Llega el invierno y, a medida que aumenta el frío, encendemos cada vez con más frecuencia la calefacción, los días se hacen más cortos y las noches empiezan a helar. El confort en el interior de la vivienda ha pasado de ser un lujo del siglo XIX a una necesidad en el XXI, y no se concibe el hecho de pasar frío, coger un resfriado o una pulmonía en el hogar. Damos por hecho que ha de ser un lugar cómodo y confortable en el que estar a gusto, pese al coste en calefacción.
Este coste no solo es económico, afectando a nuestros bolsillos, también es medioambiental. Cualquier tipo de sistema de calefacción o frío produce un impacto, por lo que se tiende cada vez más a viviendas domotizadas, con temperaturas reguladas en base a la necesidad -hora a hora- del usuario y con sistemas de control inteligente como el que ofrece Servigas Confort de Gas Natural Fenosa, que garantiza un consumo eficiente además de conseguir ahorros importantes. Nos detendremos más adelante en este tipo de soluciones; por ahora, la primera pregunta es: ¿cuál es la temperatura ideal para nuestra vivienda?
El confort se sitúa entre los 19º C y los 21º C
Según la guía de Bienestar térmico en un espacio climatizado, redactada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura objetivo o de consigna para verano es de 23 a 25º C. Por su parte, para invierno ronda los 21-23º C, según el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios).
En función de la actividad que estemos realizando, hemos de regular la temperatura objetivo
Es ligeramente diferente a la temperatura de confort térmico, que oscila entre los 19º C y los 21º C en el interior del hogar. El confort térmico es «una sensación neutra respecto a un ambiente térmico determinado» o, en un lenguaje más llano, no sentir ni frío ni calor, encontrarnos a gusto.
Este rango de 19-21º C, no obstante, ha de ser leído con algo de margen. No es lo mismo andar cocinando las comidas de toda la semana, planchando, haciendo ejercicio en casa, etc., que sentarnos a ver la televisión y disfrutar de una serie, trabajar delante del ordenador durante horas o dormir. En función de la actividad que estemos realizando, hemos de regular la temperatura objetivo de nuestro termostato inteligente para que el calor dentro del hogar se encuentre acorde al tipo de gasto metabólico y la temperatura que necesita nuestro cuerpo.
Si vamos a estar sentados durante horas leyendo, es aconsejable una temperatura algo más elevada en el interior de la vivienda o nos quedaremos fríos, quizá hasta 23º C. Si, por el contrario, vamos a realizar algún tipo de actividad física, podemos permitirnos el lujo de bajar la temperatura objetivo hasta los 17º C, e incluso retirar la calefacción en algunos casos.
Lo mismo ocurre de cara al sueño. No es recomendable irse a la cama con demasiado calor, ya que además de no dormir a gusto estaremos gastando de más. Teniendo en cuenta que por cada grado que subimos el termostato se incrementa aproximadamente en un 7% el consumo de energía,los beneficios de dormir con temperaturas de confort más bajas se refuerzan.
Cómo lograr un control inteligente de la temperatura de la vivienda
El primer paso para conseguir un control inteligente de nuestra vivienda comienza por medir la temperatura interior, exterior y el uso del espacio. Sin la temperatura interior es muy complicado alcanzar una temperatura de confort; sin la exterior, tanto hora a hora como en históricos, es difícil realizar un consumo eficiente; y sin conocer el uso del espacio, probablemente acabemos por calefactar una vivienda vacía o llegar a un hogar helado, perdiendo energía, dinero y calidad de vida. Es aquí donde entra la domótica, y los termostatos que mencionábamos unas líneas más arriba.
El termostato es la primera herramienta para domotizar nuestro hogar
El termostato ha sido durante décadas el núcleo de la domótica en nuestros hogares, ya que hacía las veces de centralita de los distintos termómetros y de control de temperatura. Hoy día, los termostatos inteligentes nos permiten controlar este aspecto desde nuestra vivienda e incluso hacerlo con el _smartphone_ desde cualquier lugar. Este es el caso, de Servigas Confort, que incluye el suministro de un termostato inteligente junto con la app capaz de gestionar la temperatura desde cualquier dispositivo móvil Android o iOS en base a distintas variables y mostrar el consumo realizado.
En efecto, la gestión de la temperatura desde el teléfono móvil es una alternativa innovadora y muy interesante que traen los últimos termostatos conectados. Estos enlazan con el WiFi de nuestra vivienda y permiten que accedamos desde el _smartphone_ —a través de una aplicación específica habitualmente disponible en Google Play a Apple Store— para establecer temperaturas de consigna, así como programarlas en función de un calendario. A continuación, veamos algunos ejemplos de uso:
1. Hogar confortable a la espera de nuestra llegada
Una de las grandes ventajas de estos sistemas es la posibilidad de programar un calendario de encendido y apagado de la calefacción. Si nuestra hora de llegada a casa suele ser conocida, podemos programarla en la aplicación de modo que nuestra vivienda siempre se encuentre a la temperatura de confort cuando accedamos.
Esto evitará hogares fríos, pero también un encendido apresurado de la caldera que reporte una menor eficiencia. Estaremos calentando la vivienda de manera gradual. Es aquí donde entra la temperatura exterior y el histórico de temperaturas comentados anteriormente.
Los termostatos inteligentes se adaptan a la climatología local
Igualmente,según el pronóstico meteorológico local, el termostato inteligente (conectado a Internet), podrá ajustar los grados de la caldera para ahorrar energía mientras calienta la vivienda. Si se espera un día algo más caluroso que ayer, ¿por qué no esperar unos minutos al arranque de la caldera?
2. Flexibilidad ante imprevistos
La flexibilidad y calidad de vida se ven considerablemente aumentados gracias a estos sistemas de control, que ofrecen muchas posibilidades. Por ejemplo, si un día salimos antes del trabajo, podemos enviar una señal desde nuestro teléfono para arrancar antes la caldera.
Programar la vivienda desde el smartphone aporta flexibilidad
Por contra, si prevemos que llegaremos varias horas más tarde a casa, ¿para qué hacer que la calefacción encienda cuando no vamos a estar? Este tipo de gestión no solo aporta un ahorro importante para nuestro bolsillo, también evita un impacto innecesario sobre el medioambiente.
Algunos servicios, como Servigas Confort, hacen uso de la conocida tecnología de geolocalización (la misma que sirve para controlar el entrenamiento deportivo) para ajustar de manera automática la temperatura en función de nuestra distancia al hogar. El termostato inteligente sabrá cuándo llegamos atendiendo a criterios como nuestra velocidad de desplazamiento, por lo que calculará mejor el uso de la energía.
La eficiencia también es una decisión personal
Emplazamiento, orientación, envolvente y comportamiento, claves para el ahorro
El confort térmico en el interior de los hogares se consigue atenuando o modificando la curva de temperatura exterior. En arquitectura climática y uso, se establecen cuatro puntos clave de menor a mayor control por parte del usuario:
- El emplazamiento ideal del edificio, como construir a orillas de un río fresco en un clima cálido. Muy lejos de nuestras posibilidades.
- La orientación de la vivienda, ya que en función de su posición respecto a la inclinación del sol tendrá consumos distintos. De nuevo, complicado.
- La envolvente del edificio, o contorno, que incluye su aislamiento. Aquí los residentes sí tenemos cierto grado de control, y aislar térmicamente nuestra vivienda nos reportará beneficios considerables, motivo por el que la rehabilitación de edificios se está convirtiendo en un objetivo de ciudades inteligentes como Nueva York.
- El comportamiento de los moradores, como el ir en camiseta corta en verano o con varias capas (y bata) en invierno. Si elevar la temperatura un grado supone un aumento del 7% del consumo en gas, tiene sentido abrigarnos un poco con ropa cómoda, evitando así un gasto innecesario.
La elección del tipo de servicio de gas también es importante, ya que no todos los sistemas inteligentes ofrecen el mismo tipo de resultados. Algunos permiten elegir la temperatura desde el termostato, otros la conexión de la vivienda al _smartphone_, algunos la posibilidad de programar desde cualquier lugar la temperatura objetivo, etc.
Unos pocos, como Servigas Confort, de Gas Natural Fenosa, agrupan en el mismo pack el suministro del termostato, su instalación, la app de gestión y el servicio de mantenimiento posterior de todo el sistema de calefacción, con asistencia en menos de tres horas 24h al día los 365 días al año. Además, se efectuarán revisiones preventivas del estado del servicio, aportando un plus de tranquilidad frente a otras posibilidades.
En un tiempo en el que valoramos la comodidad y confort dentro de nuestra vivienda, también tenemos en alta estima una vida cómoda y libre de preocupaciones. Por ello, buscamos ofertas de climatización que aporten servicios de mantenimiento integrados.
Imágenes | Timothy Buck, Josh Applegate, Rawpixel, Clay Banks
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