Pompeya es uno de los grandes tesoros arqueológicos del mundo. Hace 2.000 años, la oleada piroclástica del Vesubio arrasó y sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano y, aunque las excavaciones arqueológicas comenzaron en 1739, aún seguimos descubriendo los secretos de aquella civilización.
Se estima que un tercio de la ciudad sigue permaneciendo bajo tierra, pero estos últimos años hemos hallado detalles interesantísimos como el genoma de un pompeyano o rollos de papiro carbonizados con detalles tan suculentos como la posible localización de la tumba de Platón. Durante el año pasado, se dio un importante paso para comprender mejor cómo era la sociedad de la época.
Primero, se encontró una “sala negra” de unos 15 metros de largo por seis de ancho que se estima habría sido una sala de banquetes. La pintura negra de las paredes serviría para disimular el hollín de las lámparas de aceite y algo sorprendente es que los frescos de las paredes se conservaban perfectamente. El segundo gran descubrimiento fue la “sala azul”.
Esta, quizá, era más interesante debido no sólo a que los frescos también se encontraban en un perfecto estado, sino al pigmento azul nada común en los espacios pompeyanos, ya que estaba reservado a las habitaciones más destacadas de la villa. Además, había grandes ánforas y multitud de restos de… almejas.
Ahora, todo cobra sentido gracias a lo que ha sido calificado como “un descubrimiento único en un siglo”: la sala azul y la negra formaban parte de una vivienda para los más ricos entre los ricos.
La casa de Pompeya para el más rico entre los ricos
Tanto la sala negra como la habitación azul forman parte del mismo complejo: una villa de lujo con uno de los baños privados más grandes y bien estructurados que se han descubierto… en la historia. Y, para hacernos una idea de la magnitud de la instalación, debemos imaginar algo como un spa, pero privado.
Los arqueólogos que están realizando las labores de excavación han detallado a BBC News cómo era la vivienda, y lo cierto es que el baño ocupa un lugar de lujo. Se trata de un complejo tipo balneario que es el corazón de la gran residencia y cuenta con habitaciones calientes y frías, así como una enorme piscina de inmersión.
Las habitaciones están decoradas con pintura roja en las paredes, frescos, bancos de piedra y suelo de mosaico. Los arqueólogos definen el lugar como el ejemplo perfecto del “efecto Pompeya”. Esto quiere decir que es se conservan tan bien que parece que el lugar acaba de ser abandonado, con vida hasta hace nada cuando, realmente, hace casi 2.000 años que ni un alma se da un baño en esas instalaciones.

Pero no es sólo el enorme baño: el complejo tenía la sala negra, la azul, el mencionado spa, una lavandería, habitaciones y una panadería, más la propia vivienda privada. Se cree que pertenecía a Aulus Rustius Verus, un influyente político pompeyano, y puede ser el mayor descubrimiento en la villa hasta ahora.
“Sólo hay unas pocas casas que tienen un complejo de baños privados, así que era algo realmente reservado a los más ricos de los ricos. Y esto es tan enorme que es, probablemente, el complejo de baños más grande en una casa privada en Pompeya”, comenta Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Y que el enorme baño estuviera al lado de la panadería y el comedor no es algo inusual. El vínculo entre los baos y el gran comedor da una idea de cómo la casa fue un escenario para la celebración de banquetes y para realizar contactos entre las altas esferas de la época. Celebrar una comilona con invitados y, después, disfrutar de un baño, o al revés, era una herramienta política para recabar apoyo electoral de los invitados o, simplemente, para alardear de poder.
Y lo que llama la atención es la piscina, con una profundidad de un metro, ocupando el espacio central de un patio porticado de 10 x 10 metros. Zuchtriegel comenta que “todo fue diseñado para montar un espectáculo en el que el propietario fuera el centro de atención. Las pinturas, con temas de la Guerra de Troya y escenas que representan a los atletas, representaban un ambiente repleto de cultura y erudición, así como de relajación”.
Además, argumenta que “el público, agradecido y saciado, habría aplaudido el espectáculo montado por el anfitrión y dueño de la casa con sincera admiración, convirtiéndose en tema de conversación durante un tiempo”. Y, más allá de los propios baños, se ha encontrado la sala de calderas trasera con tuberías y sistemas de plomo que calentaban y repartían el agua caliente, con un sistema de válvulas que regulaban el flujo en las diferentes estancias del spa.
Y es algo que también permite ver las diferencias de vida entre las clases, con los dueños de la casa dándose suntuosos baños mientras los esclavos se ‘asaban’ alimentando los hornos para calentar el agua.


No todos tenían tanta suerte
Ahora bien, no todos los descubrimientos nos permiten asomarnos a escenas tan relajantes como una buena comilona o un relajante baño. En una pequeña habitación contigua a la sala azul, han sido hallados los restos de dos pompeyanos que no pudieron escapar de la erupción. Se estima que fueron un hombre y una mujer que no pudieron escapar debido a que el flujo piroclástico ya corría libremente por las calles.
Fue lo que provocó el colapso de una pared que aplastó al hombre, mientras que la mujer aún seguía viva. Rápidamente, la habitación se llenó de la lava, provocando la muerte de la mujer. El análisis óseo deja ver que el esqueleto masculino era de alguien de corta edad, pero con desgaste en los huesos que indica que era alguien de estatus menor. La mujer era mayor, pero sus huesos y dientes estaban en buen estado.
Además, en la habitación había un surtido de joyas y otros elementos, como monedas que el esqueleto de la mujer tenía “agarradas”. Los investigadores creen que eran personas de dos estratos sociales muy diferentes, pero que coincidieron en la habitación buscando refugiarse del flujo del Vesubio. No salió bien.
Sophie Hay es otra de las arqueólogas que trabaja en el sitio y comenta en BBC que “todos los días es una sorpresa”, algo que seguramente seguirá dando alegrías a los investigadores, pues se estima que quedan más de 1.000 viviendas y 13.000 habitaciones en el barrio que están excavando.
Además, la arqueóloga afirma que es un descubrimiento que "ocurre una vez cada siglo" y nos habla no sólo de esa lujosa y opulenta vida de los más adinerados, sino de las penurias que pasaban quienes estaban para servir a los señores. En este caso, los que se asaban en la caldera mientras el señor y sus invitados disfrutaban del baño caliente.
Imágenes | Pompeiisites
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8 comentarios
fomlimalma
Felicitaciones al equipo de arqueólogos de xataka por descubrir ese cagadero colectivo
DrivE ThrougH
Joder con los de xataka. Igual te descubren un vater romano que un boson, que una nueva teoría matemática. No se que coño hacen escribiendo aquí, que precisamente, es lo que peor hacen.
luismorales4
Es interesante ver la arquitectura de ese tiempo. Las tuberías de plomo son para flipar pues hoy en día se sabe que es mala idea.
jubete
Yo creo que la explicación más sencilla para que el horno de pan y los baños estén juntos no es porque después de date un baño te entre hambre, si no porque tanto el horno de pan como el "calentador" del agua necesitan "un fuego grandote" para funcionar, así que si se ponen juntos aprovechas el fuego.
En cuanto a los de los esclavos... el combustible de Roma era la fuerza humana. Es lo que tiene vivir con un confort de la Revolución Industrial 1800 años antes, que necesitas una fuente de energía que no tienes y la tienes que sustituir por lo que tengas a mano.
Como en estos tiempos las referencias son más de series que de libros*, yo os recomiendo que veías "Espartacus", donde entre la sangre, las tetas y los pitos se muestra el tratamiento que recibían los esclavos, como si fueran meros animales de los que se comen, no de los que trabajan. Uno le tiene cariño a un perro o a un caballo porque sirven para algo, pero no a una gallina o a un conejo porque solo es comida. Pues así se trataba a los esclavos en Roma.
Bueno, y ver Espartacus también por la sangre. Y las tetas.
** recordemos que cuando Pablo Iglesias quiso decir que Pedro Sánchez era culto dijo "es muy culto, ve muchas series"
soytrabajo
Ya me gustaría poder ir a ver Erculano en directo.
Tiene que ser muy interesante.