El mundo del hardware es así: cada dos años hay una nueva generación más pequeña que la anterior. ¿Recordáis los 65 nanómetros? Seguramente muchos por aquí tendréis el tan existoso Intel Q6600, que siguió ese proceso de fabricación. Apenas han pasado cuatro años desde su lanzamiento (2007) y ya hemos pasado por dos nuevas generaciones: 45 y 32 nanómetros. Y dentro de muy poco, los 22 nanómetros que se esperan para finales del 2011.
Pero la cosa no se va a parar ahí, y como es lógico seguirán llegando evoluciones. Los 14 nanómetros están ahí, a la vuelta de la esquina: Intel se marca 2014 como fecha estimada de llegada de nuevos procesadores. Se está hablando de una nueva generación de Intel Atom denominada Airmont, y sucesora de los Silvermont de los que hablábamos el otro día.
Intel confía mucho en sus Tri-Gate y ellos son la razón principal para que Intel esté tan segura de su continua evolución. Supondrán, como siempre, sustanciales mejoras en rendimiento, temperaturas y consumo energético. Las mejoras reales de los Tri-Gate las veremos con los próximos procesadores Ivy Bridge de Intel, que serán los primeros en implementar estos nuevos transistores y también en alcanzar los 22 nanómetros.
Mirando un poco al futuro, esta nueva generación de procesadores en 14 nanómetros seguirá la marcha marcada por Intel quien cada dos años renueva la arquitectura y planta en el mercado una nueva evolución en el proceso de fabricación. ¿Y tras los 14 nanómetros? Se dice que llegarán los 9… posiblemente para 2016. Un no parar, vamos.
Vía | Anandtech.
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