El estreno de 'Aquaman y el Reino Perdido' no solo ha supuesto una avalancha de malas críticas y que los medios vuelvan a poner sobre la mesa el tema del agotamiento de las películas de superhéroes, sino que además, no va a brindar un alivio económico a Warner que vendría estupendamente a la compañía. Su taquilla en un fin de semana tan jugoso como el de Navidad ha quedado por debajo de las expectativas.
Con sus 40 millones de dólares de recaudación en Estados Unidos (27'7 si contamos estrictamente solo el fin de semana, sin tener en cuenta los festivos), esta secuela de 'Aquaman' va a tener muy complicado rebasar sobradamente su abultado presupuesto de 205 millones de dólares. En este primer fin de semana, Aquaman se ha enfrentado al reboot musical de 'El color púrpura' (también de Warner), el drama automovilístico 'Ferrari' y el regreso a la silla de director de George Clooney, 'The Boys in the Boat'.
'Aquaman y el Reino Perdido' se suma así a la larga ristra de decepciones en taquilla de películas basadas en héroes DC, que hace tiempo que no se marcan un éxito del calibre de los de Marvel (donde también tienen sus propios problemas): 'The Flash' debutó con 55 millones, 'Shazam! La furia de los dioses' con 30 y 'Blue Beetle', con 25. Es obvio por qué Warner quiere reactivar cuanto antes su universo compartido superheroico bajo la supervisión de James Gunn y Peter Safran.
Aún hay esperanza
La esperanza de Warner con esta secuela de 'Aquaman' podría estar, sin embargo, en dejarla coger cierto impulso con la esperanza de que imite la trayectoria de su predecesora. Aquella, en 2018, arrancó con 67 millones de dólares que no hacían prever el fenómeno en el que se convertiría la aventura submarina protagonizada por Jason Momoa, que acabó recaudando 1.150 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la película DC más exitosa de la historia, por encima de cualquier producción de Batman o Superman.
Es poco posible que el fenómeno se repita, no obstante, porque el mercado internacional ya no es tan potente como para triplicar (o más) la taquilla de Estados Unidos. China ya no es ese Xanadú de la taquilla que fue durante una temporada, cada vez más encerrada en sus producciones locales, (aunque 'Aquaman 2' ha funcionado competentemente allí, con 30 millones solo en el país asiático) y DC pasa por una crisis que solo es capaz de capear, precisamente, cuando opta por películas como 'The Batman' o 'Joker', ajenas al universo compartido DC.
Estos resultados sin demasiado lustre, no obstante, no implican un fin de año desastroso para Warner. Aunque aún no se han dado datos oficiales sobre 'El color púrpura' (pero hay buenas previsiones), su otro estreno importante para estas vacaciones, 'Wonka', ha funcionado estupendamente, colocándose en el número 2 de lo más visto en Estados Unidos este fin de semana, después de un arranque de 150 millones de dólares en el mercado global en su primer fin de semana.
Es decir, que aunque los superhéroes DC no estén en su mejor momento, Warner sigue siendo una fuerza muy a tener en cuenta. De hecho, de cara al gran público, quizás, no atraviesa una crisis de identidad tan fuerte como la de Disney, que no solo tiene problemas con Marvel y 'Star Wars', sino que tiene que replantear su facción animada después del descalabro de 'Wish'.
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