El mundo va directo a La Niña tras el verano, según la Organización Meteorológica Mundial. Es momento de prepararnos

Desde junio de 2023, cada nuevo mes ha sido el más cálido del registro. Y no, La Niña no va a solucionar esto

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El Niño no es un fenómeno más. Con la única excepción de las estaciones del año, hablamos de la fuente más importante de variabilidad climática anual de todo el planeta. Por eso no es ninguna exageración decir que medio planeta tiene un ojo puesto en las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial. Sobre todo ahora que La Niña está enseñando los dientes.

Pues bien, la Organización Meteorológica Mundial ha movido ficha.

¿Qué es La Niña? Tanto El Niño como La Niña forman parte de un fenómeno climático cíclico (aunque algo irregular) que suele ocurrir en periodos de entre dos o seis años y tiene efectos enormes en el conjunto del mundo. La Niña, la 'cara b' del ENSO, "produce un enfriamiento a gran escala de las aguas de la superficie oceánica en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial".

Y, como consecuencia, produce cambios en la circulación atmosférica tropical. Nada de eso sería especialmente preocupante si no fuera porque El Niño/La Niña afectan a regiones tan grandes del Pacífico que acaba por alterar los vientos, la  presión atmosférica y las precipitaciones de todo el planeta.

Pero el preocupante es El Niño, ¿no? En efecto, El Niño tiene un impacto más severo en zonas muy sensibles del planeta (y, al ser todo un calefactor planetario, tiene efectos climáticos indeseados). No obstante, el catálogo de 'teleconexiones' que origina La Niña es enorme.

Se producen sequías en el Cuerno de África y en la parte meridional de América del Sur, por un lado. Por el otro, aumentan las precipitaciones por encima de la media en Asia suroriental y el oeste de Oceanía. En México, suele disminuir las lluvias en el norte y centro del país, mientras que incrementa las precipitaciones en la vertiente del Pacífico, el sur del  Golfo de México y la Península de Yucatán.

En Europa, su impacto es menor porque "el clima está más afectado por otros  factores meteorológicos"; pero en España sí tiene algún efecto claro: como vienen explicando desde AEMET, "se puede empezar a pensar que La Niña es la que provoca este patrón tan seco y persistente" en el país.

¿Y qué ha dicho la OMM? Tras analizar los datos (y un poco tarde con respecto a agencias como el BoM australiano), la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que hay un 70% de  posibilidades de que las condiciones de La Niña se desarrollen entre agosto y noviembre. La fase neutral en la que nos encontramos durará hasta verano casi con total seguridad.

¿Es una buena noticia para el cambio climático? En principio, podríamos decir que sí. La Niña tiende a enfriar las temperaturas medias mundiales. Pero en realidad, nadie espera muchas novedades. Como señalaba la Secretaria General Adjunta de la OMM, Ko Barrett, "desde junio de 2023, en cada nuevo mes se ha batido el récord de  temperatura, y 2023 fue, de lejos, el año más cálido jamás registrado.  El fin del episodio de El Niño no significa una pausa en el cambio  climático a largo plazo".

Imagen | BoM

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