Anoche pasó una cosa un tanto rara en el CES 2018. Al final de la Keynote con la que Huawei le presentaba al público estadounidense sus últimos productos, el CEO de la empresa empezó a improvisar. Lo hizo para cargar duramente contra las operadoras de Estados Unidos, culpándolas de que evitar que los usuarios de su país tengan a su alcance las mejores opciones de telefonía móvil.
Todo esto viene porque la empresa llevaba meses negociando acuerdos con una gran operadora para que ofreciesen sus móviles en el catálogo estadounidense. Concretamente se trataba de AT&T, que se echó atrás en el último momento por supuestas presiones políticas según informaron medios como el New York Times, empañando el gran sueño americano de Huawei.
"Todo el mundo sabe que, en el mercado estadounidense, más del 90 por ciento de los smartphones se venden por las operadoras", dijo en su discurso final Richard Yu, CEO de Huawei, refiriéndose a la cancelación del acuerdo. "Es una gran pérdida para nosotros, y también para las operadoras, pero la mayor pérdida es para los consumidores, porque los consumidores se quedan sin la mejor opción".
Yu comparó esta situación con la que vivieron hace seis años en China cuando eran sólo unos recién llegados. En este tiempo, la empresa no sólo se ha ganado la confianza de las operadoras del país, sino que se ha convertido en el tercer fabricante de móviles sólo por detrás de Apple y Samsung. "Estamos prestando servicio a más de 70 millones de personas en todo el mundo. Hemos demostrado nuestra calidad, hemos demostrado nuestra protección de privacidad y seguridad ".
¿Qué ha pasado exactamente?
A día de hoy los usuarios pueden comprar sin problemas los teléfonos de Huawei en Estados Unidos. Sin embargo, teniendo en cuenta que las operadoras tienen un control casi absoluto del mercado, es muy difícil que ninguna marca alcance un gran nivel de ventas si no está presente en sus catálogos.
Por eso mismo, Huawei había anunciado a finales del año pasado que en 2018 empezarían a vender su próximo buque insignia, el Mate 10 Pro, en Estados Unidos de la mano de sus operadoras. "Creo que podemos aportar valor a las operadoras y a los consumidores. Mejor producto, mejor innovación, y mejor experiencia de usuario", había dicho el propio Yu a la prensa.
El CEO del fabricante chino no dijo con qué operadoras estaba negociando, pero los analistas pronto empezaron a apuntar en la dirección de AT&T. Entonces, cuando todo parecía ya hecho, saltaba la noticia de que la operadora había decidido dar marcha atrás con el acuerdo justo cuando estaban a punto de hacerlo oficial.
Un grupo de abogados le escribió a la FCC expresando su preocupación por el acuerdo.
Aunque las causas exactas del fin del acuerdo todavía no están claras, tal y como informó el New York Times, el mes anterior un grupo de abogados le había escrito a la FCC estadounidense expresando su preocupación por este acuerdo. Estos temores, según aquella carta, se debían a los temores de que colaborase con el gobierno chino para espiar a los usuarios o los políticos que pudieran utilizar sus productos.
En los últimos meses ha habido un par de casos similares. El ejemplo más claro es el de la truncada compra de MoneyGram por parte de Alibaba. Los supervisores estadounidenses no la aprobaron después de que muchos abogados apuntaran al riesgo de permitir que una compañía china accediese a datos de usuarios americanos. Pero también tenemos la prohibición de utilizar productos de Kaspersky en departamentos gubernamentales, también por acusaciones de espionaje.
Con estos dos casos en la retina, y aunque no hay una causa oficial para la espantada de AT&T, son muchos los rumores que apuntan a posibles presiones políticas. De hecho, no es la primera vez que se relaciona a Huawei con el presunto espionaje chino, ya que esta historia se remonta al año 2012.
Unas acusaciones que se remontan a 2012
En octubre del 2012, un año antes de Snowden, informe elaborado por un comité del Congreso de Estados Unidos determinó que los equipos de red de empresas chinas como Huawei y ZTE no eran de fiar. En dicho documento, consecuencia de once meses de trabajo, se recomienda a las empresas utilizar otros fabricantes para proteger la privacidad de sus clientes y la seguridad nacional del país.
Las subvenciones del gobierno chino a sus empresas locales es la gran causante de las sospechas
A estas empresas se las acusó sin pruebas que probasen su culpabilidad, sólo porque no aportaron documentación que demuestre qué relación tienen con el gobierno chino. El gobierno de aquel país lleva años tratando de impulsar la industria tecnológica nativa mediante subvenciones a las empresas, algo que hace temer que como parte del acuerdo estas puedan crear puertas traseras o instalar software de monitorización en sus productos sin avisar a los usuarios.
"Permitir que las empresas chinas hagan negocios en Estados Unidos, según el informe, le daría al gobierno chino la capacidad de interceptar fácilmente las comunicaciones y podría permitirle iniciar ataques en línea contra infraestructura crítica, como represas y redes eléctricas", explicaban por aquel entonces artículos en medios como el New York Times.
Ambas se defendieron ya en aquel entonces asegurando que las acusaciones eran falsas y no tenían pruebas que las demostrasen, y que todo formaba parte de una distracción política. De hecho, no se demostró que los equipos de estas empresas formasen parte de ninguna campaña de espionaje masivo, pero como hemos visto en el caso de Huawei con AT&T, esas sospechas nunca se han ido del todo.
En países como España la cosa es muy diferente
Más allá de si las decisiones en Estados Unidos se toman realmente por seguridad o para impulsar una política proteccionista, el caso es que en otros muchos países las operadoras no ven ningún problema en ofrecer dispositivos de Huawei. De hecho, esta marca goza de una gran popularidad en muchos mercados.
En España por ejemplo la mayoría de grandes operadoras ofrecen sus móviles en el mercado, y entre eso y sus ventas libres Huawei se coronó el año pasado como líder de ventas tras un espectacular sorpasso a Samsung. Y todo sin que tengamos conocimiento de que esto haya provocado ninguna brecha de seguridad exclusiva de esta marca como temen en Estados Unidos.
La tendencia no es única en España, ya que a nivel internacional a Huawei le está yendo más que bien. Los últimos datos apuntan a que sigue recortándole distancia a Apple como segundo fabricante más vendido del mundo detrás de Samsung. Según el último estudio de la consultora IDC la distancia entre ambas empresas es de sólo un 2%, aunque otros apuntan a que Huawei podría haber adelantado ya a Apple como segundo fabricante de móviles con mejor cuota de mercado.
Huawei ha crecido de forma espectacular, convirtiéndose en un gigante en pocos años.
Con todo, el progreso de Huawei está siendo poco menos que espectacular, y ha conseguido convertirse en todo un gigante de la telefonía móvil en muy pocos años. Por lo tanto, parece difícil que en Estados Unidos vayan a poder detener el crecimiento de la marca, aunque obligarles a limitar sus ventas a tiendas y plataformas como Amazon o BestBuy seguro que zancadillea su crecimiento.
De hecho, algunos medios estadounidenses como ZDNet comparan a la empresa china con la Dell de los 90, recordando que consiguió hacerse un hueco entre gigantes de los ordenadores domésticos como Compaq, HP o IBM pese a tener a las grandes tiendas en contra. De momento los números de Huawei en Estados Unidos son bastante peores que en el resto del mundo, o sea que será interesante ver cómo intenta posicionarse en un país en el que lo tienen todo en contra.
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