Como dijo el expresidente de EEUU Thomas Jefferson: si en esta vida hay dos cosas seguras, esas son la muerte y Hacienda. Y a veces estas dos van de la mano. Un fascinante caso estadounidense reciente ha hecho que nos preguntemos si puede un millonario morir sin que nadie se de cuenta. Al parecer, sí. Según los datos fiscales de EEUU, una persona con una riqueza enorme pasó desapercibida hasta sus últimos días y nadie se explica cómo es posible.
Todo el misterio tiene su origen en los datos del Tesoro de los EEUU del 28 de febrero de 2023, cuando se registró una transacción financiera sospechosa. ¿Cantidad? 7.000 millones en calidad de impuestos de "patrimonio y donaciones". Se trata de la recaudación más alta de este tipo desde hace varias décadas. Y las autoridades se preguntan, como es lógico, quién es la persona detrás de ese depósito y de dónde ha salido todo ese dinero. Pero, sobre todo, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo puede alguien ser tan inmensamente rico y pasar desapercibido?
Lo primero que nos puede venir a la cabeza es que aquel día, de manera fortuita, se procesaran varias facturas de impuestos a la vez y eso abultara la cifra resultate. Pero lo cierto es que el portavoz de la institución niega que fuera así, que esto no se debe a que hubiera una acumulación de declaraciones el mismo día y también que existiera algún error en los informes. Por otro lado, podemos saber bastante poco, ya que las leyes de privacidad impiden que los funcionarios del gobierno discutan los detalles de cualquier declaración de impuestos.
Para entender mejor el caso, hay que saber cómo funcionan los impuestos sobre sucesiones y donaciones, es decir, los que se pagan sobre los activos que se dan o se transmiten de una persona a otra. También hay que tener en cuenta que, aunque el impuesto al patrimonio de EEUU se redujo en 2017, la cifra de dinero recaudado se ha disparado en los últimos años.
¿Por qué? La respuesta es bastante triste: un número mucho más alto de lo habitual de mayores fallecieron durante la pandemia y eso trajo una gran cantidad de impuestos. Pero incluso las altas recaudaciones de los últimos años no tienen comparación con el año fiscal actual y el caso de nuestro amigo millonario desconocido. De hecho, el gobierno de EEUU ya ha recaudado casi 8.000 millones de dólares extra en impuestos sobre sucesiones y donaciones este año.
El origen del dinero y la cantidad total
Otra pista que nos da datos de la ingente cantidad original que se transfirió antes del deposito del pago en el fisco es la manera en la que los impuestos se reducen gracias a las artimañas que suelen utilizar las personas ricas para pagar menos. Tras el cambio de ley de 2017 en la famosa reforma Trump, las sucesiones se gravan al 40%, pero existen exenciones significativas. Por ejemplo, los primeros 11,58 millones de un patrimonio están exentos de impuestos. Y también se pueden reducir mediante la creación de fideicomisos y organizaciones benéficas.
Si hacemos algunos cálculos rápidos, con base en la tasa impositiva, ese pago de 7.000 millones sugiere que el patrimonio o la donación en sí era de unos jugosos 17.500 millones de dólares, más o menos. O incluso más. Según el Tax Policy Center, se estima que las sucesiones suelen pagar una tasa impositiva efectiva del 17% después de las exenciones y otras formas de evasión. Si solo el 50% del patrimonio estuviera sujeto a impuestos, existiría un valor potencial de 35.000 millones. El resumen es que incluso la estimación más baja convertiría al propietario en una de las 100 personas más ricas del mundo.
¿Y a quién hay que ir a buscar para seguir el patrimonio neto de las personas más adineradas del mundo? A Forbes, claro. Por desgracia, la lista de la publicación de multimillonarios que fallecieron en 2022 no incluye a ningún estadounidense con propiedades lo suficientemente grandes. Por otro lado, a los ciudadanos no estadounidenses se les pueden facturar impuestos sucesorios si poseen activos estadounidenses a su propio nombre, aunque sería inusual que un extranjero tuviera inversiones de ese tamaño sin dejar ni rastro.
Según explica en este reportaje de Quartz el economista de la Universidad de Berkeley, Gabriel Zucman, hay varias hipótesis plausibles: "Una persona muy rica que Forbes pasó por alto, una gran donación o un pago retrasado por algún multimillonario que murió hace varios años". Y es que el impuesto sobre donaciones también puede ser activado por divorcios que involucran a cónyuges sin ciudadanía estadounidense, pero generalmente se excluyen los pagos dentro del año posterior al divorcio.
Otra explicación plausible que aporta el profesor de derecho tributario del Boston College en ese mismo artículo de Quartz es que alguien con un gran patrimonio podría hacer una donación sujeta a impuestos ahora para evitar futuros gravámenes. Es decir, hacer una donación de 17.500 millones a un heredero y pagar el impuesto sobre donaciones del 40% de 7.000 millones para ahorrarse dinero a largo plazo, porque si mueren con un patrimonio valorado en 24.500 millones, tendría que pagar unos 9.800 millones en impuestos.
Lo más curioso del caso es que también tiene su conexión española. Tal y como informa el periodista de El Confidencial Guillermo Cid, el único personaje que cuadra por tiempos y patrimonio podría ser es Sheldon Adelson, el magnate de los casinos que quiso plantar el Eurovegas en nuestro país y murió en enero de 2021, cuya fortuna se estima en 35.000 millones. Pero claro, eso solo son suposiciones.
Imagen: Treasury Department
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