En un acantilado que se eleva 110 metros sobre el lago Míchigan se encuentra una de las baterías más grandes del mundo. Una que mueve agua en lugar de electrones.
La central de almacenamiento por bombeo de Ludington. Esencialmente un lago artificial construido por humanos sobre un gigantesco lago natural, este embalse de cuatro kilómetros de largo por uno y medio de ancho es una de las instalaciones hidroeléctricas de bombeo más grandes y antiguas que existen.
Dos espigones y un rompeolas protegen el canal de entrada y salida de las olas y corrientes del lago Míchigan, y una barrera que se instala de abril a octubre, cuando la superficie del lago se descongela, mantiene a los peces alejados de la entrada.
La batería que lleva funcionando medio siglo. En lugar de química compleja como las baterías de iones de litio, esta emplea agua y física newtoniana para almacenar energía:
- En momentos de baja demanda de electricidad se bombea agua del lago al embalse, a 110 metros de altura, usando el excedente de la red
- En momentos de mayor demanda de energía, el agua regresa al lago, haciendo girar las turbinas en la dirección opuesta para generar energía hidroeléctrica que vuelve a la red
La central de Ludington comenzó a operar en 1973, lo que la convierte en una batería que lleva 50 años funcionando, y que seguirá funcionando mientras le quede agua que mover.
Así se ve desde el espacio. La NASA ha publicado una imagen de la central de Ludington tomada desde la órbita terrestre con el satélite Lansdat 8. Este era su aspecto el pasado 3 de marzo.
La central de Ludington tiene una capacidad instalada de 1.872 MW, capaz de abastecer un millón y medio de hogares. Hoy en día, las instalaciones de almacenamiento por bombeo más grandes del mundo se encuentran en China. La central de Guangdong tiene una capacidad de 2.400 MW.
Imagen | NASA Earth Observatory
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