El Panel de Control de Windows lleva con nosotros desde 1985. Su futuro comenzó a complicarse en 2012, cuando se lanzó Windows 8 y Microsoft decidió incluir una nueva herramienta llamada Configuración que poco a poco fue apoderándose de todas las funciones que hasta entonces se habían realizado con el Panel de Control.
La situación ha llegado a ser algo absurda en los últimos años: a pesar de que la herramienta de Configuración se convirtió en la principal tanto en Windows 10 como en Windows 11, el Panel de Control seguía estando ahí, y aunque su uso se iba reduciendo, mantenía su validez para algunos usuarios y escenarios.
Ahora Microsoft ha anunciado que "el Panel de control está en proceso de desaparición en favor de la aplicación Configuración, que ofrece una experiencia más moderna y optimizada".
La resiliencia que ha demostrado el Panel de Control se debe a que permitía solucionar problemas de compatibilidad que Microsoft tenía que ir resolviendo. La herramienta de Configuración ha ido tomando el relevo de muchas de esas tareas de puesta a punto del sistema que antes formaban parte del Panel de Control.
La coexistencia de ambas opciones era algo extraño y preocupante: el Panel de Control ni siquiera ha evolucionado a nivel de interfaz gráfica. Era uno de esos componentes que mantenían el antiguo lenguaje de diseño de los sistemas operativos Windows, lo que hacía que en cierto modo "rechinase" al abrirlo y comparar su aspecto con el del resto de aplicaciones de Windows 10 o Windows 11.
Su caducidad comenzó a ser patente en 2021, cuando pareció claro que la herramienta de Configuración no paraba de ganar más y más opciones. En Version Museum tienen una buena retrospectiva de las diferentes versiones del Panel de Control que han ido existiendo a lo largo de los años.
Microsoft no ha detallado cuándo se producirá la eliminación del Panel de Control, pero es de suponer que aproveche alguna de las próximas grandes actualizaciones de Windows 11.
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