El peor brote de gripe aviar de la historia de España: más de 665.000 aves y aún quedan dos meses de epidemia

El peor brote de gripe aviar de la historia de España: más de 665.000 aves y aún quedan dos meses de epidemia
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Primero fueron cuatro cisnes silvestres y una cigüeña común muertos junto al cauce del río Segre. Después, vino el desastre. España ha sacrificado más de 665.000 aves en un solo mes. La gripe H5N1 se ha colado en explotaciones avícolas (gallinas y pavos) en Castilla y León y Andalucía. Solo en Carmona (Sevilla) se han sacrificado 292.000; en Íscar (Valladolid) llevan 163.000 gallinas ponedoras.

El peor brote de la historia de España. Hasta ahora, el país había conseguido salir indemne de la mayoría de grandes brotes de gripe aviar. Sin embargo, esta vez las cosas han cambiado. Nueve provincias ya han detectado aves silvestres con el virus y cuatro (Sevilla, Huelva, Valladolid y Segovia) han tenido brotes en explotaciones; hay algunas que trabajan cielo abierto, pero también (y esto es más preocupante) las que tienen a los animales en naves.

Y no estamos al final de la epidemia La gripe aviar, como el resto de gripes, es un virus muy estacional. Ese quizás sea el verdadero problema ahora mismo: aún nos quedan dos meses de frío antes de que el clima juegue a nuestro favor y la epidemia se desvanezca. Mientras tanto, sobre todo si la sequía persiste, los brotes van a seguir produciéndose hasta poner contra las cuerdas todo el sector avícola.

¿La sequía? Sí, uno de los factores clave de este brote es la sequía. Cuando el caudal del agua escasea, los humedales se secan y los cauces se aligeran, las aves silvestres tienden a concentrarse donde pueden para mantenerse hidratados. Ese hacinamiento provoca que los brotes de gripe crezcan y se expandan a más rapidez.

La dimensión del problema. Económicamente, el problema es bastante serio y los sacrificios masivos dan buena cuenta de ello. En el aspecto sanitario, afortunadamente y por ahora, el riesgo de transmisión a humanos es muy bajo. En los últimos años, hemos visto como cada vez más cepas aviares saltaban al ser humano, pero han sido casos aislados que no han llegado a nada. En ese sentido, mientras los sistemas de monitorización estén trabajando, podemos estar tranquilos. Sin olvidar nunca que la próxima gripe pandemica está por llegar.

Imagen | Brooke Cagle

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