Los residentes de Mallorca se han cansado de que los turistas ocupen sus playas. Así que están tirando de picaresca

Carteles falsos playas
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La masificación de las playas se ha convertido en una pesadilla para los residentes de las Islas Baleares. Por supuesto, no es algo exclusivo de este año. Desde hace ya casi una década que las costas de Mallorca se han plagado de turistas hambrientos de sol y playa. Según publica el INE con datos de Movimientos Turísticos en Fronteras y la Encuesta de Gasto Turístico, 13,2 millones de turistas extranjeros visitaron el archipiélago el año pasado, una cifra sólo superada por Cataluña.

Durante los meses de julio y agosto, la afluencia es aún mayor, algo que da pie a problemas con los vecinos, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de calas y bahías de algunas localidades como Mallorca, Menorca o Ibiza son de tamaño muy reducido. Es ahí donde se hace más evidente el fenómeno de la masificación.

Ante esta situación, varias asociaciones de vecinos locales han comenzado una polémica campaña que consiste en colgar carteles falsos en las playas de Mallorca más transitadas para disuadir a los turistas de entrar. ¿Cómo? De la noche a la mañana, han comenzado a aparecer carteles ubicados en las calas más concurridas de la isla que indican advertencias como "Playa cerrada", "Peligro por medusas", "Baño prohibido por agua contaminada" o "Desprendimiento de rocas" en inglés.

Sin embargo, debajo de estas frases, en catalán, se indica justo lo contrario: "Playa abierta: No hay medusas ni turistas"; "No hay desprendimiento de rocas, solo masificación"; "Playa abierta. Ni medusas ni guiris", dice otro en catalán. Carteles que ya han sido vistos por toda la isla en Cala Morlanda, Caló, Cala Petita, Porto Cristo, Cala Murta, Cala Magraner y Cala Bota.

Quien tomó la iniciativa fue la organización anticapitalista Caterva que, al igual que otras entidades como Endavant OSAN, Assemblea Antipatriarcal de Manacor y Arrels, se enorgullecen en las redes sociales de influir en el comportamiento de los turistas para que eviten ir a las calas más populares y que vayan a otras playas, y así "ayudar a la distribución del turismo".

Mensajes "cargados de humor" que recomiendan a los vecinos colocar en más playas. "Estos días hemos llevado a cabo una acción de denuncia contra la masificación turística en las calas de Manacor. Con un poco de humor, hemos colgado varios carteles que se pueden ver en las fotos. Desde Cala Morlanda hasta Cala Bota", explicaron a través de su cuenta de Twitter, donde ofrecen carteles para imprimirlos y "seguir la lucha".

En uno de ellos colgado en el Caló d'en Rafelino se avisa en inglés de que para llegar a la playa hay un camino a pie de 2 horas y 56 minutos aunque, en realidad, sólo está a 100 metros. "Entra, ya sabes cómo llegar, disfruta de tu chapuzón y fuera guiris", señala en la parte de abajo el mismo cartel pero en catalán.

"La usurpación de las calas es sólo una expresión más de cómo el capitalismo usa una actividad económica como el turismo, llevada al extremo, para secar gratuitamente el territorio y para extraer el máximo de plusvalía de los trabajadores", afirma la organización, que critica a los hoteleros del turismo de explotación y a celebridades como Rafa Nadal.

Como era de esperar, muchos turistas que se han dado cuenta del engaño de mal gusto vecinal se han sentido confundidos y decepcionados. Primero, de pensar que no podían bañarse. Y, segundo, al darse cuenta de que alguien les ha intentado tomar el pelo. Sobre todo cuando gastan sus ahorros para venir a nuestro país y disfrutar de sus vacaciones. De hecho, al hacerse virales estas imágenes, muchos hosteleros han lamentado el error que están cometiendo algunos vecinos cuando el turismo es una de las grandes fuentes de ingresos que recibe la comunidad.

Sin embargo, otros residentes dejan claro que por culpa de esta masificación no pueden disfrutar por completo de sus playas "Soy de Mallorca, y esta es la consecuencia de que no hagan nada por arreglar la masificación del turismo, hay playas y calas que no se puede ni ver del atasco y coches que hay”, explica un usuario en Twitter.

De hecho, muchos otros usuarios locales han aplaudido la campaña y apoyado esta cruzada contra la masificación turística. Algunos incluso han pedido más carteles falsos para poder colgarlos en los alrededores de sus calles. "Buenas. Yo los quiero. Zona de Calvià. ¿Cómo las puedo conseguir?", decía una usuaria. "Para que luego digan que el catalán no es útil", bromeaba otro.

Como ya hemos contado en Xataka, el periodo vacacional está dando lugar a un enfrentamiento casi cultural entre naciones. En este artículo hablábamos de la batalla campal que se libra cada mañana en Mallorca por el más preciado bien de cualquier turista que se precie: una hamaca. A las 8:00 de la mañana ya no queda ninguna libre ni en la playa ni en las piscinas de los hoteles de la capital balear. ¿Por qué? Porque como si fueran las rebajas, decenas de turistas se amontonan a las puertas de las piscinas de los hoteles para entrar pitando y conseguir la mejor tumbona.

No sólo sucede en Mallorca. Hace unos días se viralizaba un vídeo en TikTok en el que se mostraba una salvaje carrera en un hotel de Tenerife cuando la piscina abrió sus puertas a las 7:59. Se podía ver incluso a algunos huéspedes desenfrenados tirando sus toallas por el aire para asegurar su lugar.

Otros medios han publicado artículos que incluso relatan cómo esta guerra de hamacas a veces se salda con víctimas. Es el caso del club militar de Es Fortí de Palma, donde la vecina María Camps Niell sufrió una agresión. "Quién me iba a decir que a mis 69 años de edad acabaría ingresada en el hospital por culpa de una tumbona de piscina", explicaba.

Imágenes: Caterva

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