El audio está de moda. Twitter tiene el horno Spaces, Clubhouse ha sido todo un pelotazo (aunque todavía solo está en iOS) y Stereo busca llevar la creación de podcasts y las tertulias en tiempo real a todo el mundo mediante una app. Todas estas aplicaciones tienen algo en común: gente con intereses afines que se reúnen en torno a un tema y a unos interlocutores que comparten su opinión con unos oyentes que, a su vez, pueden participar en la charla.
Básicamente, son todo lo contrario al funcionamiento básico de Twitter, Instagram, Facebook, TikTok e incluso los podcasts, donde la comunicación es unidireccional y global: el usuario habla al aire y su mensaje cae en un saco junto a millones y millones de mensajes, publicaciones, fotos, vídeos, etc., a la espera de que el resto de usuarios, que hacen exactamente lo mismo, lo lean e interaccionen. Quizá a eso se refiera Nat Cortazar, directora de Stereo España, cuando afirma en una entrevista con Xataka que "el término redes sociales está obsoleto".
El sentido de comunidad
Para que nos hagamos una idea de cómo ha evolucionado el paradigma de las redes sociales podemos fijarnos en Twitch. ¿Qué diferencia a Twitch de YouTube? La comunidad. No es una plataforma a la que subes un vídeo y esperas que la gente lo vea, sino que permite emitir en tiempo real, crear una comunidad en torno a una persona e interactuar con la audiencia en tiempo real. De hecho, si nos fijamos en los creadores de contenido más populares, lo que hacen es emitir en Twitch y luego subir fragmentos del directo a YouTube. En una plataforma lo ves en vivo, en otra lo ves porque te lo has perdido.
Al final, el mundo de las redes sociales está moviéndose a eso, a hacer que las plataformas sean bidireccionales y comunales. Stereo apunta exactamente en esa dirección. No solo es una plataforma fácil de usar a nivel oyente, sino que cualquier persona puede ser creador. No todo el mundo está hecho para ponerse delante de una cámara en Twitch, Instagram o TikTok, pero quizá sí se anima a hacer una tertulia en audio para hablar de lo que considere.
Según explica Cortazar, "la idea es que cualquier persona con un móvil y una mediana conexión a Internet pueda expresar sus ideas, siempre respetando a todo el mundo", en referencia a las guías comunitarias que imperan en Stereo. No hace falta montar un setup gaming con luces, cámaras DSLR y una conexión a Internet de 1 Gbps, sino que cualquiera con un móvil puede iniciar un streaming de audio en directo y hablar para y con sus amigos de lo que quiera.
En definitiva, puedes tener una conversación de verdad, "algo que no ocurre mucho hoy en día", tal y como decía Austen Allred, cofundador de Lambda School. Todo sea dicho, es cierto que la idea de Stereo no es nueva. Twitter lleva tiempo trabajando y probando Spaces, que son salas de voz en las que conversar sobre ciertos temas de forma abierta, sin trolls ni personas tóxicas que aporten cero a la discusión sobre la mesa. De alguna forma, en Stereo, Clubhouse y Twitter Spaces se elimina el ruido que tan presente suele estar en las conversaciones online.
Y parece que la idea funciona. Stereo, que quizá es la plataforma más abierta (Clubhouse solo está en iOS y requiere invitación y Twitter Spaces está en fase de pruebas), se lanzó en Navidad del año pasado. Cortazar no ha desvelado el número de usuarios que tiene la plataforma, pero sí que en España y Latinoamérica hay usuarios con más de 120.000 seguidores. Un caso cercano puede ser el de Auronplay, que suma casi 100.000 seguidores.
Sí afirma la directora de Stereo en España que "hemos sufrido un crecimiento tan brutal, pero tan brutal, que no tenemos capacidad suficiente para estimar cuántos usuarios tenemos en tiempo real, porque vamos súper rápido". Una prueba de ello está en el top de aplicaciones de Google Play y App Store, donde Stereo ha conseguido colarse en el top 5. En la App Store, sin ir más lejos, es la tercera app gratuita más popular, por encima de TikTok, Instagram o WhatsApp.
Ganar dinero también ayuda
Y crear comunidad está muy bien, pero no es un secreto que las redes sociales lo han pasado regular a la hora de hacer que sus creadores ganen dinero. Stereo quiere atajar ese problema de forma sencilla: a más oyentes, más ingresos. "En Stereo lo guay que tenemos es que vamos a cuidar de nuestros creadores, y eso es algo que tenemos súper claro, súper interiorizado, que sabemos que ha habido mucho revuelo con otras plataformas que quizá no han sabido, o no han querido, digamos, premiar a los creadores que les han dado comunidades dentro de la plataforma. Nosotros somos muy conscientes en este sentido, sin creadores y sin gente creando contenido de calidad no vamos a ser nadie", afirma Cortazar.
¿Cómo se monetiza Stereo? Hay una competición semanal y un ranking de usuarios. A mayor cantidad de oyentes, mayor es la cifra que recibes. El premio total asciende a 100.000 euros y una emisión que supere los 15.000 oyentes puede aspirar a 10.000 euros. Ese es el máximo, pero en la parte baja del ranking hay infinidad de premios de 100 euros para usuarios con menos oyentes. La premisa es sencilla: si creas una conversación interesante atraerás a oyentes y, cuantos más oyentes, más dinero aspiras a ganar.
Ese dinero se transfiere a la cuenta del usuario, o Banco Stereo, como se llama en la app, y se puede retirar cuando supera los 10 euros. El dinero tarda entre cinco y siete días laborables en llegar a la cuenta del usuario. Ahora bien, en la política de esta competición semanal se establece que solo pueden participar aquellos usuarios que sean mayores de edad, residan en Reino Unido o Estados Unidos, hagan el programa en inglés y no emitan el contenido de Stereo en otra plataforma simultáneamente.
De lo público a la comunidad
En conclusión, lo que el éxito de aplicaciones como Clubhouse o Stereo vienen a confirmar es el cambio de paradigma que poco a poco se ha ido haciendo más patente: la búsqueda de la comunidad. Las redes sociales buscan ser cada vez más íntimas, más cercanas, y permitir al usuario no solo verter al mundo su opinión sobre un tema, sino conversar de forma bidireccional, generar comunidad, fomentar la conversación sana y, de paso, monetizar a su audiencia de forma directa.
Porque aunque Stereo, Clubhouse y demás apps permiten abrir las conferencias, también se pueden hacer streamings privados para un grupo de personas. Es lo mismo que los grupos privados de Facebook, los macrocanales de Telegram, los canales de Discord o los grupos masivos de WhatsApp. Al final todo redunda en lo mismo: recuperar la conversación y la sensación de libertad, algo que en las redes sociales más masivas parece haberse perdido.
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