Europa está comprando más petróleo a EEUU por una simple razón: sus petroleros están dando vueltas por los océanos

  • Europa a comprar más de 2,2 millones de barriles diarios a Estados Unidos durante marzo para satisfacer la demanda

  • El precio de los proveedores habituales está por los suelos debido a la crisis del Mar Rojo

Petrolero
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La oferta y la demanda son los elementos que marcan el precio de los bienes y servicios. La clave es que el sistema esté en equilibrio, pero hay ocasiones en las que el precio varía al alza o a la baja dependiendo de si la relación entre la oferta y la demanda está descompensada. Hay otras ocasiones en las que algo algo externo, como una guerra, desestabiliza ese sistema. Que se lo digan a la guerra de Ucrania y el problema con las reservas de neón o a la pandemia y la crisis de los semiconductores, que afectó a todas las industrias, pero sobre todo a la de los vehículos.

Ahora estamos en una situación similar con el petróleo: hay menos litros almacenados, los barcos están dando vueltas y las perspectivas no son muy buenas.

El Mar Rojo es un problema. Los conflictos bélicos, sobre todo cuando se dan en zonas clave tanto por su ubicación como por su producción, son un agente externo que modifica el precio de los bienes. Actualmente hay varios frentes abiertos en distintas partes del globo, pero en lo que atañe a los petroleros, la crisis del Mar Rojo es clave. El motivo es que rebeldes hutíes han estado atacando buques en esta zona, lo que ha obligado a las embarcaciones a tomar rutas diferentes, con desvíos importantes en algunos casos.

Pocos barcos y todos en ruta. Cambiar de ruta implica que la que se tome no es la más óptima y, evidentemente, son más largas. Es algo que eleva no sólo los costes de los pedidos, sino también los tiempos y está provocando una situación en la que muchos buques están en el mar porque no han podido llegar a su destino. Si antes tardaban unos días en recorrer la ruta por el mar rojo, ahora tardan semanas al tener que pasar por el sur de África. Por tanto, hay que comprar a quien pueda satisfacer esa demanda de crudo con unas condiciones óptimas para refinar en poco tiempo.

Estados Unidos al "rescate". Esta situación con el petróleo nos está azotando ahora porque, si bien otros buques mercantes como los portacontenedores empezaron a evitar el Mar Rojo en noviembre (lo que ya provocó escasez en algunos productos, como los de Apple, de cara a navidades), los petroleros mantuvieron sus rutas habituales durante estos meses. Ahora que el crudo empieza a escasear, es cuando en Europa necesitamos buscar otras fuentes.

Y esa fuente de petróleo es Estados Unidos. Este mes, según datos recogidos por Bloomberg, un cargamento récord de 2,2 millones de barriles llegarán a Europa procedentes de camiones cisterna este mes. Al día. Es una cantidad exagerada, pero necesaria puesto que las refinerías europeas no pueden ejecutar la producción prevista debido a esa falta de crudo.

Mar Rojo Hay una diferencia en kilómetros entre atravesar el Mar Rojo para llegar a Europa o dar toda la vuelta a África por el Cabo de Buena Esperanza

A perro viejo, todo son pulgas. Pero no es que sólo haya escasez de materia prima, sino que se han dado una serie de infortunios estas últimas fechas con reportes de incendios en refinerías francesas y noruegas, así como huelgas que han afectado a puertos en Alemania y Finlandia. Y eso sin contar con que, debido a la situación de exclusión comercial de Rusia debido a la invasión de Ucrania, las refinerías europeas no están comprando crudo al gigante del este. Ese cóctel de abundancia de petróleo estadounidense y barcos que no llegan a los puertos es lo que está provocando que el precio del crudo europeo se debilite de una forma tremenda. Aunque bueno, Rusia tiene un plan B.

¿Y el relevo para cuándo? Sumado a lo anterior, otro problema que amenaza a la industria es el relevo generacional. Como apuntan desde Bloomberg, este año sólo se entregarán dos superpetroleros (o VLCC, 'Very Large Crude Carrier'). Es una cifra espectacularmente baja, un 90% por debajo del promedio anual en lo que llevamos de milenio y, aunque para 2025 se espera que se entreguen cinco buques, es una cifra bajísima comparada con los 42 del año 2022.

Y no es que no lleguen pedidos, sino que los astilleros no dan abasto. Todavía están produciendo portacontenedores que se encargaron durante la pandemia, así como otros buques de transporte como los de gas natural líquido. Además, la flota va envejeciendo, pero parece que los astilleros han pisado el acelerador para la fabricación de los buques, con pedidos que ya apuntan a una entrega a partir de 2028. Por tanto, no es que haya un problema con la demanda, sino con la cola de producción de los propios astilleros.

Imagen | Nicostamb - Nicolas STAMBACH, CC BY-SA 4.0

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