Samsung Galaxy S24, análisis: cuando el tamaño importa lo más inteligente es tenerlo todo

Como suele ocurrir a principios de año, Samsung ha renovado su categoría más alta de móviles con tres modelos que aspiran a dominar la gama premium de Android: el Samsung Galaxy S24 Ultra, el Samsung Galaxy S24+ y el que llevo probando desde hace un par de semanas, el Samsung Galaxy S24. El más pequeño de los tres puede parecer poca cosa en comparación, pero nada más lejos de la realidad: me parece la elección más inteligente.

Tras decenas de análisis con móviles enormes, y después de haber tenido varios Galaxy Note y iPhone Pro Max, terminé adorando la contención, disponer de la máxima tecnología en el tamaño más compacto posible. Sí, soy de ésos que prefieren los «móviles pequeños», si es que hoy en día existe algún smartphone al que se le pueda catalogar así. Y no es que el Samsung Galaxy S24 sea  de dimensiones reducidas, pero, en comparación con sus hermanos, casi parece el hermano bajito de los Dalton. Cuidado, que este S24 tiene tanto carácter como Joe.

Ficha técnica del Samsung Galaxy S24

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Diseño: más iPhone que nunca

Cuando tomé entre mis manos por primera vez el teléfono me dio la sensación de estar agarrando un iPhone 15. Y es que Samsung ha evolucionado el Samsung Galaxy S23 eliminando cualquier curva de los cantos para hacerlos rectos, cortantes, molestos en el agarre. De sostener los dos móviles a ciegas, sería difícil diferenciar a este Samsung Galaxy S24 del citado iPhone 15. Al menos sin palpar la cara trasera, que el módulo de cámara sí es distintivo.

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Es muy sólido en la mano, destila la máxima calidad que se le supone a un teléfono de ese nivel, el aluminio abraza a la perfección ambas caras de cristal sin que se aprecien defectos en las uniones y el color está muy bien conseguido, al menos en mi teléfono de pruebas. Los botones quedan en la cara derecha, a la altura habitual y sin inconvenientes para pulsarlos con una mano (el de volumen arriba sí requiere algo de esfuerzo). En el borde inferior se apelotonan la bandeja de doble nano SIM (hay opción a una eSIM), puerto USB C y salida del altavoz estéreo.

Las dimensiones del Samsung Galaxy S24 son muy contenidas, como ya expresé en la entradilla. Eso facilita sostener durante bastante tiempo el teléfono, siempre con un riesgo claro: que se resbale. Los cantos rectos no ayudan al agarre, tampoco la trasera pulida de cristal. A cambio, ofrece resistencia al polvo y al agua con certificación IP68.

La cara trasera es completamente limpia a excepción del área donde se sitúan los objetivos. Éstos sobresalen del cuerpo un milímetro y medio, aproximadamente, algo que favorece la retención de polvo en esta zona. El color dorado de mi Samsung Galaxy S24 no refleja la suciedad, tampoco las huellas dactilares.

La solidez y el tacto de enorme calidad que ofrece el móvil subraya la categoría premium a la que pertenece. Además, ambas caras están protegidas por cristal endurecido Corning Gorilla Glass Victus 2. No tiene las cualidades antirreflejos del Gorilla Glass Armor del Samsung Galaxy S24 Ultra, aunque sí debería ofrecer gran protección a los arañazos y pequeños impactos. Afortunadamente, no le hice ni de lo uno ni de lo otro durante las pruebas.

Pantalla: un panel que derrocha calidad en cada píxel

Que Samsung sabe cómo hacer pantallas OLED está más que claro, no en vano es la empresa que más paneles fabrica y aquella a la que acude el resto de marcas, Apple incluida. Y con la evolución desde el S23 al S24 Samsung ha decidido acabar con una de las diferencias clave con respecto a los modelos Ultra: por fin tenemos un panel LTPO con refresco variable de 1 a 120 Hz en el modelo más «básico».

La pantalla del teléfono es una delicia en todas las condiciones, no puedo decir otra cosa: por mis pruebas, es el mejor panel que he probado en un dispositivo de esas dimensiones. La fluidez se adapta a las necesidades, el Samsung Galaxy S24 se muestra muy rápido en los desplazamientos, en las animaciones, saltar entre apps es una gozada. Todo con una respuesta al toque impecable.

El brillo es otro de los puntos donde sobresale el teléfono: como se puede apreciar en las fotos, el extra de luminosidad que aporta el panel hace visible cualquier contenido incluso bajo la sol directa. Y sin que el contraste estropee los contornos a máximo brillo, incluso los niveles automáticos son muy precisos. Eso sí, me he encontrado con un nivel mínimo demasiado brillante para situaciones de total penumbra; algo que se arregla activando el modo «Extraatenuado» de las herramientas de accesibilidad, en «Mejoras de visión».

Por defecto el Samsung Galaxy S24 viene perfectamente ajustado en términos de saturación y temperatura de color, siempre con la opción de personalizar la representación desde los ajustes de pantalla (en el modo «Intenso», yo prefiero la calibración en «Natural»). El contraste es altísimo, los ángulos de visión son excelentes, la nitidez es perfecta y el nivel de detalle de lo visto en pantalla es más que correcta. La resolución Full HD+ cuadra perfectamente en las 6,2 pulgadas de pantalla.

La pantalla es perfectamente legible bajo la luz directa del sol. Y se guarda un extra de brillo en modo manual

El Samsung Galaxy S24 es un soporte ideal para reproducir contenido multimedia (soporta HDR10+), jugar, incluye lector de huellas bajo la pantalla y éste sigue siendo ultrasónico. La fiabilidad y rapidez del escáner son los adecuados para hacer que la lectura no implique apenas molestia. Y también dispone de reconocimiento facial con la cámara delantera, el complemento perfecto para acelerar el desbloqueo del teléfono. Pese a que es menos segura que el escáner dactilar, termina siendo más práctica.

La pantalla es sobresaliente, el panel que ha incluido Samsung hace verdadera justicia al teléfono. Es justo lo que merecía el pequeño de la familia para pulir alguna de las carencias de la gama.

Sonido: alta fidelidad en un tamaño compacto

Si en la imagen el Samsung Galaxy S24 sobresale por méritos propios, lo mismo ocurre con el sonido: es un móvil hecho para disfrutarse con cualquier faceta de audio. ¿Que no se le conecta ningún accesorio? Su pareja de altavoces externos deleita con fidelidad y con alto volumen. ¿Escuchar música con auriculares Bluetooth? Calidad garantizada siempre y cuando los auriculares sean buenos. ¿Y con cable? Aquí hay una pequeña pega, ya que se necesita un adaptador USB C que cuente con un DAC: Samsung no brinda salida analógica a través del puerto.

Samsung acostumbra a ofrecer un sonido de altísima calidad en todos sus smartphones, incluida la gama accesible. Y claro, en lo más premium del año no podía faltar una buena colección de características de alto nivel: sonido Hi-Fi a un máximo de 32 bits y 384 kHz, audio ajustado por AKG y software de mejora combatible con Dolby y Atmos. Además, Samsung incorpora de serie un ecualizador con el que personalizar la salida de audio por las tres vías: altavoces externos, auriculares con cable e inalámbricos.

En cuestión de altavoces externos no puedo ponerle apenas pegas: a un excelente sonido estéreo se le suma un volumen bastante alto, ya que alcanza los 90 dB. Es más capaz en los agudos, me ha sorprendido lo bien que suenan a máximo volumen, sin apenas estridencias. Eché en falta algo de graves, también mayor presencia del refuerzo bajos; sin que esto desmerezca el gran trabajo que hace el teléfono con el audio externo.

Como comentaba, el Samsung Galaxy S24 no ofrece salida de audio analógica a través del USB C, por lo que se hace imprescindible un DAC externo. En mi caso, usé un adaptador USB C con DAC y unos Sennheiser PCX550: el resultado fue satisfactorio con un sonido de gran calidad y notable pegada. El rango de frecuencias fue el adecuado y no eché de menos ni la presencia de agudos ni los bajos. Además, Samsung incluye un optimizado UHQ que mejora el rango dinámico del audio añadiendo más matices a la música. Y sonido adaptable para que el teléfono optimice los rangos auditivos reduciendo la amplitud de frecuencia a la edad del usuario.

Con el Bluetooth obtuve una experiencia igualmente satisfactoria, podría llevar el Galaxy S24 como mi dispositivo de audio de preferencia. Excelente calidad y apto para los códecs habituales (SBC, AAC aptX, LDAC y SSC, el códec sin pérdida de Samsung), reproducción fiel y compatible con el ecualizador del teléfono y la mejora de Dolby Atmos. Sin embargo, Samsung no permite la optimización en audio HQ con los auriculares Bluetooth.

En la prueba de llamadas no tengo la más mínima pega: el audio resultante fue de calidad, nítido, con una buena eliminación del ruido de fondo incluso en situaciones difíciles (un bar ruidoso). De hecho, he de destacar la cancelación de ruido que hace el Samsung Galaxy S24 durante las llamadas: la persona del otro lado oye la voz perfectamente, sin tonos robóticos y de forma clara. Sin que se cuele ruido ambiente, es impresionante.

Rendimiento: un paso por detrás de lo que debería

El SoC Exynos 2400 que monta tanto este Samsung Galaxy S24 como el Galaxy S24+ queda por detrás del procesador que monta el hermano mayor, el Snapdragon 8 Gen 3 del Galaxy S24 Ultra. Esta decisión contrasta con el cambio que Samsung había realizado en la generación previa: todos los Samsung Galaxy S23 contaban con un Snapdragon 8 Gen 2 adaptado a los móviles de la marca. Es un claro paso atrás que penaliza en un apartado tan importante como el del rendimiento.

No es que durante el uso diario apreciara un rendimiento bajo, más bien al contrario, pero sí es algo que se nota en los juegos que demandan potencia: el Exynos 2400 pierde frames en las animaciones a máxima carga gráfica. Fuera de ahí, el Galaxy S24 es rápido, muy fluido, el cambio entre apps no entraña problema y el consumo de batería en segundo plano es realmente bajo. Aquí Samsung saca pecho, su SoC es muy eficiente. Mientras no suba de vueltas.

Los resultados de benchmark evidencian el desnivel en rendimiento del Samsung Galaxy S24 (y S24+) con respecto al S24 Ultra: Samsung debería haber equiparado a toda la familia.

No es un móvil que haya notado demasiado caliente durante el uso, tampoco mientras lo estaba cargando. La disipación pasiva es la adecuada para distribuir el exceso de temperatura a la largo y ancho del dispositivo sin que llegue a molestar, aunque durante extensas sesiones de juego sí se aprecia un notable calor. En términos generales, aprecié gran rapidez en todas las ocasiones: pese a que el Exynos 2400 no está a la altura de lo que ofrece el Snapdragon 8 Gen 3 en el Galaxy S24 Ultra, no puedo decir que el SoC del Samsung Galaxy S24 se mostrara como un mal chip durante mi experiencia.

El buen hacer del procesador se une a la rapidez de la memoria, ofrece suficiente almacenamiento (también muy rápido), es compatible con WiFi 7, su sistema de posicionamiento es muy rápido y fiable (también preciso) y no eché de menos ninguna pieza de hardware que no espere en un smartphone de categoría.

Batería: buena autonomía, carga rápida regular

Entremos en el campo de la energía empezando por las cifras: 4.000 mAh de batería con una carga rápida máxima de 25 W, carga inalámbrica hasta 15 W y carga inalámbrica reversible de hasta 5 W (también ofrece carga reversible por cable). Además, el Galaxy S24 no incluye cargador en la caja, una pega que, por más que sea la tónica general, no deja de ser penalizable. También el hecho de que Samsung mantenga una carga rápida tan lenta en un móvil de esta categoría: que haya necesitado más de una hora para completar la batería es absurdo.

Durante mi experiencia los consumos fueron muy buenos: el equilibrio entre la gestión del procesador y la del sistema mantiene el teléfono con vida durante más de una jornada sin ningún problema. De hecho, y con un uso moderado, estuve algo más de dos días lejos del enchufe: el consumo en segundo plano y con la pantalla apagada son mínimos. Otra cosa es a máximo rendimiento: en una hora el móvil se lleva por delante entre el 15-20 % de batería.

Ya comentaba en el apartado de rendimiento que el calor no es demasiado problema: pese a que la temperatura se eleva por encima de los 40 ºC, ésta es soportable (a partir de la media hora de juego el Galaxy S24 se nota bastante caliente). El calor se concentra en mayor medida en la zona superior del teléfono.

Para comprobar los tiempos de carga utilicé una batería externa con medidor de potencia. Los picos máximos rondaron los 20 W hasta el 60 % de carga, después la potencia va descendiendo para proteger la batería; con una recta final que se queda en torno a los 5-7 W, el último tramo de carga es el que más se demora. En cuestión de tiempos concretos, éstos fueron los que obtuve mediante carga rápida por cable.

• 5 minutos de carga: 10 % de batería.
• 10 minutos de carga: 20 % de batería.
• 20 minutos de carga: 40 % de batería.
• 30 minutos de carga: 57 % de batería.
• 50 minutos de carga: 84 % de batería.
• Total: 1 hora y 18 minutos.

Software: un órdago a la Inteligencia Artificial

El Samsung Galaxy S24 sale al mercado con Android 14, se presenta con One UI 6.1 como versión de la capa personalizada y, algo que me pareció realmente extraño, mantiene la actualización de julio de 2023 como versión de los Servicios de Google Play. Estar a la última en software es una característica clave de Samsung, algo que se ha visto empujado en los tres S24: tienen actualizaciones de sistema garantizadas durante siete años.

One UI es una capa con notable peso, en todos los aspectos: desde la presencia hasta la gran cantidad de aplicaciones y servicios que se mantienen en segundo plano. Samsung duplica gran parte de las aplicaciones clave aparte de incluir las propias de Google: dos galerías, dos aplicaciones de mensajes, dos navegadores web... Gran parte de esta duplicidad puede desinstalarse fácilmente, también el resto de software añadido; como las habituales de Microsoft (SkyDrive, LinkedIn) o las de Meta (las apps de Meta están funcionando en segundo plano incluso aunque no se use Facebook o Instagram).

Tras haber aligerado el Samsung Galaxy S24 de software extra y redundante, One UI 6.1 se muestra muy capaz, está algo más alejada del aspecto nativo de Android en los Google Pixel y añade algunas pinceladas a lo que ya vimos en One UI 6.0; como fondos de pantalla para la alarma y lo más llamativo de la nueva generación, las herramientas basadas en Inteligencia Artificial o Galaxy AI.

Entremos en materia. ¿Las herramientas de IA realmente aportan un cambio considerable con respecto a la generación del año pasado? Bajo mi opinión, no. Esto no quiere decir que Galaxy AI deje de parecerme útil, porque lo cierto es que adoro opciones como el resumen de las páginas cargadas con el navegador de Samsung o el intérprete durante las llamadas (me parece una opción brutal para hablar con personas de otros países), pero tampoco son herramientas que cambien drásticamente la experiencia. Además, buena parte de las opciones no son exclusivas, porque ya están en otros Android; como Rodea para buscar en los Google Pixel 8.

De izquierda a derecha: Rodea para buscar, resumen en el navegador de Samsung y traducción simultánea en llamadas

Son numerosas las pinceladas de IA en el software de Samsung, pero no constituyen una verdadera ayuda para las tareas diarias más allá de ofrecer cierta curiosidad en áreas como la escritura (corrección de estilo y ortografía en notas y teclado), edición de fotos (Samsung añade a su galería el mismo editor mágico de los Google Pixel 8), sugerencias inteligentes en función del uso de las apps (añadir eventos al calendario, por ejemplo) y traducciones de texto (llamadas, modo intérprete, mensajería...). ¿Elegir un Samsung Galaxy S24 sólo por sus herramientas inteligentes? Conforman un añadido curioso, pero al final la tendencia es que terminen olvidadas en el teléfono. Es lo que me ocurrió a mí.

One UI es una de las capas que más características extra sobre Android ofrece. Personalización extrema con temas y compatibilidad con las apps de Good Lock (Samsung tiene un ofrece un enorme valor añadido con esto), opción a duplicar las aplicaciones para usar cuentas diferentes de forma simultánea, pantalla siempre encendida con posibilidad de anclar widgets, servicios de seguridad activos para evitar problemas con apps malintencionadas y distintas maneras de extender la autonomía con ajustes de contención energética. La IA también es clave aquí.

Samsung DeX con el Samsung Galaxy S24

Otro de los elementos exclusivos que aporta One UI, y que sí creo que hace valer la compra del Samsung Galaxy S24, es el modo de escritorio DeX. Con sólo conectar el smartphone a una tele o monitor haciendo uso de un cable USB C la pantalla externa se convierte en un ordenador; con opción de usar el Galaxy S24 como touchpad.

Jugar en pantalla grande y con las apps de Android, escritura de documentos sin forzar la vista, opción a conectar un teclado y ratón por USB C para potenciar el uso como escritorio (y sacar ventaja en los shooters, por ejemplo) y un sinfín de usos más que expanden las posibilidades del smartphone. DeX es una maravilla que me parece desaprovechada, y no sólo por su conexión USB C: también puede usarse de manera inalámbrica en un Chromecast con Google TV, por ejemplo.

Aparte de convertirse en un PC con la ayuda de una tele o monitor, el Samsung Galaxy S24 mantiene compatibilidad con el propio ordenador. Gracias a «Enlace a Windows» el móvil ofrece un control casi absoluto desde el PC. Otro añadido que, bajo mi opinión, hace de One UI una de las mejores capas de Android.

Fotografía: un conjunto todoterreno que gana potencial con el software

Hasta este punto la media general del teléfono es muy alta, señal de que Samsung ha puesto verdadero mimo en el hardware y en el software de su retoño. También en lo que respecta a la captura multimedia; por más que este aspecto sea el que más evidencie el escalón entre el Ultra y los otros dos modelos: el S24+ y el que me ocupa, Samsung Galaxy S24.

Empecemos por los datos puros y duros: aquí van todos los detalles técnicos de las cámaras del Samsung Galaxy S24.

• Cámara principal. Sensor de 50 megapíxeles con tamaño de 1/1,56 pulgadas, apertura f/1.8, tamaño de 1,0 µm para cada píxel, enfoque PDAF Dual Pixel, distancia focal equivalente a 24 mm y estabilización óptica OIS.
• Ultra gran angular. Sensor de 12 megapíxeles con tamaño de 1/2,55 pulgadas, apertura f/2.2, tamaño de 1,4 µm para cada píxel, amplitud de 120º y distancia focal equivalente a 13 mm.
• Teleobjetivo. Sensor de 10 megapíxeles con tamaño de 1/1,56 pulgadas, apertura f/2.4, tamaño de 1,0 µm para cada píxel, enfoque PDAF, distancia focal equivalente a 67 mm, estabilización óptica OIS, zoom óptico 3x y zoom híbrido hasta 30x.
• Cámara frontal. Sensor de 12 megapíxeles, apertura f/2.2, enfoque PDAF Dual Pixel y distancia focal equivalente a 26 mm.

El desempeño general en fotografía está a muy buen nivel, sobre todo en prestaciones de software: bajo mi opinión, Samsung ofrece las mejores aplicaciones de fotografía y de vídeo que pueden encontrarse en un smartphone. Por la variedad de opciones disponibles, por la enorme cantidad de valores manuales que permite ajustar y por su gran versatilidad. Eso sí, esto no implica que los resultados siempre sean buenos, porque el Samsung Galaxy S24 puede decepcionar en algunas tomas.

Con el sensor principal no tuve excesivo problema en exteriores y con buena iluminación, el desempeño ha sido el correcto. Cámara muy rápida, enfoque al mismo nivel con muy buena precisión y seguimiento del punto enfocado (perfecto para tomas nítidas de niños o mascotas, por ejemplo), las tomas acostumbran a procesarse con una colorimetría natural y el rango dinámico tiene rango de mejora. Como norma general he notado cierta tendencia a subir la ISO, incluso cuando la cámara tenía margen en velocidad de obturación. El resultado es cierta pérdida de nitidez al aumentar la imagen. El sharpening no me ha parecido exagerado. Y sí se aprecia cierta pérdida de nitidez fuera de las áreas de enfoque, esto queda muy marcado en las tomas cercanas.

Pérdida de nitidez alrededor del punto de enfoque

El gran angular no termina de ser todo lo bueno que debería, sus resultados son algo justos. Pese a que Samsung corrige perfectamente por software la deformación óptica de la lente, la pérdida de nitidez se aprecia con sólo aumentar ligeramente la imagen. La temperatura de color y saturación se mantienen con respecto al sensor principal y el rango dinámico no acostumbra a tener problemas.

Con el telefoto las cosas fueron bien en el día a día: el zoom óptico 3x permite acercar los objetos sin perder excesiva nitidez por el camino. Las acuarelas sí son más notorias, incluso con buena iluminación. La cámara es muy estable, admite hasta 30x de zoom híbrido (más allá del 5-7x es mejor no utilizarlo si se desea una buena toma) y el modo astrofotográfico está incluido. Hice las típicas fotos a la luna con el filtro que coloca Samsung y las fotos fueron muy buenas; con la trampa de «falsear» la superficie lunar, un truco que queda muy resultón.

Telefoto con zoom 9x

Vayamos con la noche. Aquí me he encontrado con más dificultades de las que esperaba, ya que, como norma general, Samsung tiende a subexponer para no aplicar un procesado excesivo. Las fotos en modo automático suelen salir algo oscuras, como si el teléfono no confiase en subir la velocidad de obturación aprovechando la estabilización de las cámaras principal y telefoto. Las imágenes subrayan las zonas iluminadas dejando algo oscuras las que destilan menos luz. Y destacando en exceso los puntos concretos de iluminación, me he encontrado con fotos algo irreales debido a esto.

La aplicación de cámara es una maravilla, como decía. No sólo una, el Samsung Galaxy S24 tiene tres aplicaciones: la principal, la Expert RAW y vídeo profesional. Esto añade complejidad al proceso de captura multimedia, ya que hay que decidir con cuál quedarse, aunque todo depende de la experiencia de fotografiado. ¿Que hace falta modificar todos los aspectos de captura multimedia? Tanto Expert RAW como vídeo Pro. ¿Una toma más rápida y con preferencia por el modo automático? La aplicación de cámara normal. Las otras dos se abren desde el menú de «Más».

No hay nada que no pueda hacer el Samsung Galaxy S24 de serie, es una absoluta delicia. Modo retrato con la cámara trasera y la delantera (buen recorte en general, algo forzado con iluminación media), incluye modo noche para capturar más luz de la habitual (el modo automático tiende a subexponer en las tomas nocturnas, con el modo específico algo se soluciona), el Galaxy S24 ofrece todo tipo de opciones lúdicas (incluido los filtros) y se apoya en la IA para mejorar los encuadres o el procesado.

Hablando de IA: la galería del teléfono recalca la posición de la Inteligencia Artificial con la opción de retoque del editor mágico: con él se puede alterar la imagen de maneras casi surrealistas.

Con la cámara frontal suelen salir tomas con la piel natural en buenas condiciones de luz. En interiores y con luz más reducida el procesado tiende a lavar los rostros eliminando imperfecciones; al tiempo que los aclara ligeramente. El recorte con el modo retrato es suficientemente bueno si el fondo ofrece contraste. En caso contrario es habitual encontrarse con porciones desenfocadas del sujeto.

A continuación dejo una muestra de fotografías tomadas con el Samsung Galaxy S24 en todas las condiciones. Están disponibles en esta carpeta de Google Fotos.

En la grabación de vídeo el teléfono se muestra capaz y muy versátil, ya que Samsung equipa al teléfono con una amplísima gama de resoluciones y de formatos; incluyendo el registro en 8K y 30 fps sólo con la cámara trasera principal.

Los resultados son de buena calidad, con alto contraste y un HDR que se comporta de manera adecuada manteniendo cierta tendencia a la subexposición en las áreas oscuras. Tomas estabilizadas, nítidas, con una buena reducción del ruido y un peso que suele rondar los 250 MB por cada 30 segundos en 4K (60 fps) y los 100 MB en 1080p (60 fps).

Samsung Galaxy S24, la opinión de Xataka

Quizá quede algo infravalorado en comparación a su hermano mayor, no hay duda de que Samsung otorga más atención al Ultra, pero eso no significa que el «pequeño» de la familia se quede muy por detrás: en algunos aspectos incluso adelanta a sus hermanos. En comodidad de uso, por ejemplo: tener un smartphone de altísimas características en un formato de dimensiones contenidas es perfecto para quienes no deseamos un móvil gigante; por más que los cantos rectos molesten más que ayuden, ojalá Apple no hubiera puesto este diseño de moda.

La pantalla y el sonido son exquisitos, que Samsung haya llevado su panel LPTO de refresco variable al Galaxy S24 es una excelente decisión que se aprecia en el día a día. El brillo altísimo ayuda a utilizar el móvil en cualquier parte, también a llevárselo como compañero musical. El rendimiento pico del Exynos 2400 evidencia no estar a la altura de los mejores, pero eso tampoco es malo: el SoC es más que capaz para masticar lo que le echen. Incluso de usar la IA generativa a nivel de dispositivo, una de las claves del Galaxy S24 y que termina sin ser decisiva en la experiencia diaria.

La fotografía se encuentra a un excelente nivel sin llegar a los resultados del Ultra y sin que se quede excesivamente atrás. Un procesado natural de los colores, suficiente nitidez por defecto incluso con zoom al segundo plano (y ciertas diferencias de nitidez alrededor de las áreas de enfoque), tendencia a la subexposición en el modo noche y a destacar los puntos de luz con un HDR que puede llegar a cargarse la imagen. El rango dinámico es algo bajo en las tomas con alto contraste de luz y el gran angular cae con respecto a la cámara principal. El telefoto no hace mal trabajo con el zoom 3x, pero en el procesado se terminan marcando el ruido y las acuarelas.

Mi sensación global es muy positiva: pese a los inconvenientes, el Samsung Galaxy S24 es un telefonazo con todas las letras. Y me parece una opción mucho más inteligente que un S24+ o un S24 Ultra: el pequeño de la familia demuestra que se puede ser muy grande con sólo recortar en los excesos. Es el que yo me compraría.

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El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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