Intel parece tener clara cuál es su mejor baza para hacer frente a la competencia que plantea AMD en el mercado de los ordenadores portátiles: mejorar aquellas características que la mayor parte de los usuarios esperamos que nos ofrezcan estos equipos. Más portabilidad. Más rendimiento. Una autonomía mayor. Una respuesta inmediata. Una conectividad a la última. Esto es lo que pretende hacer realidad el Proyecto Athena.
Aunque Intel nos habló de esta plataforma durante el CES de 2019 tuvimos que esperar hasta mediados del año pasado para conocer exactamente cuáles son los requisitos que tiene que cumplir un ordenador portátil para que pueda superar esta certificación. Porque esto es lo que es el Proyecto Athena: una certificación que persigue que nuestra experiencia esté a la altura de lo que los usuarios esperamos de un ultraligero hoy en día. Ya hemos analizado a fondo varios de estos equipos y hemos llegado a una conclusión: esta plataforma tiene sentido y ya está dando sus primeros frutos.
El Proyecto Athena, en cifras: estos son sus requisitos hoy
Desde que dio a conocer esta plataforma el año pasado Intel ha hecho mucho hincapié en tres promesas que, de alguna forma, residen en su ADN: los ordenadores portátiles tienen que ser capaces de reactivarse en menos de un segundo, su rendimiento cuando no están conectados a la red eléctrica no debe verse comprometido, y, por último, su autonomía debe garantizarnos 16 horas de reproducción de vídeo o 9 horas de navegación ininterrumpida sin que nos veamos obligados a conectarlo a la red eléctrica. Además, debe ser posible cargar la batería de manera que nos ofrezca cuatro horas de autonomía en menos de 30 minutos de carga. Como veis, estas cifras son bastante ambiciosas y pintan bien siempre que puedan trasladarse de forma fiel a un escenario de uso real, algo que nuestros análisis ya han empezado a confirmar.
Los responsables de Intel nos han asegurado que actualmente podemos encontrar en las tiendas un porfolio de unos 40 ordenadores portátiles que han conseguido superar los requisitos que exige el Proyecto Athena. Y todos ellos incorporan un microprocesador Intel Core de 10ª generación. Algunas de las marcas que están respaldando esta plataforma son Acer, ASUS, Dell, Lenovo, Microsoft, LG, Xiaomi, HP, Samsung... En la lista aparece la mayor parte de los grandes fabricantes de ordenadores portátiles. Estas son las especificaciones más relevantes que deben tener estos equipos para que puedan superar esta certificación:
- Microprocesador Intel Core i5 o i7 de 10ª generación
- Al menos 8 GB de memoria principal en configuración de doble canal
- Una unidad de almacenamiento de estado sólido con una capacidad de al menos 256 GB
- Conectividad Thunderbolt 3 y Wi-Fi 6
- Autenticación mediante huella dactilar o reconocimiento del rostro
- Pantalla de no menos de 12 pulgadas con una resolución mínima de 1080p
- Teclado retroiluminado
- Reactivación desde el estado de suspensión en menos de un segundo
- Una autonomía mínima de 16 horas de reproducción de vídeo o de 9 horas de navegación en Internet ininterrumpida
- En menos de 30 minutos deben ser capaces de cargar para ofrecernos cuatro horas de autonomía
Estas son las mejoras que Intel planea introducir en la próxima revisión de la plataforma
La oferta de ordenadores portátiles a la que tenemos acceso los usuarios actualmente es más extensa que nunca. Solo durante el mes de septiembre de 2019, que suele ser uno de los más prolíficos porque coincide con el inicio del curso académico, y, de alguna forma, también con el profesional, llegaron a las tiendas más de 40 ordenadores portátiles de última generación equipados con microprocesadores de Intel y AMD. Si queréis echarles un vistazo podéis revisarlos en el artículo que publicamos a finales de ese mismo mes.
Muchos de esos equipos forman parte del Proyecto Athena, pero lo realmente interesante una vez que conocemos qué nos propone esta plataforma actualmente es saber qué nuevos requisitos impondrá Intel en el futuro para que siga siendo competitiva. Aún no conocemos con detalle cuáles serán todas estas especificaciones, pero los responsables de la filial española de esta compañía nos han dado varias pistas muy interesantes que los permiten entrever con bastante claridad por dónde irán los tiros durante 2021.
A medida que Intel vaya lanzando sus nuevas familias de microprocesadores para ordenadores portátiles estos chips pasarán a formar parte de los requisitos del Proyecto Athena, por lo que podemos prever que durante el próximo año aparecerán los primeros portátiles gobernados por microprocesadores Intel Core de 11ª generación. En lo que se refiere a la conectividad implementarán dos de las normas que previsiblemente estarán mucho más presentes en 2021: Thunderbolt 4 y 5G.
Intel también ha confirmado que en el futuro prestará mucha atención a las prestaciones sonoras de los ordenadores portátiles, un apartado que, en nuestra opinión, no siempre está tan cuidado como debería. Y, por último, ha anticipado la llegada de más equipos con doble pantalla, siguiendo la estela del estupendo ROG Zephyrus Duo 15 de ASUS que hemos analizado a fondo hace solo unos días. A los usuarios nos viene de maravilla que Intel y AMD se pongan las pilas para ofrecernos soluciones que sean lo más competitivas posible, y no cabe duda de que 2021 nos deparará emociones fuertes. Por supuesto, aquí estaremos para contároslo todo.
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