Del Planeta X a "El Duende": más de 100 años buscando al vecino más lejano del sistema solar

Del Planeta X a "El Duende": más de 100 años buscando al vecino más lejano del sistema solar
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En 1906, Percival Lowell levantó el debate entre los académicos asentando la existencia hipotética de un planeta de nuestro sistema más allá de Neptuno, el Planeta X. Hace un par de años, las previsiones de Lowell fueron más o menos confirmadas en un estudio que indicaba que el "Planeta 9" podría estar acechando en el confín de nuestro sistema.

La Unión Astronómica Internacional anunciaba ayer que habían encontrado un nuevo objeto más allá de Neptuno. Conocido como 2015 TG387, o "The Goblin" (El Duende), este planeta enano flota en una órbita muy alejada del Sol. ¿Pero estamos de verdad ante el Planeta 9? ¿Lo hemos encontrado por fin? No lo parece. Aunque podríamos estar más cerca de hacerlo que nunca.

La historia de un planeta muy escurridizo

Orbita a unas 80 unidades astronómicas del Sol, (unos 11.970 millones de kilómetros), aproximadamente dos veces y media más lejos del Sol que Plutón, y parece ser un planeta rocoso, más grande que nuestra Tierra, pero infinitamente más frío. La confirmación del 2015 TG387 ha sido acogida con mucho placer entre los exploradores en busca del Planeta 9.

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La búsqueda de un noveno vecino en el sistema viene de lejos, cuando Lowell, a principios del siglo XX, propuso su existencia. Lowell pensaba que este planeta sería un gigante gaseoso con una masa equivalente a 6,6 veces la de la Tierra. Curiosamente, la búsqueda de este Planeta X desembocó en el descubrimiento de Plutón.

Lowell y sus seguidores no tardaron en tratar de atribuirle la identidad, aunque descubrieron aún más rápido que el planetoide no cumplía, ni de lejos, con lo esperado. De esta manera, la búsqueda del "Planeta X" continuó cada vez con menos fuerza hasta 2016. Entonces, dos astrónomos del Instituto Tecnológico de California, Michael E. Brown y Konstantin Batygin, aportaron una serie de datos que explicarían la existencia del "misterioso Planeta 9".

¿Cómo se descubre algo que no se observa?

La dificultad principal de su trabajo consistía en ver algo que no se puede... ver. Para Brown y Batygin, este objeto debía existir debido a las órbitas peculiares de dos grupos de objetos del cinturón de Kuiper. Desde entonces, tanto Brown como Batygin han participado activamente en la búsqueda del planeta, observando los lejanos y oscuros objetos transneptunianos.

Estos son asteroides más allá de Neptuno, como su nombre indica, y su existencia nos explica muchísimas cosas sobre el origen de nuestro sistema solar. Para los investigadores, la desviación observada en muchos objetos del cinturón de Kuiper, una región situada más allá de la órbita de Neptuno, a una treinta unidades astronómicas, indica la existencia de un planeta.

Esto se deduce de los cálculos que indican una perturbación, explicaban en 2016. Un enorme planeta, comentaban, de unas dos o cuatro veces el diámetro de la Tierra, habría sido el culpable. Así, de la observación de otros objetos se deduce la existencia de uno que no podemos ver. Cosas del espacio. Pero ¿qué tan acertados estuvieron estos dos investigadores?

Así podría ser 2015 TG387 en realidad (que no el planeta 9)

El Duende, llamado así por las primeras siglas de 2015 TG387 (T y G, The Goblin), presenta una órbita alargada y muy lejana. Por la naturaleza de sus vecinos más cercanos, los investigadores creen que es un planeta enano, con un diámetro en torno a 300 kilómetros.

Según explican en el estudio, el punto más cercano de su órbita se encuentra a una distancia 68 veces superior a la que separa la Tierra y el Sol, y en su punto más alejado ese número llegaría hasta las 2.300 veces. Esto lo convierte en el tercer sednoide descubierto hasta la fecha, un objeto transneptuniano con un perihelio más grande de las 50 UA. Esto también implica que nuestro vecino nunca se acerca lo suficiente como para interaccionar con los gigantes como Neptuno o Júpiter, por lo que sigue su órbita tranquilamente, sin que nadie lo perturbe.

Planeta X

Dicho todo esto, queda una duda que solventar: ¿estamos ante el Planeta 9? Desde luego, sabemos que no estamos ante el Planeta X. Según las estimaciones de Lowell, este 2015 TG387 es una ínfima parte de su masa. ¿Y del Planeta 9? Efectivamente, algunos de los datos aportados por Batygin y Brown no coinciden con lo previsto en su modelo.

Todo apunta a que todavía no hemos dado con el noveno planeta, pero este descubrimiento servirá para seguir buscándolo

El Duende parece ser un planeta enano, y aunque su órbita coincide con muchos de los pronósticos astronómicos, es difícil atribuirle toda la perturbación observada en los objetos más allá de Neptuno. Por tanto, todo apunta a que todavía no hemos dado con el noveno planeta. Al menos, este descubrimiento servirá para seguir buscándolo.

"Hasta la fecha hemos cubierto alrededor del 25% de las zonas más probables donde podríamos encontrar el Planeta X y esperamos alcanzar un 60% para finales de año", afirmaba para la prensa Scott Sheppard, astrónomo de la Carnegie Institution y uno de los principales exploradores en busca del "Planeta X".

Para este científico, el hallazgo nos pone un paso más cerca del misterioso planeta. Sin embargo, deberemos seguir buscando si queremos encontrar a nuestro vecino perdido. Un planeta que puede que esté girando, lentamente, muy, muy lejos, en los confines más oscuros de nuestro sistema solar.

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