Los Chromebooks son una categoría de ordenadores con entidad propia que lleva conviviendo con los portátiles convencionales desde hace ya diez años. Son equipos en los que, básicamente, el sistema operativo es el navegador web Chrome. Este es el encargado de permitir que ejecutemos los cientos de miles de apps que podemos encontrar en la nube, dentro de la tienda de apps de la Chrome Web Store, de la que podríamos decir que es el equivalente a la Play Store de Android.
Pero también los Chromebooks pueden hacer uso de la tienda de aplicaciones para dispositivos móviles de Google gracias a una evolución que ha ampliado su filosofía cloud a nuevas habilidades. Más recientemente, incluso se ha favorecido la integración de un entorno Linux o la emulación de aplicaciones de Windows 10.
El convertible Acer Chromebook Spin 514 de 1,6 Kg presenta una pantalla táctil IPS FHD de 14” mejorada con todas las posibilidades que brinda su bisagra 360º. Cuenta también con autonomía de hasta 10 h, procesador AMD Ryzen basado en arquitectura Zen+, así como hasta 8 GB de RAM y 128 GB de espacio.
Esto no quiere decir que traten de competir con equipos Windows o Mac. Lo que sucede es que Google ha ido aprovechando la ventana de oportunidad abierta por los procesadores y SoC actuales, que hacen posible extender la funcionalidad de los Chromebooks sin sacrificar su orientación online, su relación calidad/precio, su seguridad, su escaso grado de obsolescencia o su rendimiento independiente del hardware.
La nube: el ADN de los Chromebooks
A diferencia de los equipos Mac o Windows, los Chromebooks basan el grueso de su experiencia en el uso de la nube. Las apps en la Chrome Web Store se ejecutan en los servidores web, aunque en muchas de estas aplicaciones podremos activar el modo “sin conexión” para que la actividad del usuario no se vea interrumpida a causa de la falta de conexión a internet.
Equipos como el Acer Chromebook Spin 514 pueden combinar rapidez, funcionalidad, ligereza y buena relación calidad/precio gracias a esta filosofía cloud que traslada la exigencia de recursos en el propio equipo a los servidores en la nube. Si lo que queremos es instalar localmente aplicaciones al estilo tradicional, tales como Photoshop, Microsoft Office o herramientas de desarrollo, un Chromebook no es la mejor alternativa, pero si nos movemos en clave cloud, sí lo es. Mucho más que un equipo Windows o Mac “convencional”.
Una configuración con un procesador AMD Ryzen 3 o AMD Athlon, con 4 GB u 8 GB de RAM y almacenamiento de 64 GB o 128 GB sería insuficiente para una configuración Windows o Mac. Sin embargo, para Chrome OS es suficiente para brindar una solución óptima y ágil en escenarios online, con el valor añadido de poder sumar recursos Android y Linux.
El teletrabajo en el nuevo escenario cloud
Uno de los fenómenos que más ha impactado en nuestro estilo de vida en los últimos meses ha sido el del teletrabajo. Y se da la circunstancia de que este teletrabajo se lleva a cabo en muchos casos a través de herramientas cloud y conexiones de acceso remoto. Es decir, estamos beneficiándonos de recursos remotos a través de aplicaciones que se ejecutan en servidores en la nube.
Si nos decantamos por un ordenador Windows o Mac para teletrabajar, es probable que estemos desperdiciando capacidades del propio equipo, al tiempo que introducimos vectores de riesgo en el campo de la ciberseguridad. Uno de los eslabones más frágiles de la cadena del teletrabajo o la teleeducación es el de la seguridad. Y los Chromebooks, por su naturaleza cloud, eliminan la mayor parte de los riesgos de seguridad, como los ramsonware. Por no hablar de que los equipos no almacenan información sensible y pueden incluso gestionarse a distancia.
¿Chromebooks convertibles? Sí, gracias
Además de la seguridad, en los Chromebooks encontramos otras virtudes. Así, equipos como el Acer Chromebook Spin 514 son de tipo convertible o 2 en 1, con pantalla táctil y la posibilidad de abatir la pantalla completamente sobre el teclado, usar el portátil en modo tienda o en modo presentación. Al ser ligeros gracias a que no necesitan estar “cargados” en la parte del hardware, fabricantes como Acer tienen más margen de maniobra en la parte del diseño industrial.
El Acer Chromebook Spin 514, de poco más de kilo y medio, ofrece certificación militar de resistencia MIL-STD-810G, chasis de metal, teclado retroiluminado, así como conectividad USB-C, USB-A, WiFi 5 o ranura microSD. Todo ello, sumado a un precio comedido, aumenta su atractivo de cara a ser un portátil para trabajar en la nueva era de deslocalización.
Rendimiento constante más autonomía prolongada y predecible
Otra de las ventajas de los Chromebooks, que los diferencia de los portátiles convencionales, es su rendimiento independiente del hardware. Si usamos aplicaciones en la nube, el rendimiento dependerá básicamente de la potencia de procesamiento del servidor y de la velocidad de la conexión a internet. Es más, incluso podremos experimentar con el tiempo que nuestro Chromebook “va más fino” si los servidores en la nube se actualizan o si las aplicaciones y servicios cloud reciben mejoras.
Para una empresa, esta filosofía es idónea: mejora el servidor y, automáticamente, todos los equipos verán incrementada su productividad sin tener que actualizar la flota. Lo mismo ocurre en el ámbito del ocio: cuando NVIDIA o Google mejoran los servidores de NVIDIA GeForce Now o Google Stadia, los usuarios, de un minuto para otro, tendrán más FPS, más detalle visual o más juegos donde elegir sin instalar una tarjeta gráfica nueva, por ejemplo.
Al no depender del rendimiento local, el procesador, la memoria o el almacenamiento, funcionarán siempre a una velocidad inmejorable sin forzarla. Esto se traduce en un consumo energético constante, por lo que podremos predecir con gran precisión cuántas horas de autonomía tenemos. Que serán bastantes, a la vista de lo modesto de su equipamiento hardware.
Los portátiles convencionales, por su parte, presentan autonomías que van de dos horas escasas a cinco, seis o más dependiendo del tipo de aplicaciones que ejecuten. Frente a ello, la batería del Spin 514 es capaz de aguantar hasta 10 horas.
Si bien las experiencias Android, Linux o Windows en los Chromebooks introducen un elemento de variabilidad, recuerda que se suman a la cloud sin interferir con ella. Son virtualizaciones sobre Chrome OS, por lo que no suponen un riesgo para el equipo ni para la seguridad. El control lo tiene siempre Chrome OS y, en caso de que den problemas, el propio sistema operativo se encarga de que asegurar la estabilidad del Chromebook.
Independientemente de las actualizaciones, los Chromebooks se encienden en segundos y se apagan al instante. De igual forma, las apps se inician con agilidad. ¿Imagináis qué delicia sentarse frente al escritorio y empezar a trabajar inmediatamente?
Chrome OS prioriza las conexiones y el almacenamiento no se llenará salvo que nosotros elijamos dar preferencial almacenamiento local, lo cual no es lo habitual. No hay que reinstalar el sistema cada cierto tiempo como puede pasar en propuestas Windows o Mac en las que se instalen muchas aplicaciones y el propio sistema tenga que eliminar la basura entre sesión y sesión.
Audio y vídeo: preparados para las reuniones online
Los Chromebooks apuestan también por un buen rendimiento de cara a las reuniones telepresenciales. En modelos como el Acer Spin 514, las cámaras frontales son de tipo HD y exhiben sistemas de micrófonos múltiples para registrar la voz con una calidad excelente para las reuniones online.
En los ordenadores Windows no sucede lo mismo: en gamas medias o con precios contenidos, la webcam suele ser VGA y no se presta excesiva atención a los micrófonos. Es lógico si pensamos que una máquina Windows precisa de un hardware de partida más ambicioso.
Una tendencia al alza
Los Chromebooks están mostrando su músculo en escenarios donde superan en eficiencia a los equipos Windows y Mac convencionales. Insistimos, si vamos a movernos en entornos cloud o de movilidad, lo cual es una tendencia al alza, los Chromebooks son la opción óptima por excelencia. Están pensados para y por la nube.
La fórmula de teletrabajo se beneficia de manera especial de las tecnologías cloud. Como consecuencia, los Chromebooks se posicionan muy bien de cara a ser la elección ideal tanto para profesionales independientes que usen herramientas online para su trabajo como para empresas que se organicen alrededor de plataformas en la nube.
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