De la guerra en Ucrania ha salido un claro ganador: Qatar. Se está haciendo inmensamente rico este año

Qatar vista panorámica.
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El fútbol y el combustible pueden tener poco o nada en común, pero se están uniendo para hacer a Qatar de oro. El aumento de los precios del petróleo debido a la guerra en Ucrania ha impulsado a los productores de Medio Oriente como Arabia Saudita y Kuwait, pero las recompensas financieras y geopolíticas que se ofrecen para Qatar lo convierten en el ganador después de que la invasión de Vladimir Putin haya obligado a Europa a comenzar a dejar de importar energía rusa.

Eso ha hecho que 2022 sea no sólo el año en que Qatar dejará su huella en el calendario deportivo, si no que enriqueció lo que ya es uno de los países más ricos del mundo y aumentando su influencia de una manera que parecía improbable hace solo un año.

La dupla ganadora. A medida que la Copa del Mundo le da el prestigio internacional, el estatus de Qatar como un proveedor del codiciado gas promete convertir a la pequeña península en el país más grande que siempre aspiró a ser. Organizar la Copa Mundial de fútbol es un golpe para Qatar, pero es la búsqueda de Europa para reemplazar el gas natural ruso lo que le dará al estado del Golfo una influencia real.

Dependencia del gas. Varios de los más altos funcionarios de la Unión Europea han volado a Doha en las últimas semanas, todos con un mensaje claro: "necesitamos su gasolina lo más rápido posible". Alemania ha dicho a las empresas que comiencen a negociar acuerdos de suministro. La urgencia se agudizó después de que Rusia cortara los suministros a Polonia y Bulgaria. La demanda adicional significa más competencia entre los compradores por contratos de suministro a largo plazo. Antes del estallido de la guerra de Ucrania, algunos analistas dudaban de que hubiera suficientes negocios para justificar el plan de expansión. Ahora, Qatar lo ha superado con holgura.

Un país en crecimiento. Las exportaciones de energía de Qatar ya debían alcanzar los 100.000 millones de euros este año por primera vez desde 2014, según cálculos de Bloomberg. Eso le permitirá gastar más en los mercados bursátiles mundiales y en la consecución de sus objetivos de política exterior, principalmente a través de su fondo de riqueza soberana de 450.000 millones. El clamor de Europa por el gas natural licuado, o GNL, se produce después de que Qatar iniciara un proyecto de 30.000 millones para impulsar sus exportaciones en un 60% para 2027.

Mientras tanto, el gobierno de Qatar espera un impulso económico de 20.000 millones de euros con la organización de la Copa del Mundo.

Satisfaciendo las necesidades. Por ahora, Qatar no puede producir lo suficiente para satisfacer las necesidades de Europa, que obtiene alrededor del 40% de su gas de Rusia. El productor estatal Qatar Energy está bombeando a plena capacidad y más del 80% de sus cargamentos van a Asia. La mayoría de ellos se venden bajo contratos de varios años que Doha ha dicho que no cancelará para desviar suministros a Europa.

Sin embargo, la bonanza que viene es bastante clara. Morgan Stanley espera que el giro de Europa desde la energía rusa estimule un aumento del 60% en el consumo mundial de GNL para 2030. Goldman Sachs pronostica que los precios al contado del gas en Asia y Europa alcanzarán los 25 dólares por millón de unidades térmicas británicas al menos hasta el próximo año. Eso es más de seis veces el precio de equilibrio para el proyecto de ampliación de Qatar. Los bancos estadounidenses son optimistas sobre el petróleo, al que están vinculados la mayoría de los contratos existentes de Qatar.

La UE se ha embarcado en una estrategia múltiple para adquirir mucho más GNL y gas canalizado desde fuera de Rusia. Alemania, cuyo ministro de Economía, Robert Habeck, viajó a Doha para reunirse con el emir, se comprometió a construir sus primeras terminales de importación de GNL. Países como Estonia también están buscando nuevas instalaciones.

¿Qué hará Qatar con el dinero? La pregunta ahora es qué hará Qatar con su ganancia inesperada alimentada con GNL. Su historial sugiere no solo una inmersión más profunda en los mercados bursátiles mundiales, sino también incursiones en política exterior que no siempre han estado en sintonía con sus aliados en EEUU y Europa. Gran parte del dinero se utilizará para reforzar el fondo de riqueza soberana de Qatar. Eso permitiría a la Autoridad de Inversiones de Qatar, que ya es un importante inversionista en empresas desde Barclays Plc hasta Volkswagen AG, así como en el sector inmobiliario de Nueva York y Londres, para acelerar su impulso hacia las acciones tecnológicas.

Qatar también podría utilizar el fondo para promover sus objetivos regionales. El mes pasado, el gobierno prometió inversiones por valor de 5.000 millones de euros en Egipto. Eso fue parte de un plan de los estados del Golfo para apoyar al país del norte de África, que se ha visto golpeado por un aumento en los precios de los alimentos desde que comenzó la guerra de Ucrania. Las inversiones anteriores vinculadas a la política exterior no siempre han dado dividendos. QIA invirtió miles de millones en activos rusos, incluida la compañía petrolera estatal Rosneft PJSC. El valor de esos ahora se ha hundido.

El comienzo de lo que podría ser un "superciclo" de gas se produce justo cuando el auge de la construcción de la Copa del Mundo que impulsó la economía en los últimos años llega a su fin, según Ziad Daoud, economista de Bloomberg Economics: "El momento es afortunado para Qatar, que podría ver un nuevo motor de crecimiento para esta década".

Imagen: Unsplash

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