esa horquilla: lo alcanzó un día de principios de noviembre de hace ya más de tres décadas Oliva, en Valencia, donde se registraron 817 l/m2.
¿Y cuál es la novedad? A lo largo de los últimos días han llegado de Grecia datos sorprendentes y vídeos y fotos aterradoras que muestran la virulencia de la borrasca Daniel. Ahora podemos ir más allá y hacernos una idea de su impacto con una perspectiva que ayuda, aún más si cabe, a entender cuál fue su alcance.
El programa de observación europeo Copernicus ha compartido una imagen sorprendente de las áreas inundadas cerca de Volos, una localidad del centro del territorio continental griego y que actúa como capital de Magnesia. La instantánea la captó el Sentinel-1 y muestra con claridad la huella de la tormenta Daniel. Y por si la imagen no fuera lo suficientemente clara de por sí, gracias a cuentas como Un geólogo en apuros o Iban Ameztoy podemos ver con claridad el antes y después.
Pero… ¿Cómo es posible esa "huella"? Por la intensidad de la borrasca Daniel. Como recuerdan desde Copernicus, "algunas regiones recibieron hasta 800 mm de lluvia en los últimos días, más que lo normalmente se anota todo un año". Ejemplos hay unos cuantos. En Zagora llegaron a marcar 754 l/m2 en apenas 18 horas, lo que marca un máximo histórico, y en Volos se registró en un día la cantidad de lluvia que suele acumularse todo un año, cerca de 802 mm.
Su impacto ha sido tan contundente que hay quien discute incluso si podrían formarse nuevos largos permanentes en las zonas afectadas. Además de registros de 800 mm de lluvia en 24 horas, equivalente a un año enero de precipitaciones, Copernicus EMS señala una superficie total inundada de 72.950 ha.
Imágenes: Copernicus 1 y 2
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