Se habla del Mesozoico como la era en la que los dinosaurios dominaban la Tierra. Pero quizás los mares de nuestro planeta no formaran parte de su feudo. Una prueba de ello es un fósil recientemente descubierto en Marruecos.
Khinjaria acuta. Un equipo europeo de investigadores ha descubierto los restos de una nueva especie de lagarto marino que vivió durante el Cretácico. Se trata de un depredador con dientes “como dagas” que ha sido bautizado como Khinjaria acuta.
Este animal habría tenido entre siete y ocho metros de longitud, un tamaño comparable al de una orca, según explican los responsables del hallazgo. Aunque habitó los mares en la era en la que animales como el tiranosaurio poblaban la tierra, hace unos 66 millones de años, esta especie no pertenecía a la familia de los dinosaurios, sino que se trataba de un lagarto marino.
Este depredador habría estado en la cúspide de la pirámide alimenticia. Sus dientes daban a este animal una apariencia “de pesadilla”, explican los responsables del estudio.
Mosasaurio. Khinjaria acuta pertenecía a la familia mosasaurios (Mosasauridae). Esta es una familia extinta ya de lagartos marinos, lo que, según explican los autores del estudio, sitúa a estos animales más cerca de especies contemporáneas como los dragones de Komodo y anaconda.
En las costas de Marruecos. El fósil de este animal fue hallado en tierra firme, en una mina de fosfatos al sudeste de Casablanca, en Marruecos. Una zona inundada tras la desintegración de Pangea unos millones de años antes y ahora emergida. Esta especie habría sido eliminada durante el mismo evento de extinción que acabó con los dinosaurios de esta era.
Los restos hallados corresponden al cráneo y a restos parciales del esqueleto del animal y han sido datados al final de la era Cretácica. Los detalles del análisis realizado sobre estos restos han sido publicados en un artículo en la revista Cretaceous Research.
Cambio de paradigma. Los mares del Cretácico no eran como los de hoy. Tal y como explica el equipo responsable de este hallazgo, la extinción del Cretácico supuso algo más que un sencillo cambio de especies sino que la estructura misma de la cadena trófica cambió. Para convertirse más en una pirámide trófica.
“Lo que es reseñable aquí es la gran diversidad de superdepredadores,” explicaba en una nota de prensa Nick Longrich, coautor del estudio. “Algunos mosasaurios tenían dientes punzantesm otros que cortaban, rasgaban o aplastaban. Ahora tenemos al Khinjaria, con una cara corta, llena de dientes con forma de daga. Esta es una de las faunas marinas más diversas vistas nunca, en ninguna era de la historia.”
La extinción de los dinosaurios vino con la extinción de esta fauna. La nueva era, el Cenozoico, trajo un cambio de paradigma, donde la cúspide de esta pirámide trófica ya no está marcada por la diversidad, sino por unos pocos depredadores, como orcas o algunos tiburones, colmando estos lugares.
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Imagen | Andrey Atuchin