Tres gráficos que explican por qué está pasando algo "extremadamente anómalo" en el Atlántico (y por qué vamos a notar las consecuencias)

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Llevamos días escuchando que el Atlántico está raro, que está más caliente de lo normal, que es "un bidón de gasolina abierto". Pero el problema de estas expresiones (incluso de metáforas tan 'incendiarias' como la última) es que son difíciles de entender. ¿Qué quiere decir exactamente que la superficie del Atlántico tenga más temperatura de lo normal?

Una imagen y mil palabras. O, en este caso, tres. Tres imágenes. Lo interesante de lo que está pasando en el océano es que bastan tres imágenes para entender no solo la dimensión del problema, sino también sus consecuencias a corto plazo. Así que empecemos por el principio

¿De verdad está tan caliente el Atlántico? La Niña ha estado tres inviernos con nosotros. Eso significa que ha estado extendiendo su "efecto frigorífico" por todo el planeta. Y, sin embargo, las anomalías térmicas (como se puede ver en el siguiente gráfico) han sido bastante llamativas. Es cierto que no han durado todo el año y que, fuera de contexto, podríamos pensar que son fenómenos aislados.

El problema es que el contexto se llama 2023. Desde principio de año, la NOAA norteamericana lleva viendo signos de que El Niño estaba a la vuelta de la esquina (ya estamos en él, de hecho). Eso planteaba una cuestión clave: sin el efecto refrigerador, ¿qué iba a pasar?

Y, al menos, en la superficie del Atlántico ya tenemos la respuesta: calor, calor y calor. Leon Simons ha recopilado todas las mediciones desde 1982 y la anomalía de 2023 sobresale muchísimo. Pero es que, si nos fijamos en las últimas semanas, lo que vemos es algo realmente disparatado.

Fyhjphiwyaea6u9 Leon Simons

¿Por qué está pasando esto? Otra cosa que tiene "perpleja" a la comunidad científica (y que, según creemos, está relacionado) es la extraña circulación atmosférica que hay en el océano. A estas alturas del año, como se puede ver en la comparativa de González Alemán, los vientos deberían ser fuertes y el anticiclón de las Azores  (que surge en el 'hueco' que queda entre los alisios y los vientos del  oeste) debería estar "en su máximo esplendor".

No es el caso. Ahora mismo, el "anticiclón fuerte" está en el norte de Europa y eso origina patrones, fenómenos y circulaciones atmosféricas muy extrañas para la época del año en la que estamos. Entre esos fenómenos está la temperatura de la superficie del Atlántico norte (que las teorías iniciales relacionan con el debilitamiento de los alisios -- que en estas circunstancias no puede refrescarlo).

Fyh5u4ywwaeemsc J. J. González Alemán

¿Qué consecuencias tiene esto? Pues no están muy claras. En sentido literal, es un terreno totalmente nuevo y nadie tiene muy claro qué va a pasar a medio plazo. Lo que sí empiezan a predecir los modelos para los próximos tres meses es que lloverá más de lo normal en España. O sea, una excelente noticia que está relacionada (probablemente) con el mismo fenómeno.

El hecho de que el anticiclón esté tan al norte, hará que lleguen más DANAs y vaguadas a nuestro país: es decir, más lluvia. "Hay altas probabilidades (>60%) de que las precipitaciones estén en el tercil superior (en el 30% de los años más húmedos)", explicaba González Alemán.

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Es decir, que son buenas noticias. La verdad es que, a día de hoy, los futuros que dibujan los modelos meteorológicos pintan uno de los mejores escenarios que podríamos haber visto: es posible que vivamos un verano tórrido y las temperaturas vayan in cresciendo; pero habrá lluvia y, con lluvia, todo es mejor.

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Imagen | ECMWF

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