Si la Primera y Segunda Guerra Mundial sirvieron para que la mujer se incorporara al trabajo de forma masiva, los años posteriores al conflicto la recluyeron en el rol tradicional que la economía capitalista le había reservado. Durante los boyantes años cincuenta, en Estados Unidos las mujeres debían ser buenas amas de casa, servir a su marido, cuidar a sus hijos y despreocuparse por su carrera laboral.
Aquella mentalidad, tan nítidamente plasmada en series y películas como Mad Men o Revolutionary Road, permeó el pensamiento social de su época. El machismo y las múltiples formas de sexismo, lejos de estar censurados, servían como reclamos publicitarios a gran escala. De ahí que aquella fuera una época de especial inclinación hacia la publicidad misógina: anuncios que no sólo reafirmaban la posición social de la mujer, sino que se reían de ella.
Hoy en día tales carteles serían impensables. Tanto que un fotógrafo libanés, Eli Rezkallah, tuvo una idea para adaptar aquellos anuncios al sino de su tiempo: darles la vuelta por completo.
Surgió asi "Un universo paralelo", una serie de remontajes de anuncios de los años cincuenta que invierten los roles del hombre y la mujer. Carteles que colocan al hombre en una posición inferior y de dominación, y que reservan para las mujeres las clásicas ideas preconcebidas sobre el papel del hombre dentro de casa. El resultado es muy brillante, porque permite analizar hasta qué punto tales asunciones surgían de una cultura patriarcal.
Escribe Rezkallah en su web: "Durante el último Acción de Gracias escuché a mis tíos hablar de cómo las mujeres eran mejor en la cocina, cuidando de la cocina y cumpliendo sus labores femeninas. Aunque sé que no todos los hombres son como mis tíos, me sorprendió descubrir que algunos aún sí, de modo que imaginé un universo paralelo donde los roles se invirtieran y los hombres saborearan su propio veneno sexista".
Dicho y hecho. Pese a que los anuncios escogidos sí son americanos, tales ideas permearon la publicidad en Europa y otros continentes durante décadas (aquí seleccionamos algunos de los ejemplos más machistas tanto en español como en inglés).